sábado, 3 de diciembre de 2016

Mensaje de María Santísima

(Marcos): Sí, sí lo haré. Sí, lo haré. Desgraciadamente, a causa del libro no hubo tiempo, no pude terminarlo a tiempo, pero te prometo que en enero, o a más tardar en febrero, lo haré.

Incluso intenté hacerlo todo a la vez, pero no pude, los días pasaban demasiado rápido.

Así que los próximos los haré tal y como me has dicho. Sí».

(María Santísima): «Queridos hijos, hoy os llamo de nuevo y os invito a hacer crecer aún más Mi Llama de amor en vuestros corazones.

Dilatad más vuestros corazones para Mi Llama de Amor con más oraciones, más trabajo, más servicio, más lectura espiritual, más meditación. Y sobre todo, más entrega a Mí.

Rezad aún más para que vuestros corazones se dilaten, pues sólo entonces podré depositar en ellos Mi Llama de Amor.

Quitad las espadas de dolor que el mundo ha clavado en mi Corazón, enterrando también en el olvido los graves Mensajes que di al mundo en mis Apariciones en La Codosera y en Ezkioga.

Deseo tanto que hagáis conocer al mundo estos Mis Mensajes, estas Mis Apariciones. Para que Mis hijos conozcan por fin Mi dolor materno, se conviertan, dejen el camino del pecado y vuelvan al camino de la salvación.

Comprended que la hora es grave, dos Castigos llegarán pronto al mundo si no se convierte y vuelve a Dios.

Tenéis poco tiempo, empezad a rezar más Rosarios y difundid Mis Mensajes rápidamente, para que aumente el número de los que rezan y el número de los que rezan produzca más conversiones. Y así, más gente reza y más gente se convierte incesantemente. Sólo así podrá salvarse el mundo.

No pierdas el tiempo con cosas mundanas, porque es a través de ellas como Satanás te engaña y trata de alejarte de todos los caminos de la oración, que es lo único que puede salvarte a ti y al mundo entero.

No hables, reza más, necesito oraciones, con palabras no puedo hacer nada, pero con muchos de tus Rosarios rezados con amor puedo salvar a muchas almas, puedo salvar al mundo entero.

Rezad Mi Rosario cada día y seguid haciendo Mi Trigésimo con amor cada mes.

A todos bendigo con amor desde Fátima, La Codosera y Jacareí».

(Santa Lucía): «Queridos hermanos, yo, Lucía, vuestra hermana, sierva del Señor y Madre de Dios me alegro de venir hoy una vez más para bendeciros y deciros: ¡Corred por el camino del amor!

Sí, corred por este camino rezando el Santo Rosario con amor cada día. Os dará pies, piernas, o mejor dicho, alas para que mucho más que correr podáis volar por el camino del amor verdadero creciendo cada vez más en santidad, en la perfección del amor filial que Dios quiere de cada uno de vosotros Aquí, y que la Madre de Dios también ha venido a pedir de cada uno de vosotros Aquí.

Corred por el camino del amor verdadero, meditando más Nuestros Mensajes, que son extraordinarios para quienes los meditan.

Corred por el camino de la santidad y del amor verdadero diciendo cada día «no» a las cosas mundanas y a vuestra voluntad. Y diciendo siempre 'sí' a lo que la Madre de Dios te pide en Sus Mensajes Aquí.

Ella es Amor, el Amor es Ella. Ella está en Dios y quien está en Dios está en el Amor y es Amor también. Por tanto, quien encuentre a María encontrará el Amor y quien encuentre el Amor encontrará a Dios y tendrá todo en él, tendrá la vida eterna, tendrá la salvación.

Venid a María y encontraréis el Amor y en el Amor encontraréis a Dios y la salvación eterna de vuestras almas.

Venid a Ella y difundid sus mensajes para que el mundo entero sepa que Ella es la Madre del Amor hermoso, Ella es la Madre del Amor, Ella es el Amor mismo que Dios envió aquí para salvaros. Y para llevaros por el camino seguro de la santidad y del amor que nunca engaña ni es engañado, que nunca se cansa ni se fatiga hasta el Cielo.

A todos os bendigo con amor y os digo: Cada día os amo más, rezad mi Rosario cada semana.

Os bendigo a todos desde Siracusa, Catania y Jacari».

(San Gerardo): «Queridos hermanos, yo, Gerardo, siervo del Señor y Madre de Dios, vengo hoy de nuevo del Cielo para bendeciros y deciros: Enamoraos de la Virgen Inmaculada en estos días de Gracia que os ofrece aquí.

Enamoraos de la Inmaculada rezando Su Rosario aún más intensa y ardientemente.

La santidad en parte depende de Dios, de que Él os dé Su Gracia, y en otra parte depende de vosotros, de vuestras fervientes y ardientes oraciones, deseos y esfuerzos por ser santos. Así que, en estos días de Gracia, esfuérzate por avanzar en el camino de la santidad y, sobre todo, por enamorarte más de la Inmaculada.

Procura conocerla más, leer y meditar más Sus Mensajes. Intentad escuchar mejor durante el día este riquísimo Trece que nuestro amado Marcos hizo para vosotros en el número 11, que es el Trigésimo de las Glorias de María.

Tratad de conocer mejor los privilegios, las glorias, la belleza de Ella, para que vuestros corazones se enamoren de Ella y crezcáis realmente siempre y cada día en el verdadero amor a Ella.

Enamoraos de la Inmaculada pasando más tiempo a solas con Ella en la dulce intimidad de la oración, en el silencio, en la lectura de sus Mensajes. Huye del ruido, huye de la agitación del mundo, busca un lugar solitario para leer Sus Mensajes.

Y así, dejad que estos Mensajes entren en vuestros corazones y produzcan mucho fruto. Sí, allí, en ese dulce silencio, leyendo y meditando Sus Mensajes, pasaréis momentos inolvidables, indescriptibles, deliciosos, de paz, amor y conocimiento de Ella. Eso hará que muchos de vosotros derraméis lágrimas de amor por la Inmaculada.

Así nace el verdadero amor a la Inmaculada. Hacedlo como yo, meditando siempre en Ella, permaneciendo en dulce intimidad con Ella en la oración. Y entonces, la Llama del verdadero amor hacia ella crecerá mucho en vuestros corazones.

Enamoraos de la Inmaculada Concepción diciéndoos siempre y cada vez más «no» a vosotros mismos, a vuestra voluntad, a vuestra opinión y diciendo siempre «sí» a todo lo que Ella os pida en Sus Mensajes. O, en su representante legítimamente elegido, para que de este modo, creciendo verdaderamente en la obediencia, crezcas tú también en el verdadero amor.

Porque obedecer es amar y amar es obedecer a la Inmaculada. Por tanto, reza, obedece y enamórate cada vez más de la Inmaculada buscándola en la oración, en la meditación de Sus Mensajes.

Y, sobre todo, muriendo cada día más por todo lo mundano y por tu voluntad y viviendo sólo para la Inmaculada, para la Inmaculada y aumentando la gloria de la Inmaculada en el espíritu de la Inmaculada.

Rezad mi Rosario cada semana, para ello aumentaré en todos vosotros mi Llama de Amor hasta que se convierta en un fuego de amor como el que yo tenía en mi corazón.

A todos los que estáis aquí, especialmente a mis amados hermanos que vinieron hoy de lejos para consolar y sacar espadas de dolor del Corazón de nuestra Santísima Reina, os bendigo abundantemente ahora desde Muro Lucano, Materdomini y Jacareí.

Marcos Paz, el más obediente y esforzado de los siervos de la Madre de Dios, Paz a todos, buenas noches».

(Marcos): «Hasta pronto