Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 23 de octubre de 2016
Mensaje de Nuestra Señora

(Nuestra Señora): Queridos hijos, hoy os invito a todos una vez más a aumentar vuestro amor por Mi Rosario. Que el Rosario, hijos míos, esté siempre en vuestras manos.
Si la gente volviera a rezar el Rosario como antes, cuántos santos, cuántos nuevos santos saldrían de las familias, cuántas almas encendidas con el fuego del Espíritu Santo no existirían quemando la faz de toda la tierra con el amor al Señor, a Mí.
Transformando el mundo entero en el verdadero Reino del Amor de Dios en la tierra. Cuando todos volváis a Mi Rosario entonces la paz, la paz volverá a vuestra humanidad, cesarán las guerras y las familias serán familias santas que producirán muchos santos como la familia de Mi siervo Antonio de Santana Galvão.
Miradle, cuánto Me amó, mirad sus ejemplos de oración, de penitencia, de vida completamente consagrada y entregada a Dios.
Sí, Él Me amó con amor más ardiente, más puro, más filial y por eso le he distinguido no sólo con gracias temporales, sino especialmente con muchos dones y gracias espirituales, haciendo de Él verdaderamente uno de Mis mayores apóstoles e hijos que he tenido en la tierra y que han amado a Dios y Me han amado también en el Cielo.
Asimismo, imitad el ejemplo de mi siervo e hijo más amado Judas Tadeo, que tanto amó a Mi hijo Jesús y a Mí y por Nosotros incluso dio Su vida y derramó Su sangre muriendo por la verdad, muriendo por testimoniar el amor de Nosotros.
Imita el ejemplo de estos dos hijos Míos, siguiéndoles con su vida de obediencia a Dios, de fidelidad a la gracia, de su amor puro y ardiente, de sus virtudes tan grandes y eminentes.
Entonces, verdaderamente tu vida será un verdadero jardín de rosas, donde las rosas místicas de la oración, el amor, el sacrificio y la penitencia brotarán, crecerán y darán su fragancia dulce y celestial para desterrar de la faz de la tierra el hedor nauseabundo del pecado y el dominio de Satanás.
Poned el Rosario y la oración en primer lugar en vuestras vidas, hijos míos, y entonces Dios empezará a hacer grandes cosas en vosotros. Probadlo y veréis que tengo razón y que lo que os digo es cierto, donde se rece mi Rosario allí estaré vivo realizando las mayores maravillas y gracias de Dios. Y verdaderamente creciendo en santidad ardiendo las almas de mi Llama de Amor y llenas del Espíritu Santo de Dios.
Aquí en Jacareí, en este Lugar Sagrado de mis Apariciones donde mi Rosario es tan amado y rezado, donde ha sido grabado más de 330 veces por mi pequeño hijo Marcos, junto con mis Mensajes. Aquí, verdaderamente, soy amada, consolada por este hijo Mío que tanto ama Mi Rosario, que hizo de Mi Rosario su tesoro, su mejor amigo, su mayor bien.
Y por eso, en la vida de Mi hijito Marcos, realizo tantos prodigios y maravillas como nunca antes. Y mucho más realizaré, sólo estoy al principio de Mi gran obra, mucho más tengo aún que realizar en él y por él.
Y por eso digo Bienaventuradas las almas que acogen con amor el Rosario Meditado de mi hijo Marcos, que le ayudan a difundirlo, a hacerlo más conocido, rezado y amado por todos. Porque también en la vida de estos hijos Míos realizaré grandes prodigios que culminarán en el Triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
Marcos, Mi incesante llama de amor, Mi apóstol del Rosario, ángel de Mi Rosario. A ti, a quien tanto amas, que tanto has difundido Mi Rosario entre todos Mis hijos, haciendo que lo recen millones de personas en todo el mundo a lo largo de estos años.
Te bendigo ahora con todo el Amor de mi Corazón Inmaculado y también a todos estos hijos Míos que aman Mi Rosario, que aman y obedecen Mis Mensajes de Lourdes, Fátima y Jacareí».
(San Antonio de Santana Galvão): «Queridos hermanos Míos, Yo, Antonio de Santana Galvão, me alegro de venir una vez más hoy con Mi Santísima Reina para bendeciros y daros este Mensaje.
La última vez que vine fue en el cumpleaños de nuestro amado Marcos, como regalo de cumpleaños para él, que tanto Me ama y deseaba verme.
Hoy vuelvo a él, a este Mi amadísimo hermano y también a vosotros, para deciros: Amad a la Madre del Amor, que es la Madre de Dios. Dejaos amar por Ella y amadla con todo vuestro corazón como Yo os he amado. Pues ése fue el gran secreto de mi santidad. Fue mi verdadera devoción a María la que me llevó a consagrarme a ella como su esclava del Amor, la que me hizo escalar verdaderamente la gran montaña de la perfección y de la santidad y convertirme en santa en poco tiempo.
Si vosotros también queréis convertiros en santos rápidamente, vivid esta verdadera devoción no sólo con vuestras bocas, con vuestras palabras, sino con vuestras obras día a día y a cada hora. Sed como verdaderos esclavos de Ella viviendo una verdadera servidumbre hacia Ella, obedeciéndole en todo, renunciando a vuestra voluntad, a las vanidades, a las cosas mundanas.
Y cultivando en vuestra alma y en vuestro corazón la vida interior del alma, es decir, la vida de unión con Dios, para que su gracia santificante viva en vuestras almas y os lleve a la santidad completa. os lleve a la santidad completa. Para tener esta verdadera vida interior del alma, debéis rezar mucho con el corazón, debéis hacer al menos 20 minutos de meditación, de lectura espiritual al día.
Porque el alma que no medita, que no hace lectura espiritual no se conoce a sí misma, no conoce a Dios, no conoce a Nuestra Santa Reina María, no sabe lo que le pasa. No sabe lo que debe cambiar y por eso no se convierte, no mejora, no progresa en su camino hacia el Cielo, en el crecimiento de la santidad.
Por eso deben meditar a menudo, también deben hacer cada día una pequeña mortificación de algo que les gusta, al vestir, al comer, al escuchar, al ver, al hablar.
También deben intentar combatir cada día un defecto, ya sea la pereza, el orgullo, la gula, la vanidad o cualquier otro pecado, ejercitando la virtud contraria al defecto que se quiere eliminar.
Como dijo nuestro amado Marcos, en una casa muy cerrada no hay viento. En un alma cerrada por la oración, la meditación y el cultivo de la vida interior no hay tentaciones ni malos pensamientos. Así pues, cultiva la vida interior y los malos pensamientos de las tentaciones mundanas comenzarán a debilitarse en ti.
El amor de Dios, de Nuestra Santa Reina, el amor divino, la llama del amor comenzarán a hacerse más fuertes en vuestros corazones y entonces os será fácil vencer toda tentación y toda ilusión carnal.
Yo, Antonio de Santana Galvão, estoy cerca de vosotros, quiero y puedo ayudaros mucho. Así que acude a mí siempre, rezándome, haciéndome novenas y te prometo que cumpliré verdaderamente todas tus peticiones que sean santas, justas y que estén de acuerdo con la voluntad del Señor.
También os prometo intervenir poderosamente en vuestras vidas para ayudaros a crecer en santidad. Por tanto, hermanos Míos, venid a Mí y vivid la verdadera devoción a María Santísima, que es el Secreto de la santidad en los últimos tiempos.
Ella es como un gran horno en el que se arrojan metales duros y resistentes y allí se funden todos y luego se refunden en una hermosa pieza, un hermoso trofeo para el Señor.
De la misma manera, quien quiera ser santo se arroja al horno de su Corazón Inmaculado por verdadera devoción a Ella. Allí el alma se fundirá con Su Corazón y tomará la forma propia de Su Santísimo Corazón, haciéndose así perfecta a los ojos del Señor, agradable a los ojos del Señor.
A todos bendigo con amor ahora desde Guaratinguetá, desde Mi Monasterio de Luz y desde Jacareí.
Paz Marcos, paz amado y queridísimo hermano mío, te amo con todo mi corazón y te guardo siempre bajo mi manto, siempre bajo los ojos de amor que tengo siempre sobre ti».
(San Judas Tadeo): «Queridos hermanos, yo, Judas Tadeo, apóstol del Señor, siervo e hijo de María Santísima, me alegro de venir hoy aquí a vosotros, que ya estáis celebrando mi fiesta.
Hoy vengo a deciros Entregad vuestros corazones al Amor, al Amor que es Jesús, a la Madre del Amor que es María Santísima. Entregad vuestros corazones al Amor que os amó antes de que Le amarais, que os eligió antes de que Le eligierais, que os prefirió antes de que pudierais preferirle.
Este amor ha rescatado a muchos de vosotros del camino del pecado y de la perdición, ha preservado a otros de entrar en él llamándoos de esta manera. Dad el «sí», pues, a este Amor, sed agradecidos a este Amor, dando a este Amor vuestra vida, vuestro corazón, vuestro tiempo, vuestras fuerzas, para que entonces, en vosotros y a través de vosotros Él pueda realizar grandes cosas para la salvación del mundo entero.
Entregad vuestros corazones al Amor y amad al Amor, al Amor que es Jesús, que dio Su vida por todos vosotros. No habéis amado a este Amor y por eso este Amor cada día se llena más de tristeza por la ingratitud de vuestros corazones.
Convertíos y volved vuestros corazones hacia este Amor antes de que sea demasiado tarde, convertíos porque el tiempo de conversión que se os ha dado se está agotando y pronto vendrá un gran castigo.
Sí, vendrán los tres días oscuros, pero aquellos que amen a la Madre de Dios, que recen Su Rosario con el corazón, que obedezcan Sus Mensajes, aquellos que Me amen y también se vuelvan a Mí, serán protegidos por Nosotros en esos días y no les ocurrirá ningún daño.
Amad al Amor y entregad vuestros corazones a Él, a Jesús y a Su Madre para que la Llama de Su Amor descienda verdaderamente sobre todos vosotros y realice en vosotros todas Sus grandes maravillas.
Marcos Mi incesante llama de amor, incesante llama del amor de Dios. Sí, Me has amado con un amor muy grande, muy intenso, has trabajado mucho para que la verdadera devoción a Mí crezca y se establezca verdaderamente en todos los corazones, en todas las almas.
Por eso tú también eres Mi incesante llama de amor, a ti que tanto Me has amado y has trabajado para que Yo sea conocido y amado. A vuestro padre espiritual Carlos Tadeo, mi amadísimo hermano a quien amo, a vosotros deseo verdaderamente daros grandes gracias en este año de la Madre de Dios.
Así que abridme vuestros corazones sin límites, volveos a Mí con confianza y todo lo que me pidáis según la voluntad de Dios, según Su voluntad os lo daré con seguridad. Sobre todo, Marcos, te prometo responder con prontitud a tus oraciones, porque te quiero mucho y cuido mucho de ti y de tu padre espiritual, con el que estoy siempre a tu lado y en todas partes.
Escucho sus oraciones, escucho también sus gemidos, sus lágrimas. Y te prometo, te prometo intervenir poderosamente en su vida para realizar grandes maravillas del Corazón de la Madre Mía y elevarlo contigo a una gran santidad.
Por eso, querido hermano mío, reza mucho porque tengo grandes cosas que daros, que hacer en vuestras vidas y tengo grandes planes que realizar en vosotros.
Sí, querido hermano Carlos Tadeu, te amo con todo mi corazón, como te he dicho en mis Mensajes de los días 28 de cada mes, te amo con todas mis fuerzas, te protejo.
Tú, como mi querido Marcos, eres un milagro mío que camina, vive y habla. Y junto con Antônio Galvão y los demás Santos que ya han dicho cuánto te aman y cuánto te defienden y custodian, Yo también seguiré defendiéndote, custodiándote y realizando Mis maravillas en ti y en tu vida, no tengas miedo de nada porque Yo estoy contigo.
Y si Yo estoy por ti, ¿quién podrá contra ti? Por tanto, sigue confiadamente tu camino viviendo cada día, dejando todas tus preocupaciones del mañana en Mis manos. Yo pensaré en ellas y resolveré estas preocupaciones incluso mejor que tú.
No temas nada, no pienses en lo que debes hacer, de lo que debes hablar, entrégalo todo en Mis manos, pide Mi inspiración y Yo te la daré. No tengas miedo de nada, de nada que pueda parecer más grande que tú y que pueda postrarte.
Porque siempre estaré a tu lado para darte fuerza y conmigo a tu lado ya has vencido, porque gozo de un gran favor con Jesús y María, Mis méritos son muy grandes y cada día ofrezco estos méritos a tu favor y a favor de mi amado Marcos, para concederos todas las gracias que me pidáis.
Os uniré aún más y con lazos aún más fuertes e intensos de la llama del amor. Así que abre tu corazón, déjate formar, guiar, conducir por Mí y verás qué grandes cosas te reservo.
Sí, en verdad soy Judas Tadeo, apóstol del Señor y mi misión Aquí, en este Lugar es abriros cada vez más con la verdadera llama del amor al Señor y a la Madre de Dios.
Venid hermanos, rezad mi Rosario pidiéndome siempre esta gracia en los misterios y os prometo daros esta llama ardiente de amor que hará de vosotros verdaderos hornos de amor.
A todos ahora os bendigo con amor desde Nazaret, Jerusalén y Jacari».
(María Santísima): «Queridos hijos, como ya os he dicho: Dondequiera que lleguen estos Escapularios, allí estaré Yo viva llevando mis gracias y mi protección.
Estos Escapularios serán como la sangre del Cordero a la puerta de los israelitas en Egipto. Dondequiera que estén estos Escapularios, los Castigos de la ira de Dios, así como los demonios en los tres días de tinieblas, no podrán entrar y no podrán hacer daño a la casa que los tenga.
Los Santos Ángeles y también Mis hijos Antonio Galvão y Judas Tadeo protegerán a quien los tenga».
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