lunes, 10 de octubre de 2016

Lunes, 10 De Octubre De 2016

Lunes, 10 de octubre de 2016

Jesús dijo: «Pueblo mío, esta visión te muestra un camino ascendente que es liso y sin escalones. Es difícil de subir porque podrías resbalar y caer hacia abajo. Mis fieles luchan por subir por este camino resbaladizo para estar Conmigo, pero las personas que están contra Mí, o siguen cayendo, o no quieren estar con Aquel que les ama. En el Evangelio, la única señal que os daré, es la señal de Jonás. Jonás dijo al pueblo de Nínive que se arrepintiera de sus pecados y cambiara de camino, o sería destruido en cuarenta días. Lo mismo ocurre hoy, sigo llamando a todos los pueblos para que se arrepientan de sus pecados e intenten seguir Mis caminos. Aquellas personas que se niegan a aceptarme y a adorarme los domingos, están invocando Mi justicia, que podría consistir en desastres y en la posible pérdida de sus almas. Seguid las palabras de Mi Evangelio y actuad de acuerdo con ellas, y os salvaréis. Arrepentíos de vuestros pecados y confesadlos en la Confesión al menos una vez al mes, y seréis dignos de recibirme en la Sagrada Comunión».

Jesús dijo «Pueblo mío, algunos de los de tu sociedad ansían riquezas y posesiones, y se pasan la vida acumulando objetos de valor. Yo no mido el éxito en la tierra por la cantidad de dinero que tengáis, sino que lo mido por vuestro amor a Mí y a los demás, y por cuántas buenas obras realicéis. Algunas personas ricas tienen miedo de perder su riqueza a causa del dólar o de una caída de la Bolsa, por lo que compran bienes valiosos como oro, plata, diamantes, arte y bienes inmuebles. Es triste ver que la gente adora al dinero y a las posesiones más que a Mí. Algunos ricos desean controlar a la gente más que su riqueza. El amor al dinero es una adicción, y esas personas, que son ricas por sí mismas, dependen más de sí mismas que de Mí. Mi pueblo necesita dejar que Yo sea el centro de su vida, y necesita confiar en Mí para proveer todas sus necesidades. No podéis hacer nada por vosotros mismos, sino que necesitáis Mis gracias para que os ayuden en vuestras tareas diarias. Por eso Mis fieles, que confían en Mí, no se preocupan por enriquecerse, y permiten que Yo provea su comida y su agua. Todos vosotros sois muy valiosos para Mí, y quiero salvar el mayor número posible de almas. Por eso envío a Mis mensajeros por el mundo para que evangelicen a las almas para que Me adoren y hagan que la gente se arrepienta de sus pecados.»