Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
lunes, 2 de mayo de 2016
Llamamiento Urgente y Angustiado de Jesús Sacramentado a la Humanidad.
Hijos Míos, ¡Quien se haya puesto la Armadura Espiritual no será tocado por Mi Adversario!

Mi paz sea con vosotros, hijos míos. Se acercan grandes pruebas para la humanidad; Mi pueblo fiel será refinado en el horno de la aflicción para que mañana podáis estar conmigo y habitar en la Nueva Creación.
Todo mi pueblo fiel y todos mis elegidos, amados e instrumentos, serán perseguidos en el tiempo de mi adversario y muchos darán su vida por la causa de mi Evangelio. En el reinado final de mi adversario, la persecución y el exterminio de mis hijos fieles, será el más cruel de todos los que se hayan llevado a cabo en la historia de la humanidad. La sangre de mis mártires será la derrota de mi adversario; esta sangre derramada será Mi sangre con la que venceré de nuevo a mi adversario.
No temáis, ni se turbe vuestro corazón; os enviaré mi Espíritu Santo y Él os dará fuerza, para que podáis soportar esos días de angustia y desolación. Antes de que pierdas la vida, tu espíritu será arrebatado y llevado a la Gloria Eterna. La historia de mi pueblo fiel se repetirá y, como mis primeros cristianos, vosotros también tendréis que escalar la montaña o esconderos en cuevas para escapar de la implacable persecución de los emisarios del mal que os darán caza en los días de tribulación que se aproximan.
Hijos míos, después de la Advertencia de mi Padre , las ovejas serán separadas de las cabras y mi pueblo sabrá quién es de Dios y quién sirve a mi adversario; por sus frutos los conoceréis. En su camino hacia la eternidad, todo el pueblo de Dios recibirá las gracias y los dones que necesita para afrontar la batalla final que le dará la libertad. Éstas serán las armas espirituales para combatir, con todo el poder de Dios, a mi adversario y a sus tropas del mal.
Hijos míos, quien se haya puesto la armadura espiritual no será tocado por mi adversario. Prestad atención a lo que os digo y cumplid mis instrucciones; una vez más, os lo recuerdo: no salgáis a la calle sin poneros la armadura espiritual, porque estáis en los días de la batalla espiritual y vienen muchas entidades malignas que vagan por el aire, apoderándose de los cuerpos de los que están lejos de Dios o apoderándose de ellos para mi adversario. Así pues, prestad atención a mi llamada, para que no os traigáis sorpresas desagradables. Cada día de estos últimos días, la batalla espiritual será más encarnizada. Tras la Advertencia y el Milagro vendrá la batalla final que os dará la libertad. Os instruyo en todo esto, para que permanezcáis firmes en la fe y para que, como buenos soldados, estéis alerta y vigilantes, para que nada ni nadie pueda cogeros por sorpresa.
Hijos míos, la astucia de mi adversario no tiene límites; se aprovechará del mundo del espectáculo y del deporte de vuestro tiempo para implantar en todos sus seguidores la marca de la bestia. Se aprovechará del deporte que mueve a las masas en vuestro mundo y los clubes deportivos harán una campaña mundial para que sus seguidores se dejen implantar el microchip. Muy pronto será imprescindible llevar el sello de la bestia implantado en el cuerpo para entrar en los recintos deportivos o para ver a tus ídolos humanos. No habrá venta de entradas; el billete de entrada a estos escenarios será el microchip. ¡Cuántos se perderán por este engaño! Millones caerán en la trampa y cuando se den cuenta del error que han cometido, ¡será demasiado tarde para ellos!
Hijos míos, ¡tened cuidado de no caer en este engaño! Muchos ídolos de vuestro mundo ya han vendido sus almas a mi adversario a cambio de fama, poder y dinero; la lista es grande y en ella hay deportistas, futbolistas, cantantes, políticos, funcionarios, escritores, magnates, banqueros y muchos que dicen ser parientes míos. Millones los idolatran y ellos serán los que arrastren a muchos a la perdición. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué puede dar alguien a cambio de su alma? (Mateo 16, 26) Pobres cobayas, la astucia de mi adversario os robará el alma.
Así pues, estad alerta y vigilantes, hijos míos, porque mi adversario se servirá de todo para hacer perder el mayor número de almas. Os dejo mi paz, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca. Vuestro Maestro, Jesús del Santísimo Sacramento.
Da a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.