Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
sábado, 4 de junio de 2016
Mensaje de Santa Lucía

(Santa Lucía): Queridos hermanos y hermanas míos, Yo, Lucía, me regocijo de nuevo de estar hoy aquí con vosotros para daros de nuevo mi Bendición, mi Paz y también mi Mensaje, para llevaros más y más alto en el verdadero amor a Dios.
Abrid aún más vuestros corazones al verdadero amor a Dios releyendo y sanando todos los Mensajes que ya os han sido dados Aquí. Leedlos hasta que vuestros corazones se esfuercen aún más por crecer en el verdadero amor a Dios, hasta que alcancéis el amor filial hacia Él.
Cuando alcancéis el amor filial, entonces lo daréis todo de verdad a Dios y no habrá nada más que darle. Pues esto es lo que Él quiere de cada hombre, de cada uno de Sus hijos: que todos Sus hijos Le amen porque Él es vuestro Padre, porque Él os creó, porque Él es la fuente, el origen y el fin de la vida de cada hombre.
Entonces, seréis verdaderamente los verdaderos hijos de Dios y daréis a Dios el amor perfecto que Él tanto anhelaba y vino a buscar Aquí.
Ganad y dejad atrás de una vez por todas el amor bondadoso, también el miedo servil, para que creéis verdaderamente en vuestros corazones el amor amistoso y poco después de Él el amor filial a Dios. Amar a Dios sólo porque se lo merece, porque es bueno. Amad a Dios sólo para darle alegría, satisfacción y contento por verle perfectamente amado por una criatura, por Su hijo.
Entonces darás a Dios la devolución de todas Sus gracias, la gratitud perfecta, la correspondencia perfecta a Él por todas las gracias que te ha dado. Y verdaderamente, Dios se regocijará en ti y por ti, y entonces vendrá a unirse a ti, a morar contigo, a morar en ti y finalmente serás uno con Él.
Yo, Luzia, he vivido este Amor en Mi vida, he llegado a este Amor rápidamente, porque lo deseé con todas Mis fuerzas, lo busqué y luché para crear en Mí este verdadero amor. Y estoy dispuesto a ayudaros también a vosotros a crear en vuestros corazones este amor y a alcanzar este amor.
Venid, dadme vuestras manos y Yo os conduciré con seguridad a este amor perfecto y puro por Dios.
A todos bendigo con el amor de Siracusa, Catania y Jacari.
Continuad rezando mi Rosario al menos una vez a la semana para que os conceda las grandes gracias que os harán crecer en el amor verdadero. Leed los Mensajes, meditad, buscad el silencio y la intimidad con Dios y con la Madre de Dios.
Te quiero mucho y cada día te quiero más, te cuido y te cubro siempre con mi Manto de Amor.
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