Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
miércoles, 18 de mayo de 2016
Miércoles, 18 De Mayo De 2016

Miércoles, 18 de mayo de 2016
Jesús dijo «Pueblo mío, no puedes prometerte a ti mismo que estarás aquí mañana, pero por Mi gracia, puede que no mueras hoy. Siempre tienes que decir, si Yo (Jesús) lo quiero, estarás aquí mañana. La vida es corta, y podrías morir por cualquier cantidad de causas. Si estás vivo, tienes que utilizar tu vida para rezar y ayudar a la gente con sus problemas. Mucha gente da por sentado que su vida continuará. Si tuvieras una enfermedad terminal como el cáncer, apreciarías cada momento que te quedara. Todos sois un consuelo para los demás, porque es difícil vivir solo. Atesora a tus amigos y familiares mientras aún estén contigo, porque cada vida que pongo en tu camino, es un regalo para ti, especialmente para tus hijos. Ves a la gente cada día, pero imagina tu vida sin ellos, y los apreciarás aún más. Vive tu vida al máximo, para que puedas mostrarme tus buenas acciones durante todo el tiempo que estuviste aquí en la tierra».
Dijo Jesús: «Pueblo mío, tú sabes cuánta agua necesitas beber cada día. Cuando tengáis cuarenta personas en vuestro refugio, multiplicaré lo que necesitáis sin contar el agua que necesitáis para lavaros el cuerpo, la ropa y la vajilla. Necesitarás tus varas de rociar para apuntar a los manantiales que haya en tu tierra. Habilitaré tu equipo de perforación para poder bombear agua fresca del suelo. Es posible que necesites una cisterna para asentar el agua turbia, o un filtro para purificar el agua. El agua de tus barriles sólo se necesitará para beber. Tu pozo perforado y la lluvia recogida en el tejado deben ser el agua utilizada para lavarte el cuerpo, la ropa y la vajilla. Si puedes reutilizar el agua purificándola, tendrás más para compartir. Tendrás que rezar para que algunos milagros multipliquen tu agua fresca, de modo que todos tengan suficiente para beber y lavarse. Cuando llueva, tendréis que utilizar los canalones para llenar los barriles de lluvia. Podrías conseguir algunas casas portátiles más pequeñas para tus letrinas, de modo que puedas trasladarlas más fácilmente que tu gran cobertizo. Tendrás que hacer algunos agujeros en el suelo y utilizar tu cal para curar el olor. Es posible que necesites algunas palas de poste para cavar los agujeros. Si estás preparado para atender a un gran número de personas, podrás ayudar a las personas que acudan a tu refugio. Sobre todo, tienes que rezar y ser paciente con tu gente».
Origen: ➥ www.johnleary.com
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