jueves, 19 de mayo de 2016

Jueves, 19 De Mayo De 2016

Jueves, 19 de mayo de 2016:

Jesús dijo «Pueblo mío, ya sabéis cómo algunos ricos se aprovechan de los pobres, cuando los utilizan como mano de obra esclava y les pagan salarios bajos. Hay muchas injusticias en el mundo, mientras los ricos se dan la gran vida con el dinero de los demás. Has leído sobre Lázaro y el hombre rico en la Biblia. Durante su vida, el hombre rico ni siquiera ayudó a Lázaro con sus llagas ni le dio comida. Luego, en el juicio, Lázaro estaba conmigo en el cielo, pero el hombre rico languidecía en las llamas del infierno. Quería agua para refrescarse la lengua, pero su castigo era eterno. Si te sobra riqueza, debes compartirla en donaciones caritativas. Si vives egoístamente, puedes ser castigado como el hombre rico en el infierno. Amando a la gente y ayudándola siempre que puedas, estarás acumulando un verdadero tesoro en el cielo. Ayuda a los pobres con tus donativos y oraciones, mientras tengas la oportunidad».

Grupo de oración:

Jesús dijo: «Pueblo mío, es triste ver otro avión derribado en el mar Mediterráneo. Había restos en la superficie cerca de una isla griega. Se presume que todos los pasajeros y la tripulación están perdidos. Tu pueblo sospecha que se trata de un acto terrorista, pues no hubo aviso ni comunicación de problemas. Reza por las personas que se perdieron y por sus afligidas familias».

Jesús dijo «Hijo mío, al principio te olvidaste de rezar tu oración de San Miguel cuando volvías a casa desde Kentucky. Cuando viste que había mucho tráfico en la autopista principal hacia el aeropuerto, te preocupó perder el avión. Fue entonces cuando rezaste tu forma larga de la oración de San Miguel. Como te perdiste por un momento, un hombre generoso te condujo en su coche de vuelta a la autopista principal, pasando el tráfico bloqueado. También tuviste suerte de que tu avión se retrasara y pudieras cogerlo a tiempo. Necesitas oraciones de agradecimiento por un buen resultado y una respuesta a tu oración».

Jesús dijo «Hijo mío, pudiste dar a tu amiga algunas palabras de consuelo de su hija, que murió de cáncer cerebral. También compartió algunas palabras sobre milagros que ocurrirían en tu capilla. La gente se alegró de recibir tus mensajes en Pentecostés. El Espíritu Santo ayuda a la gente a profetizar, sanar y evangelizar a los conversos. Tu viaje fue muy fructífero en lo que compartiste».

Jesús dijo «Hijo mío, fuiste testigo de la joven que buscaba la verdad. Cuando compartiste con ella el rosario y cómo rezarlo, se sintió acogida y aceptada por Mi Santísima Madre. Tu amiga quiso seguir con ella para que pudiera acercarse a Mí y a Mi Santísima Madre. Recuerda cuando te dije que si un alma se convierte, entonces tu viaje habrá valido la pena».

Dijo Jesús: «Pueblo mío, visteis un hermoso homenaje a Alicia cuando fue agraciada con una de las cuatro estatuas del Niño de Praga que fueron traídas a América. Este regalo y su nueva capilla fueron gracias que se le concedieron para suavizar la dureza de perder a su hija a causa del cáncer. Debbie está en el cielo y rezará por su familia. Fue bueno que estuvieras allí para ayudar a consolar a Alice en su duelo por su hija».

Jesús dijo «Pueblo mío, después de vuestra celebración de Mi Espíritu Santo el domingo de Pentecostés, ahora volveréis a las vestiduras verdes del Tiempo Ordinario. La venida del Espíritu Santo el domingo es un gran signo, pues apareció con lenguas de fuego sobre Mis apóstoles. Llevó Sus dones a Mis discípulos y éstos comenzaron a predicar en lenguas extranjeras. Mis apóstoles recibieron el valor de salir a todas las naciones para compartir Mi Buena Nueva de Mi Resurrección. Así Mi Iglesia pudo crecer en número y extenderse por todo el mundo».

Jesús dijo: «Pueblo mío, vuestra primavera ha sido más fría de lo normal, por lo que las flores y los árboles tardaron en crecer. Ahora, que vuestro tiempo se está calentando, habéis visto que vuestra hierba crece larga. Habéis tenido que cortar la hierba alta a causa de este mayor crecimiento. Alégrate de que la vida haya vuelto a todas tus flores, árboles y hierbas. La belleza de la primavera es un alivio bienvenido tras el frío invierno y los árboles desnudos. Este ciclo de la vida te recuerda que tu vida es preciosa, pero que algún día llegará a su fin. Mantén tu alma pura con la Confesión mensual, así estarás preparado para tu juicio».