Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

sábado, 3 de diciembre de 2016

Sábado, 3 de Diciembre de 2016

 

Sábado, 3 de diciembre de 2016: (San Francisco Javier)

Jesús dijo: «Pueblo mío, los obreros son pocos, pero la mies es mucha. Pedid al Dueño de la mies que envíe más obreros para recoger las almas. Hijo mío, es casualidad que vengas a otra iglesia para la Misa del sábado por la mañana, y ahora oigas Mi llamada para que haya más sacerdotes. Te he pedido muchas veces que reces por tus sacerdotes y por más vocaciones al sacerdocio. A medida que se jubilan más sacerdotes ancianos, aumenta la carga de trabajo de los sacerdotes que quedan para atender las Misas de todas las iglesias abiertas. A medida que cambien los horarios de las misas, os resultará más difícil incluso celebrar una misa dominical, por no hablar de una misa los sábados por la mañana. No sólo hay menos sacerdotes disponibles, sino que también disminuye el número de laicos en los bancos. Realmente hay muchas almas que convertir, pero pocas personas están dispuestas a ser evangelistas para salvar almas. Doy las gracias a todos Mis hijos sacerdotes y laicos que se esfuerzan por salvar almas del infierno. Seguid rezando por las vocaciones al sacerdocio y por la conversión de los pobres pecadores.»

(Misa de las 16:00) Jesús dijo: «Pueblo mío, hoy oís en el Evangelio a mi heraldo en el desierto que me prepara el camino. San Juan llamaba a la gente a 'arrepentirse' de sus pecados y a bautizarse por inmersión en el agua del río Jordán. Él es el que en el desierto llevaba pelo de camello y comía langostas y miel silvestre. Fue llamado por Dios para ser uno de Mis profetas. Has leído el relato de cómo, siendo un bebé en el vientre materno, San Juan saltó de alegría ante el anuncio de la venida de Mi Santísima Madre a visitar a Santa Isabel. Éste fue su primer anuncio de Mi venida, mientras estaba en el vientre de Mi Santísima Madre. Más tarde, en el desierto, Me llamó «Cordero de Dios», y Mis primeros apóstoles empezaron a seguirme. San Juan era fuerte en su fe, e incluso le dijo al rey Herodes que no debía casarse con la mujer de su hermano. Por ello fue encarcelado, y más tarde decapitado por Herodes. Alégrate en esta segunda semana de Adviento, pues yo también invito a la gente a que se arrepienta de sus pecados y los confiese en la Confesión con frecuencia. Pronto leerás el relato de Mi nacimiento, y agradeces que viniera como Dios-hombre. Vine a sacrificar Mi vida para que todos los pecadores pudieran ser redimidos de sus pecados y salvados del infierno. Os he dado Mi sacramento del Bautismo como entrada para ser cristianos. Muchos de vosotros fuisteis bautizados al nacer, pero ahora podéis proclamar vuestra propia fe en Mí, como hicieron vuestros padrinos de Bautismo. Disfrutad del espíritu navideño amándome y amando a vuestro prójimo».

Origen: ➥ www.johnleary.com

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