domingo, 29 de mayo de 2016

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy os invito una vez más a todos a abrasar aún más vuestros corazones con mi llama de Amor, a servir mejor al Señor, a trabajar mejor en la causa del Triunfo de mi Corazón Inmaculado y de la salvación de las almas.

Para ello deseo que repitáis más a menudo el Acto de Amor: Jesús, María, José os amo salvad a las almas. Y el Acto de Deseo: Madre de Dios, quiero, deseo, aumenta en mi corazón tu Llama de Amor.

Para que vuestros corazones se ensanchen de verdad, para recibir una mayor efusión de mi Llama de Amor que os transformará en verdaderos guerreros de Dios y Míos como lo fue mi hijita Santa Juana de Arco.

Ella ha dilatado mucho su corazón para acoger en él esta Llama del Amor de Dios que le dieron Santa Catalina, Santa Margarita y San Miguel. Y vosotros también, si dilatáis vuestro corazón por muchas oraciones, si deseáis Mi Llama de Amor con toda la fuerza de vuestra voluntad.

Si renunciáis a vuestras opiniones, deseos, voluntades y a vuestra pereza, Mi Llama de Amor entrará en vuestros corazones con tal fuerza y poder que os transformará en poderosos instrumentos de la gracia de Dios en este mundo que destruirán los errores, las tinieblas y el pecado con la palabra y el ejemplo de vuestra vida.

Con el Rosario expandid vuestros corazones para recibir más de Mi Llama de Amor. Practicad también la Virtud de la Fortaleza emprendiendo cosas duras por Dios y con la Virtud de la Magnanimidad soportando también todas las consecuencias, los problemas, todos los trabajos, todas las cargas que os vengan por ello.

Si eres fuerte, si eres magnánimo, entonces verdaderamente Dios puede salvar de miles a millones de almas a través de tu palabra, de tu ejemplo, de tu trabajo apostólico. Llevando cada vez más mis Mensajes, mi Palabra, la verdad, el Amor y la gracia de Dios, a este mundo que acaba de tocar el fondo del abismo en el que ha caído y ha acabado dominado por las tinieblas.

Como dije a Mi hijita Mariana de Jesús Torres en Quito, las almas de este tiempo, las almas buenas, los verdaderos servidores de Dios tendrían que tener una gran Fortaleza, un gran Valor. De lo contrario, no podrían perseverar hasta el final, no podrían salvar sus almas, ni salvar las almas de los demás. Así pues, sed fuertes y valientes y demostrad hasta el final que sois los hijos de la Mujer, de la Mujer vestida de Sol que antes fue la Mujer atravesada por las espadas junto a la cruz del hijo que murió sin perder la Fe.

Entonces vosotros, hijos Míos, seréis verdaderamente Mis hijos y junto Conmigo, con la Virtud de la Fortaleza, Me ayudaréis a transformar este mundo pantanoso de pecado, desamor y violencia en un Jardín de gracia, amor y santidad.

Cuento con cada uno de vosotros y de nuevo os pido: Sed fieles a la Cruzada del Rosario, pues ésta es la gran guerra que debéis librar Conmigo contra Mi enemigo infernal. Con el Rosario en la mano lo rezo meditando junto con mi hijito Marcos y conmigo para que vuestra oración tenga la fuerza y el poder de cegar y neutralizar a Satanás.

Sed fieles en el rezo del Rosario y en todas las demás oraciones que os he pedido, para que así Mi Corazón triunfe verdaderamente cada día más en vosotros y a través de vosotros en este mundo completamente inundado por el fango del pecado y también por las tinieblas del infierno.

El próximo domingo Santa Emilia vendrá conmigo para bendeciros y daros un Mensaje. Releed Mis Mensajes, pues Dios os pedirá cuentas de cada uno de ellos.

Continuad difundiendo Mi Aparición de La Salette para que el mundo entero sepa cuán grande es mi dolor, mi aflicción y mi preocupación por Mis hijos. Y así, mis buenos hijos venid a mi Corazón para uniros a mí en esta gran guerra que culminará con el Triunfo de mi Corazón Inmaculado en el mundo.

Que Mis hijos, Mis apóstoles, Mis soldados lleguen cada vez más lejos y no se desanimen, porque vosotros, Mis hijos obedientes, ya sois victoriosos, porque al fin vencerá Mi Corazón.

A todos os bendigo con gran amor, especialmente a este Lugar que Me es querido, que me es más precioso que todo el resto del mundo. Y a este Mi hijito Marcos, Mi nuevo y fiel caballero, siervo, guerrero que como Mi hijita Juana de Arco lucha cada día contra las tinieblas, contra el pecado, contra el mal, contra la apostasía, contra la falta de fe, contra la disminución del valor de Mi persona, de los Ángeles y de los Santos. Lucha no sólo para salvar a esta nación brasileña, sino a todas las naciones del mundo.

Así como Mi hijita Juana de Arco salvó a su nación, Francia, a la que amo con inmenso amor y afecto. Así como Mi hijo Marcos salvó no sólo a la nación brasileña, sino a todas las naciones del mundo con su palabra, su ejemplo, su trabajo, los Rosarios, las películas y todo lo que hizo para darme a conocer y amar.

Y, sobre todo, por los méritos de sus obras y de su amor tan ardiente por Mí y por el Señor como el de Mi pequeña Juana de Arco.

Marcos, Mi incesante llama de amor va cada vez más lejos, llevando Mi Llama de Amor y quemando todos los corazones de Mis hijos. Luchad, luchad por Mí, porque Yo siempre he luchado y lucharé con vosotros.

Os bendigo a todos con amor desde Lourdes, La Salette y Jacareí».

(Marcos): «Hasta pronto, querida Madre del Cielo».

(Ángel Eliel): «Marcos, soy el Ángel Eliel, transmite este Mensaje a mi hermano Carlos Tadeo:

«Carlos Tadeo, Mi hermano en el Señor, Yo, Eliel, soy tu Ángel de la Guarda, he sido encomendado por el Señor y la Santísima Virgen para acompañarte, guiarte y custodiarte a lo largo de tu vida.

En el momento en que tu alma fue creada, la vi y la conocí, era hermosa. Allí la amé, la tomé en mis manos y la puse bajo mis alas, desde entonces, nunca te he dejado, ni te he abandonado.

He estado contigo todos los días de tu vida, en los momentos alegres me he regocijado contigo, en los momentos tristes he llorado contigo, en los momentos de tus victorias me he alegrado y exultado contigo. En tus sufrimientos he sufrido contigo, en los peligros que has corrido te he protegido y defendido siempre.

Siempre estaré contigo y te acompañaré durante toda tu vida y no dejaré de luchar por ti hasta que te vea feliz para siempre en el Cielo como yo y a mi lado.

Amigo y hermano mío, reza siempre, reza con amor y confianza, para que yo pueda unir siempre tus oraciones a las mías y pueda presentarlas al trono del Señor y de nuestra Bendita Reina para que te enriquezcan cada vez más con gracias.

Quiero que siempre me habléis, quiero que siempre acudáis a mí para orar, con la confianza de un niño pequeño en su hermano mayor. Así te llevaré cada vez más lejos en el camino de la santidad y cada vez más alto en el conocimiento del Amor de Dios.

Ven a Mí, entrégame tus penas, dame todas tus necesidades que Yo te ayudaré a soportarlas y a superarlas todas con las armas de la Oración, la Fe y la Fortaleza.

Muchas veces sentirás Mi presencia contigo resolviendo tus dificultades, te inspiraré en tus oraciones y te daré buenas ideas.

Cuando fui asignada por el Señor para custodiarte me fue revelado que eras una predestinada al Cielo, una elegida para encontrar a Nuestra Santa Reina en Sus Sagradas Apariciones en Jacareí. Que estabas destinado al gran honor de ser el padre del elegido de los Sagrados Corazones, de Jesús, María y José, el vidente Marcos Tadeo.

También, que estabas destinado a hacer grandes cosas por la Madre de Dios y por la salvación de muchas almas. Este conocimiento me hizo gozar y temblar de alegría suprema. Desde entonces, no he tenido otro oficio ni otro cuidado que velar por ti, protegerte como una de las almas más preciosas para Dios y para nuestra Reina Inmaculada.

Grandes gracias te están siendo concedidas a causa de la grandeza del amor que el Señor te tiene y de la misión que te ha sido reservada: ser el padre del alma más amada, predilecta y bendita de los Sagrados Corazones Unidos.

Por tanto, amada Mía, alaba y agradece al Señor todo lo que ha hecho por ti y sigue adelante con toda tu fe, amor y perseverancia. Pues aún te esperan grandes gracias del Cielo y lograrás mucho en el servicio de los Sagrados Corazones.

Yo, Eliel, os bendigo ahora con amor y siempre que estéis rezando yo también rezaré con vosotros y os bendeciré.

Todos los días a las 8 de la tarde te daré una bendición especial.

Paz».

(Marcos): «En esta Aparición también la Santísima Virgen María me mostró su Corazón Inmaculado lleno de luz y dejando salir rayos multicolores en todas direcciones. En su Corazón estaba escrito el nombre de mi padre: Carlos Tadeu Xavier Nunes, en letras doradas y luminosas.

Nuestra Señora me hizo saber que el nombre de mi padre, Carlos Tadeu, está grabado para siempre en Su Corazón Inmaculado. Ella me hizo saber, Padre, que Su nombre está grabado en Su Corazón Inmaculado y que Ella siente un gran amor por ti.

Entonces su nombre se transformó en una gran piedra preciosa verde, que al latir, al pulsar el Corazón Inmaculado de María, esta piedra también pulsó y desprendió rayos luminosos.

Y la Madre de Dios me hizo comprender lo que significaba esta piedra diciéndome:

(María Santísima): «Esta piedra preciosa verde que ves es el alma de mi hijo Carlos Tadeo, a quien amo mucho y a quien destiné para ser tu padre espiritual. Él te acompañará toda tu vida y tú le acompañarás a él, hijo mío, debéis ser uno en Mi Llama de Amor, uno el uno con el otro y uno también Conmigo.

Para que así, unidos en esta Llama de Amor indisoluble, podamos iluminar el mundo con la luz de esta Llama y de ese Amor. Y hagamos de nuevo del pantano del pecado, del odio, de la violencia y de las tinieblas de Satanás el jardín de gracia, belleza y santidad que era antes del primer pecado.

Quiero mucho a mi hijo Carlos Tadeo, siempre estoy con él, su nombre está grabado en mi Corazón Inmaculado, de donde nunca se borrará.

Y en cada latido, en cada latido de mi Corazón Inmaculado le daré una gracia especial que le acompañará durante toda su vida».