sábado, 8 de octubre de 2016

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy os invito de nuevo a crecer en el verdadero amor a Dios y a obedecer Mis Mensajes.

¡Ya estoy agotada de pedir al mundo y a vosotros que obedezcáis Mis Mensajes! Pero os negáis a obedecer, a esforzaros por ser mejores cada día y a crecer en santidad.

Aprovechad ahora que puedo daros Mis Mensajes, porque en el futuro Mi voz callará y os arrepentiréis. Os lamentaréis por el tiempo perdido inútilmente.

Obedece Mis Mensajes, pues los que obedezcan Mis Mensajes se salvarán. Los que se nieguen a obedecer oirán más tarde de Dios esa frase escalofriante: 'Entra en el infierno'.

No quiero que oigáis esto, hijos Míos, así que os lo pido: Obedeced todos Mis Mensajes con amor y rezad Mi Rosario todos los días.

Quien ama y reza Mi Rosario se salva, quien desprecia Mi Rosario se condena. Por eso, toma el arma invencible de la victoria que di a Mi hijito Domingos de Gusmão y a tantos de Mis siervos. Y ahora libra este último combate con el Rosario en la mano.

La batalla de Lepanto se repite ahora, pero ya no es una batalla con barcos o cañones, es una batalla de almas. Es una batalla de Satanás contra ti y de ti contra las fuerzas del mal. Y de nuevo el trofeo son las almas, las almas que Satanás siempre quiso dominar.

Permaneced a Mi lado en esta gran batalla con el Rosario en la mano y difundiendo Mis Mensajes para salvar a Mis hijos. Entonces, hijos Míos, de nuevo se repetirá lo que hice en la época de Lepanto: Mi Corazón Inmaculado triunfará, de forma inesperada, milagrosa e indestructible.

Y entonces veréis, hijos Míos, como el Apóstol tenía razón al decir: «Y el nombre de la virgen era María».

Seguid rezando cada día el Saludo Angélico, el Ave María en el Rosario. Cada Ave María que recéis es un demonio menos en el mundo para tentar a las almas, un alma menos en las garras de Satanás, un alma menos en el infierno y un alma más en el cielo.

A todos bendigo con amor Pompeya, Lourdes y Jacareí».

Santa Lucía): «Queridos hermanos míos, yo, Lucía, de nuevo hoy os bendigo a todos y os digo: ¡Convertíos sin demora! No juguéis con Dios y con Nuestra Señora, porque todos los que han hecho esto, jugando con su conversión hoy están gritando en el fuego del infierno.

Tomad en serio estos Mensajes que se os dan Aquí, porque se os cobrarán uno a uno.

Como dijo el Apóstol: «Si cuando la Palabra de Dios nos fue hablada por medio de los Ángeles, el mundo no se libró del castigo como en Sodoma y Gomorra. ¿Cómo escaparemos ahora que hemos oído la salvación de la boca misma del Señor o de la boca de los que le han visto y han oído sus palabras?

Sí, ahora que oís la palabra de Dios de labios de la propia Madre de Dios, no escaparéis del Castigo a menos que os lo toméis en serio. Así pues, hoy insto a todos a que os toméis en serio estos Mensajes.

Y renunciad a la falsedad, pues los falsos además de no poder mentir a Dios, ni a la Madre de Dios, un día serán descubiertos por la gente y despreciados y odiados por ella.

Los mentirosos, los falsos, no entrarán en el Reino de los Cielos, ni tampoco los deshonestos y los tramposos. Que tu alma sea considerada y encontrada limpia, pura y cándida cuando Dios venga y empiece a examinar a todos los hombres.

Continúa rezando Mi Rosario cada semana para que pueda seguir ayudándote a crecer en santidad. Desea con más fuerza la llama del Amor de la Madre de Dios.

Leed Sus Mensajes y sobre todo no escuchéis ninguna tentación de Satanás, sino rechazad toda tentación pensando en la Madre de Dios, ocupando vuestra mente, corazón y cuerpo trabajando por la Madre de Dios.

Y sobre todo, haced crecer cada día en vuestros corazones el verdadero amor, afecto y dedicación hacia Ella.

A todos bendigo con amor desde Catania, Siracusa y Jacari».