sábado, 29 de octubre de 2016

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, yo vuestra Madre Celestial, vengo con mi Corazón en la mano para suplicaros que os arrepintáis de vuestros pecados y cambiéis de vida cuanto antes.

Dios os pide que apresuréis vuestra conversión. Muchos están siendo desobedientes a su santa vocación y no quieren abandonar sus actitudes erróneas. La desobediencia y el pecado no os llevarán al cielo, hijos míos, sino al infierno.

No seáis desobedientes y no permanezcáis sordos a mi llamada maternal. Un gran sufrimiento golpeará a Brasil y al mundo en muy poco tiempo, y mi Corazón sangra por el dolor y el sufrimiento que muchos de mis hijos tendrán que soportar.

Secretamente están tendiendo trampas para que se derrame mucha sangre en Brasil. Rezad y doblad vuestras rodillas hasta el suelo, pidiendo perdón y misericordia al Señor.

No seáis hijos de corazones endurecidos y cerrados. La humanidad ha sido cegada por el pecado, y lo que he revelado en muchas apariciones por todo el mundo se cumplirá, porque el Señor ya no puede soportar tanto pecado y desobediencia en el mundo.

Volved, hijos míos, volved ahora, porque Dios os llama a la conversión, al perdón y a la paz. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Santísima Madre estaba muy triste hoy mientras decía este mensaje. Estaba mostrando su Corazón Inmaculado en la mano derecha, este Corazón Puro y Santo, que tanto ama a Dios y nos ama a nosotros, pero que está ofendido e indignado por los muchos pecados que se cometen en todo el mundo. La Virgen nos pide reparación y oración, para evitar las grandes calamidades que podrían golpear muy pronto a la humanidad. Ahora nos toca a nosotros decidir si queremos aceptar esta invitación a cambiar nuestras vidas o si queremos continuar con nuestras actitudes equivocadas y soportar los grandes castigos que pronto golpearán a la humanidad ingrata.