domingo, 22 de mayo de 2016

¡Inescrutable para ti...!

- Mensaje nº 1145 -

Hija mía. Mi querido hijo. Has venido. Gracias. Por favor, escucha y escribe lo que Yo, tu amada Madre del Cielo, tengo que decir hoy a los hijos del mundo: Preparaos , amados hijos de la tierra, porque vuestro mundo pasará. Jesús vendrá a redimiros a vosotros, que le sois fieles y devotos, del reino del mal, que ahora empieza a culminar, y ese momento está cerca.

Estad preparados, amados hijos de Mi corazón. La advertencia llegará y vuestros pecados os serán puestos al descubierto, pero entonces tendréis la oportunidad de entregaros a Jesús, de entregaros a Él, pero estad preparados para este día, este momento que Cambiará Todo en vuestro mundo y en vosotros , Mis amados hijos de la tierra, ¡y este tiempo que viene después es el que hay que soportar!

¡Preparaos y confiad, hijos Míos, confiad en Jesús! ¡Sólo Él puede guiaros ahora!

Dadle vuestro Sí, amados hijos de Mi corazón, vuestro Sí sin restricciones, para que no os perdáis ante el adversario de Mi Hijo, que es astuto e inescrutable para vosotros . Pronto, muy pronto, dará el golpe final, y eso no significa nada bueno para vosotros. Comenzará entonces el peor tiempo, pero llevad esperanza en vuestros corazones y rezad , hijos Míos, porque el Padre acortará el tiempo si se lo pedís íntima y sinceramente.

No temáis nunca, amados hijos de Mi Corazón, pues quien permanezca fiel a Jesús no sufrirá daño alguno. Su alma se salvará, y como mártir entrará en el cielo, si muere por Mi Hijo.

Creed y confiad y rezad, hijos Míos, rezad. Sólo vuestra oración puede contener lo peor, sólo vuestra oración ablandará al Padre del Cielo cuando amenace el peor momento.

Os amo, hijos Míos, poneos diariamente bajo Mi protección , y con amor y cuidado pondré Mi manto de protección alrededor de vosotros y de vuestras familias.

Ve ahora, hija Mía. Todo está dicho.

Os amo, os amo, amados hijos de Mi Corazón. Id en paz y preparaos. Amén.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.