viernes, 22 de abril de 2016

Urgentísimo Llamamiento de María, la Rosa Mística, al Pueblo de. Dios.

Pobres Almas de las Naciones Malvadas, ¡Porque Vais a Conocer la Justa Ira de Mi Padre!

Hijitos de mi corazón, que la paz de mi Señor esté con vosotros. Hijos míos, me siento muy triste y no puedo dejar de llorar, al ver que mis hijitos rebeldes no quieren atender los llamamientos del cielo. Los días de la justicia divina se acercan y pronto la creación de mi Padre entrará en la etapa final de su transformación. La creación de mi Padre está a punto de entrar en los últimos dolores de parto y no habrá lugar en la tierra donde no se sientan sus lamentos.

Millones de almas se perderán por no haber querido escuchar nuestras llamadas a la conversión y por no haber prestado atención a los signos e indicaciones que se os están dando. Signos y manifestaciones tan claros y abundantes como nunca antes se han visto en la tierra. El Cielo está agotando todos sus recursos, tratando de salvar al mayor número de almas, pero esta humanidad se niega a escucharnos.

Al despertar los volcanes, pronto se producirá una reacción en cadena. Muchas naciones van a quedar destruidas y no volverán a levantarse. El gran dragón amarillo de la gran nación del norte está a punto de entrar en erupción y muchas ciudades y pueblos de este gran país van a quedar devastados y otros desaparecerán.

Las placas tectónicas van a moverse y su movimiento hará que los continentes se desplacen, debido a la cadena de erupciones de estos volcanes. ¡Ay de ti, nación del Águila, porque tu pecado y tu maldad serán tu destrucción! ¡Ay de ti, mi amada Colombia! ¡Ay de ti, mi tierra de México! ¡Ay de ti, nación de la estrella solitaria, porque vas a ser purificada! ¡Pobres almas de las naciones malvadas, porque vais a conocer la justa ira de mi Padre! Sólo se oirá de ellas llanto, destrucción y muerte. Vuestra maldad, injusticia y pecado serán castigados por la justicia divina.

¡Cuántos llamamientos a la conversión y cuánta misericordia ha tenido mi Padre con vosotros, naciones perversas! Os habéis burlado de los Diez Mandamientos y habéis ignorado nuestras llamadas a la conversión. Así pues, la justicia divina es el precio que pagaréis por todos vuestros pecados e injusticias. La Creación que tanto maltratasteis os lo hará pagar y vuestra tecnología no os servirá de nada. La justa ira de Dios se abatirá sobre vosotros, naciones malvadas, y no seréis recordados.

Hijitos, rezad por los hijos de Dios que viven en estas naciones malvadas, para que, al igual que la familia de Lot, sean protegidos y puedan salir de ellas, antes de que la justa ira de Dios se derrame sobre estas naciones. Rezad por todos los mártires cristianos que derraman su sangre por el fortalecimiento de la fe en esas naciones del Extremo Oriente. Tenedlos en cuenta en vuestras oraciones, Misas y rosarios; no seáis indiferentes a vuestros hermanos, porque hoy son ellos y mañana podéis ser vosotros.

Hijitos, se acerca el colapso financiero que dará paso a la implantación mundial de la marca de la bestia. Ya está todo preparado para que comience el reinado final de mi adversario; se acercan los días de la bestia y eso significará martirio, persecución y muerte para el pueblo de Dios.

Os hago un llamamiento urgente, hijitos, para que el 13 de mayo, día de mi aparición en Cova de Iría, hagáis de él una gran jornada de oración, ayuno y penitencia en todo el mundo, de 6:00 a 18:00 hora de Colombia, suplicando a Nuestro Padre Celestial que tenga misericordia de la humanidad, ante los acontecimientos que están a punto de desencadenarse. Cuento con vosotros, mi Ejército Mariano, mis Legionarios y todos mis queridos del Movimiento Sacerdotal Mariano. Deseo que este llamamiento se difunda por todo el mundo. Que todo el mundo cristiano católico atienda este llamamiento y que llegue a todos los rincones de la tierra, porque lo que está en juego es la salvación de millones de almas. Os aviso con antelación para que os preparéis para este gran día. Estaré con vosotros espiritualmente, para que juntos oremos al Padre y clamemos por Su infinita misericordia, porque el pecado y el mal existentes han despertado la justa ira de Dios. Así pues, preparaos, hijitos, porque se acercan los días de la gran prueba.

Que la paz de mi Señor habite en vosotros.

Vuestra Madre, María, Rosa Mística, os ama.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.