Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 13 de noviembre de 2016
Mensaje del Sagrado Corazón de Jesús

(Marcos): ¡Qué bien que la Señora estuviera contenta con ellos! Si se alegraron del corazón de la Señora por mí, eso es todo, lo único que importa.
(Sagrado Corazón de Jesús): «Mis queridos hijos, hoy, Yo, Jesús, vuestro Señor, vengo de nuevo para bendeciros y deciros: ¡Sed margaritas de mi Sagrado Corazón!
Sed margaritas de mi Sagrado Corazón viviendo cada día más en mi Amor, buscando consolar a mi Corazón por tantos que me ofenden, desprecian mi amor y no quieren amarme. Por tantos que aún hoy, incluso después de mi muerte, huyen de Mí y me niegan el amor de sus corazones.
Con el amor de sus corazones, con sus oraciones embalsamadas de amor y con obras de amor fiel y verdadero consolad Mi Corazón.
Sed margaritas de amor que den a Mi Corazón verdaderamente honor, gloria, amor y ese afecto fiel que siempre he esperado de todas las almas. Pero por ellas sólo he sido pagado con ingratitudes, con olvidos y con pecados.
Cuántas gracias doy diariamente a todas las almas. ¿Y no es la vida, la conservación de la vida, una de ellas? Y, sin embargo, viven sólo para ofenderme, viven sólo para hacerme daño y para pagar Mis beneficios con pecados e ingratitud.
Por eso lloro y por eso llora también Mi Madre al verme tratado así, incluso después de haber dado Mi vida y derramado Mi sangre hasta la última gota en la Cruz por la salvación de todos.
Sí, Mi Corazón también llora al ver cómo tratan a Mi Madre. He enviado a Mi Madre como Mensajera en muchos lugares del mundo y también aquí, pero la mayoría están abandonados y a nadie le importa nada.
Y aquí también estaría así si no fuera por el ardor, el celo, el amor, el trabajo incansable de nuestro amado Marcos, que obediente a nuestros Corazones, no para de hacer Rosarios Meditados para mi Madre, Horas de Oración para que esta gente rece y rece mucho cada día.
Si no hubiera hecho todo esto, si no hubiera hecho las películas de las apariciones de Mi Madre. Si no hubiera sido este valiente, ardiente y formidable caballero de Nuestros Corazones este lugar también habría sido abandonado y cubierto por la maleza y los animales.
Pero, gracias, gracias a este admirable y formidable caballero de Nuestros Corazones, aquí, en este lugar la oración nunca se detiene, nunca muere, nunca cesa.
Y por eso Mi Madre y Yo aquí, somos consolados por él y por aquellos que como él también Nos aman, Nos obedecen y dan su vida por amor a Nuestros Corazones. Para ayudarnos a salvar a tantas almas que corren el riesgo de perderse para siempre y sólo mediante actos continuos de amor, de obediencia a Nuestros Corazones, estas almas pueden salvarse.
Sí, mi amado Marcos es la mayor margarita de amor de mi Corazón Inmaculado, de mi Sagrado Corazón. Sí, y tú también debes serlo para que verdaderamente pueda a través de ti hacer que el dulce perfume de mi amor, de mi gracia y de mi santidad se extienda por este mundo completamente adornado y podrido por el pecado.
Y como un cadáver putrefacto exhala ahora el hedor de la perdición total de las familias, de la juventud y de toda la sociedad que agoniza y muere espiritualmente.
Sed margaritas de amor a mi Sagrado Corazón llevando mis mensajes y los mensajes de mi Madre a todas las almas y hasta los confines del mundo.
No tengáis miedo porque Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo y Mi Espíritu obrará en vosotros y por vosotros mientras el único deseo de amarme, de amar a Mi Madre y de salvar a vuestros hermanos y hermanas sea el espíritu que anime vuestras almas y vuestros corazones.
Sed las margaritas de mi Sagrado Corazón creciendo cada día en unión conmigo, por la oración profunda, por la meditación, por la unión de vuestra voluntad con la mía, por el desprecio de vuestra voluntad y de las cosas mundanas.
Y entonces, verdaderamente mi Llama de Amor, la Llama de mi Madre irrumpirá poderosamente en tu alma y la abrasará, transformándola en una llama incesante de amor.
¡Oh! ¡Sólo quiero amor! Llamo a la puerta de los corazones, pido amor, busco amor, ¡tengo sed de amor!
Soy amor, soy amor. Mi Sagrado Corazón es el tabernáculo del amor, es la fuente del amor donde toda criatura puede beber el Amor Eterno que en el alma genera paz, alegría, genera santidad, genera vida eterna.
Toda alma que bebe de esta fuente vive eternamente, la que va a beber de la fuente de Mi enemigo, negándose a beber de la fuente de Mi Corazón, esta alma muere. Y cuando veo que se obstina y decide para siempre beber de las fuentes envenenadas del enemigo, la abandono y la dejo beber de esa agua de muerte hasta que muere eternamente.
No lo hago porque sea malo, sino porque soy justo. El bien y el mal están ante ti, busca lo que quieras y lo que se te dé.
Aquel que Me busque y quiera Mi agua de vida eterna a él le daré esa agua y verdaderamente de su interior brotarán ríos de vida, ríos de gracia que fluirán hacia la vida eterna llevando consigo en los torrentes de sus aguas a la propia alma que brota de él y a muchas más que le acompañarán en un torrente de santidad, gracia y amor.
Sed las margaritas de mi Sagrado Corazón imitando a mi hija Margarida Alacoque que fue una pequeña margarita de amor. Que verdaderamente me dio cada día de su vida un amor puro y filial, un amor que quería amarme, consolarme, agradarme de verdad, alabarme, adorarme, servirme.
Y no quería nada a cambio, excepto amarme más y más también y estar más y más en el mar insondable de mi bondad infinita.
Que éste sea también vuestro deseo y os daré lo mismo que le di a ella, os daré el don único del conocimiento de mi Sagrado Corazón, os maravillaré en las profundidades de la bondad de ese Corazón mío que tanto os ama y os haré herederos de mi Sagrado Corazón.
Sí, hijos míos, cuánto deseo enriqueceros con los tesoros y las riquezas de mi Sagrado Corazón. Sólo quiero vuestro «sí» y el resto lo haré yo. Vuestra miseria, en lugar de retirarme, me atrae, pues Yo, que soy infinitamente rico en bienes eternos, al veros tan miserables, me compadezco de vosotros.
Y siento en Mi Sagrado Corazón el deseo de compartir contigo Mis riquezas, de convertirme en consorte de las riquezas de Mi Sagrado Corazón y de enriquecerte para verte rico, bello y esplendoroso como lo es Mi propio Sagrado Corazón.
Por eso, quiero que vengas a Mí para que te enriquezca cada día y siempre más con Mis gracias.
Aquí quiero verdaderamente que las almas ardan de amor en grado sumo, así que rezad, rezad, rezad. Velad también porque os he dado mucho y mucho os cobraré.
Yo soy ese Señor que cobra incluso de donde no planté y en vosotros donde he plantado grandes semillas de amor y de gracia muchos frutos pronto vendré a buscar.
No seáis como la higuera estéril que he maldecido, porque de lo contrario enviaré a Mis Ángeles para que os arranquen y os arrojen al fuego eterno, que nunca se extinguirá, porque allí está el lugar de los árboles que no quieren producir frutos de amor y de santidad.
Vive en Mi Amor, vive en Mi Gracia, ¡te amo! Quiero ser vuestro Dios amoroso que está continuamente unido a vosotros por los lazos del amor eterno en vuestros corazones.
Así que venid a Mí, abridme vuestros corazones, dadme vuestro amor y Yo también os daré todo el Mío, os revelaré Mis Secretos, besaré vuestra alma con el beso amoroso de Mi Corazón que os hará regocijaros de alegría.
Te adornaré con Mis joyas reales, te daré Mis regalos, te daré Mis favores. Y entonces, verdaderamente brillaréis y seréis imágenes perfectas de mi Santo Corazón, reales, divinas, esplendorosas.
Y el mundo, al ver la belleza y hermosura de vuestras almas, se enamorará de la belleza de Mi Sagrado Corazón, del que han salido las riquezas que os han enriquecido. Y entonces, el mundo conocerá Mi amor, conocerá la verdad, y la verdad os hará libres a todos.
Seguid rezando cada día el Rosario de la Misericordia, por él os daré muchas gracias. Haced Mi Hora Santa todos los viernes, como os envió Mi hijito Marcos. Ya os he mostrado Mi Rostro a uno de Mis hijos que hacía esta Hora Santa para deciros: Que cuando la hacéis de verdad Yo estoy vivo con vosotros, para daros Mis gracias y revelaros Mi Rostro de Amor.
A todos bendigo con amor ahora desde Paray-Le-Monial, Dozule y Jacari».
(María Santísima): «Hijos míos, hoy celebráis aquí el Aniversario de la revelación de mi Medalla de la Paz. Sí, aquel 8 de noviembre, cuando revelé a mi hijito Marcos mi Medalla de la Paz, hace tantos años. Os hice un gran Regalo de Amor de mi Corazón Inmaculado.
Os di un gran Regalo de Amor de mi Corazón para mostraros cuánto os amo y para protegeros de las asechanzas de mi Enemigo, que en aquellos tiempos aumentaría enormemente y haría caer a muchos. Para que así vuestro cuerpo y vuestra alma estuvieran protegidos de su acción maligna.
Y así podríais gozar de verdadera paz y libertad de espíritu para seguir confiada e imperturbablemente el camino de la santidad y la salvación.
Os di un gran Don de Amor de mi Corazón, para que a través de esta Medalla mi Corazón Inmaculado pudiera iluminar vuestras almas, y abrirlas cada vez más con mi Llama de Amor. Y para evitar que caigáis en los errores que en estos tiempos se propagan y enseñan y que ya han hecho que tantas almas se corrompan y caigan en la gran apostasía.
Os di un gran don de Mi Amor para que fuerais para vosotros un canal de gracia y de milagros sin fin en estos tiempos de gran tribulación, en los que las pruebas, las dificultades y los obstáculos aumentarían para todos y muchos podrían desanimarse en medio del camino.
A través de Mi Medalla Milagrosa de la Paz doy a Mis hijos cada vez más: bendiciones, gracias, consuelo, apoyo y amor. Para aliviarles del peso de las pruebas y darles fuerza para que caminen siempre más hacia el Triunfo de mi Corazón Inmaculado.
Os he dado un gran Don de Amor y también un gran signo de esperanza, porque vuestra Madre Inmaculada, que en esta Medalla Milagrosa de la Paz pisa y aplasta la cabeza de la serpiente infernal, ya os anuncia su Triunfo, su victoria definitiva sobre Satanás y las fuerzas del mal, que pronto tendrá lugar.
Por eso, a través de esta medalla sois consolados, sois ayudados por Mí, y sois alentados a seguir caminando cada día obedeciendo Mis Mensajes bajo Mi mandato hacia el Triunfo de Mi Corazón, cuando por fin os libere de todas las malas acciones de Satanás y os haga entrar en el nuevo tiempo de santidad de paz y de amor que estoy preparando para el mundo entero.
En esta Medalla se consuela vuestra esperanza, se hace más ardiente vuestro amor, se solidifica vuestra fe. Os di esta Medalla para solidificar vuestra fe en Mí, porque ya había previsto que la gran apostasía aumentaría y que muchos perderían la fe católica en sus corazones.
Sí, ahora los libros que contienen herejías se difundirán como nunca entre el pueblo católico y muchos perderán su fe y su amor por Mí, su respeto por Mí, los Ángeles y los Santos.
Pero aquí no, porque gracias a mi hijito Marcos, mi formidable caballero, gracias a los Rosarios Meditados que hizo y os dio. Todas las Horas de Oración y las Películas de Mis Apariciones la fe de Mis hijos aquí se fundó sólidamente en Mí y aquí no se propagarán los errores protestantes, los errores de la apostasía.
Y los que permanezcan fieles a este lugar no se corromperán, no perderán el tesoro de la verdadera fe católica.
Debéis dar gracias a Dios y a Mí que os traje a este lugar, donde a través de Mi caballero, Mi incesante llama de amor, os di todos esos tesoros que impedirán que la apostasía corrompa vuestra fe y lleve vuestras almas a la perdición.
Si estuvierais en el mundo, o lo que es peor con los pobres católicos, que guiados por los sacerdotes apóstatas y ciegos están acabando cayendo en el abismo. Vosotros también, vosotros también hijos Míos perderíais el precioso tesoro de la fe.
Dadme esta gracia, dadme esta conservación, dadme Mi aparición Aquí, Mi intervención Aquí esta gran Misericordia y este acto de protección que aquí se os da.
Tú das a Mi caballero, tú das a Mi incesante llama de amor, Mi hijito Marcos esta preservación de tu fe. En verdad, quien permanezca fiel a Mí Aquí no será contaminado por la apostasía y no se perderá.
Por eso, hijitos, dad gracias hoy a Dios por haberme enviado Aquí con Mi Medalla Milagrosa de la Paz, con Mis Mensajes y a través de Mi hijito Marcos, Mi caballero para haberos dado tantos tesoros, que mantienen viva, encendida, protegida, pura e inmaculada en vuestras almas la llama de la verdadera fe católica.
Seguid rezando Mi Rosario cada día, pues quien permanezca sólidamente unido a Mí por el Rosario no se perderá, no se contaminará con la gran apostasía. Quien desprecie Mi Rosario se perderá.
Continuad con todas las Horas de Oración que os di Aquí y abrid cada vez más vuestros corazones a Mi Llama de Amor, ensanchadlos con más oraciones, con más ayunos, con más sacrificios. Y sobre todo, despreciando vuestra voluntad, vuestra opinión y las cosas mundanas, vuestro apego a las criaturas.
Para que verdaderamente en tu corazón haya un lugar para que Yo ponga Mi Corazón con Mi Llama de Amor, para que tengas los mismos sentimientos que hay en el Mío y con este Amor ames y sirvas a Dios.
A todos bendigo con el amor de Fátima, Lourdes y Jacareí».
(San Miguel Arcángel): «Queridos hermanos, yo, Miguel, siervo del Señor, me alegro de venir hoy a bendeciros y a deciros: Reparad el mal hecho a Bonate.
Mientras el mundo no repare la injusticia y el mal hechos a la Madre de Dios en las Apariciones de Bonate, los castigos seguirán cayendo sobre la tierra.
La injusticia cometida contra Bonate es la causa de muchos tornados, terremotos, huracanes y sequías. Observa esta Aparición dándola a conocer al mundo y haciendo que todos obedezcan los mensajes que Nuestra Santa Reina dio en Bonate.
También debéis reparar en las Apariciones de La Codosera, de Umbe de Ezquioga y también de Fátima. Estáis en el centenario de las Apariciones de Fátima, pero el Mensaje de Fátima no se conoce, no se propaga. Especialmente por aquellos que tenían el mayor deber de difundirlo, los sacerdotes y los obispos.
Una gran espada pesa sobre ellos, el castigo pende sobre sus cabezas, porque al guardar silencio sobre Fátima y las demás Apariciones de la Madre de Dios, alejan a las almas en gran número y dejan que el enemigo se apodere de ellas y las conduzca a la perdición. Que la apostasía reine cada vez más en la Iglesia y en las familias, y que el mundo vaya cada vez más deprisa, cayendo cada vez más en el precipicio de la perdición.
Sí, debéis reparar estas Apariciones haciendo lo que ellos nunca han hecho y no quieren hacer. No seáis cómplices de ellos, no os hagáis culpables como ellos. Salvad vuestras almas y escapad a la ira de Dios reparando estas Apariciones y dándolas a conocer por todas partes.
Yo, Miguel, estaré a vuestro lado para ayudaros en esta gran y urgente misión. No hay nada más importante que hacer ahora que rezar el Rosario. Quien rece el Rosario se salvará, quien dé a conocer a la Madre de Dios y Sus Mensajes tendrá la vida eterna.
Imitad a Nuestro Caballero, Nuestro hito más amado, nuestra incesante llama de amor y sed también ardientes caballeros de la Inmaculada Concepción, difundiendo Sus Mensajes por todo el mundo, pues el tiempo está ya verdaderamente en los últimos granos de arena.
Y pronto el Señor examinará la tierra con medida de fuego y ay de aquellos que no se conformen a Su Santa Voluntad. Sí, el Castigo será el más terrible, será tan terrible que la piel se desprenderá de las personas y desearán no haber nacido ni haber visto la luz del Sol.
Escapa de este gran Castigo obedeciendo lo que te digo y acelerando tu conversión y la de tus hermanos.
Yo, Miguel, estoy continuamente a vuestro lado, nunca os abandono, os protejo con mi escudo siempre y no permito que Satanás prevalezca sobre los que son mis devotos y rezan mi rosario cada semana.
A todos bendigo con Amor el Monte Gargano, el Monte Tumba y Jacareí».
Mensaje Privado De Nuestra Señora A Carloss Tadeu
Padre Espiritual Del Vidente Marcos Tadeu
«Amado hijo Carlos Tadeu, este Mensaje es sólo para ti.
«Hijo, continúa en Mi Amor, lleva adelante con Mi tesoro el hijo que te he dado y camina cada vez más por el camino que te he mostrado y que te conducirá al Cielo.
¡Estás creciendo en la llama del amor por Mí y esto me da una gran alegría! No hay nada más hermoso e importante que esto: Tener Mi Llama de Amor y crecer en ella.
Tu belleza, la belleza de tu alma ha encantado verdaderamente Mis ojos, ha encantado los ojos de Mi hijo Jesús y del Padre Eterno. El Espíritu Santo también se ha encantado contigo y pronto te dará nuevas y abundantes gracias.
Continúa, reza cada vez más y camina por el camino de la oración. Sigue amándome y obedeciéndome, siendo un nuevo Juan, junto a mi más amado y precioso Juan de estos últimos tiempos, mi hijito Marcos mi caballero.
Sí, sí hijo, en el momento en que bajaron el Cuerpo de mi hijo Jesús de la Cruz y lo pusieron en mis brazos, en ese momento morí místicamente sin poder morir. Y el dolor que sentí me produjo mil muertes del alma. Pero en aquel momento, en aquel dolor mío tan grande y agudo, el pensamiento de la fidelidad de mi hijo Marcos, el pensamiento de tu fidelidad futura consoló mi corazón.
Sí, tu fidelidad, tu amor por Mí y tu obediencia fueron la gota de miel en el amargo cáliz que bebí en aquel momento por la redención de toda la humanidad.
Sí, consolaste el Corazón de tu corredor y en aquel momento en que la espada del dolor Me enterró más profundamente, en Mi Corazón.
Tu fidelidad, tu obediencia junto con la de mi hijito Marcos consolaron mi Corazón y me dieron en medio de aquellos terribles tormentos, que asolaban mi alma, me dieron alegría, consuelo, amor y cariño cuando verdaderamente me llenaron con las aguas de la amargura.
Sí, consolaste a Mara, es decir, Me consolaste a Mí, a quien el Todopoderoso y los pecados del mundo llenaron de amargura en aquel momento.
Sí, consolaste a Mara, consolaste a María, que al pie de la Cruz se convirtió en Mara, llena de amargura en aquel momento.
Sí, Mi Corazón fue consolado por ti, debes sentirte feliz, porque en verdad consolaste a la consoladora de tu creador, consolaste a la Madre de tu Redentor. Y así, hijo, debes seguir consolándome cada día secando mis lágrimas.
Sí, en La Salette, cuando hablé de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, que se levantarían, saldrían e iluminarían la tierra, combatirían los errores que Mi enemigo y sus seguidores difundirían para hacer desaparecer la verdadera fe del mundo.
Pensé en ti, conocí tu nacimiento, conocí tu futura fidelidad, conocí tu futuro amor y esto Me consoló, hijo Mío. Así que adelante, sigue ayudando a Mi hijo Marcos en su misión. Tu misión es amarle, protegerle, ayudarle apoyarle, consolarle, comprenderle. Y sobre todo, vive continuamente unido a él en un solo corazón, en una sola alma, en una sola llama de amor.
Por tanto, creced en la unión, creced en la amistad amorosa, creced cada vez más en la confianza, en la intimidad que debe existir entre los Santos de Dios, compartiéndolo todo. Y sobre todo, comprendiéndoos profundamente y siendo verdaderamente el apoyo, siendo el consuelo, siendo el apoyo, siendo el afecto y el corazón de cada uno.
Hijo, no puedes imaginar cuántas gracias tengo aún para ti, así que adelante, porque te esperan grandes cosas, gracias atronadoras de mi Corazón. Y verdaderamente pronto recibirás nuevos dones de Mí y a través de ti mostraré también a todos Mis hijos cuán grande es Mi poder en un alma que se entrega completamente a Mí y responde fielmente «sí».
A ti y a mis hijos os bendigo ahora con amor».
(Marcos): «Querida Madre Celestial, ¿puedes tocar estos Rosarios y estas pinturas para tus hijos?
Orígenes:
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