Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 28 de agosto de 2016
Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy os invito a todos una vez más a expandir vuestros corazones hacia Mi Llama de Amor.
Han pasado muchos meses desde que hablé de Mi Llama de Amor, pero pocos han expandido aún sus corazones hacia Ella y Yo no estoy aquí, hijos Míos, para perder el tiempo ni para jugar con nadie. Por eso os digo Dilatad más vuestros corazones a Mi Llama de Amor por muchas oraciones fervientes y también por el ejercicio diario de renunciar a vuestra voluntad y abrirme vuestros corazones. Para que entonces Mi Llama de Amor pueda entrar en vuestros corazones y pueda crecer verdaderamente en vuestros corazones hasta la plenitud.
Hijitos, el tiempo es corto y no hay más tiempo que perder con las cosas mundanas que son fugaces y efímeras. Dedicad más tiempo del día a la meditación, a la oración y, sobre todo, a la súplica para que aumente Mi Llama de Amor.
Cultivad en vuestro corazón el verdadero amor por Mí, cultivad en vuestro corazón la Llama de Amor por Mí, haciendo como siempre hizo Mi hijito Marcos, trabajando siempre más y más por Mí, orando siempre con más y más amor por Mí, dándome vuestra vida siempre más y más a Mí. De este modo, hijos Míos, Mi Llama de amor crecerá en vosotros, siempre más.
Y ahora quiero llevaros a otra etapa espiritual, la etapa del alma que ya posee Mi Llama de Amor y que ahora debe hacer crecer esa llama. Para ello, el alma debe cada día buscar verdaderamente morir a sí misma y dejarme vivir en ella.
Para que Yo viva en un alma, el mundo debe morir primero en ella, por eso, hijos Míos, haced que el mundo muera en vosotros para que Yo pueda vivir en vuestro interior.
Que vuestros pensamientos sean Mis pensamientos. Sustituid los pensamientos mundanos, los pensamientos de las cosas mundanas, por pensamientos celestiales, es decir, Mis pensamientos.
Pensad siempre en Dios, pensad siempre en los Santos, pensad siempre en las cosas divinas, pensad siempre en Mis Misterios, Mis Glorias, Mis Mensajes, para que verdaderamente, dentro de vosotros, Yo viva.
Sobre todo, echad de vuestros corazones todos los pensamientos que no concuerdan Conmigo. Tales como: falta de amor, incredulidad. Impureza, lujuria, soberbia, orgullo, vanidad y todos los demás pensamientos contrarios a las virtudes que Yo mismo poseo.
De este modo, hijos Míos, tendréis verdaderamente Mis sentimientos, tendréis la verdadera semejanza Conmigo. Y entonces Yo viviré en vosotros y vosotros viviréis en Mí.
Sobre todo, debéis hacer todo Conmigo, todo a través de Mí y todo en Mí. Es decir, todo para agradarme, todo para consolarme, todo para amarme, todo para amar, consolar y glorificar a Dios por Mí y en Mí.
Entonces vivirás verdaderamente en Mí y Yo viviré en ti. Y entonces, Mi Llama de Amor crecerá día a día hasta convertirse en un horno místico, un horno incandescente de amor que irradiará de vuestros corazones para quemar los corazones de todos Mis hijos.
Pero como dije al principio Para que Yo viva en un alma, el mundo debe morir primero en ella. Así pues, hijos míos, haced que el mundo muera en vosotros y Yo vendré a vivir dentro de vuestros corazones. Que vuestros pensamientos, que vuestros corazones estén en Mí y sean para Mí. Y entonces, verdaderamente viviré en vosotros y verdaderamente trabajaré por la plena santificación de todos vosotros.
Continuad rezando Mi Rosario cada día, porque a través de él haré que el mundo muera cada vez más en vosotros, para que Yo pueda vivir en vuestros corazones.
Continuad difundiendo Mis Mensajes sin miedo y difundid también todas las gracias y signos que os doy aquí. Pues son el testimonio de Mi gloria, mostrad Mi gloria al mundo entero y aunque las serpientes sibilen contra Mí, contra vosotros, avanzad, aplastad a las serpientes Conmigo y mostrad Mi gloria al mundo entero.
Cuanto más publiques Mi gloria, más y más hijos vendrán a Mí, creerán en Mí, Me darán su «sí» y su corazón y verdaderamente el mundo morirá en ellos, Yo viviré en ellos, ellos vivirán en Mí. Y entonces, será el Triunfo completo de mi Corazón Inmaculado.
A todos amo, miro con amor, me aferro a mi Corazón ahora y a todos bendigo Fátima, La Codosera y Jacareí».
(San Judas Tadeo): «Marcosa, mi amadísimo hermano, transmite ahora este Mensaje a mi amadísimo hermano y amadísimo hijo Carlos Tadeo:
Mi amadísimo hermano, Carlos Tadeo, cuánto me alegro de venir hoy desde el Cielo para bendecirte de nuevo y darte mi Mensaje de Amor y de Paz.
Querido hermano, ¡cuánto te amo, cuánto te quiero! Tu nombre está grabado Aquí en Mi Manto, ahora Yo misma se lo muestro a mi amado Marcos. Está grabado Aquí en Mi Corazón, en Mi alma, y cada vez que Yo, que verdaderamente pienso, cada vez que adoro a Dios, cada vez que Le alabo, cada vez que exulto de alegría en el Cielo, libero un rayo de gracia sobre ti.
Naciste el 28 del mes, que es el día dedicado a Mí. Sí, esto es un signo de mi predilección y de lo profundamente que tú y Yo tenemos una conexión espiritual.
Como te dije en la Aparición de este mes junto con Dios Padre, tu Madre pidió mi ayuda en el momento de tu nacimiento y prometió que pondría mi nombre sobre el tuyo como forma de agradecimiento por la gracia alcanzada, la gracia de tu nacimiento en paz.
Yo la ayudé y como forma de agradecimiento colocó Mi nombre sobre el tuyo y cada vez que escribes tu nombre y junto a él el Mío. Cada vez que tu nombre se pronuncia junto al Mío, libero un rayo de gracia sobre ti.
Y no fue casualidad que uniera a Carlos Tadeo con Marcos Tadeo, porque los dos son dos milagros, dos pruebas vivas de Mi poder y de Mi gloria. La vida de ambos es un anuncio continuo de Mi poder, de Mi gloria al mundo entero.
Sí, querido hermano Mío, tú como Yo estás destinado a ser el que alaba a Dios, el que es amoroso con Dios, el que es intrépido, valiente al proclamar la Palabra, al proclamar la Verdad. Por esto verdaderamente te he dado un espíritu de fuerza, un espíritu de valor, un espíritu de amor con el que has amado mucho a Dios, has amado mucho a Nuestra Reina, María Santísima y has consolado mucho su corazón.
También nos has dado una gran alegría a Nosotros, los del Cielo, que estamos constantemente tristes y apenados por las muchas ofensas con que el mundo ha ofendido a Dios, Nuestra Reina, y pago su amor sólo con ofensas e ingratitudes.
Sí, mi amado hermano, cuánta alegría das al Cielo, cuando todos nosotros aquí en el Cielo rezamos sentimos un gran aumento de Nuestra alegría accidental, Nuestra alegría aumenta, los Ángeles también rezan y cantan junto contigo.
Y todos nos postramos ante el Trono del Señor y de Su Madre para ofrecer vuestras oraciones unidas a las Nuestras para alcanzar la Misericordia. Y yo, especialmente, uno mi oración a la vuestra y a la de mi amado Marcos.
Sí, cuando ambos oráis el Padre oye Mi voz en vuestra voz, junto con vuestra voz. Jesús mi primo oye mi voz en tu voz. y entonces derrama sus gracias como favores para mí, y entonces suceden gracias verdaderamente grandes.
Reza, querido hermano mío siempre más con esta confianza, pues donde tú estés rezando, allí estaré yo también rezando contigo y a través de ti al Padre, a Jesús, y se derramarán grandes gracias sobre ti y sobre todos los que te rodean.
Sí, os conocí el día de Pentecostés, os he amado desde el día de Pentecostés y ofrecí todo mi cansancio, fatiga en la predicación que hice por toda la tierra, por vosotros.
En el momento de Mi Martirio ofrecí el dolor y el derramamiento de Mi Sangre por vosotros y en el Cielo no ha habido un día durante estos dos mil años que no haya rezado por vosotros.
Ahora debes, hermano Mío, continuar Mi vida en la tierra, debes continuar Mi misión en la tierra anunciando la verdad, anunciando el Reino de Dios, anunciando que Él está cerca. Sí, que pronto triunfará el Corazón Inmaculado de María y este Reino de Amor vendrá y se establecerá en toda la tierra.
Debéis preparar la tierra junto con nuestro amado Marcos para preparar al Señor que viene, al Señor de la Viña que viene. Debes cultivar la viña del Señor y hacer que produzca muchos frutos dulces para Él cuando regrese.
Sí, sí Mi amado hermano estará con vosotros. Y no debes temer nada porque bendeciré las obras de tus manos, bendeciré tus palabras y producirán frutos de conversión y santificación en los corazones que te escuchen.
Sí, querido hermano Mío, te uno a nuestro amado Marcos, para que junto a él seas verdaderamente una llama incesante de amor. Rompiendo todos los corazones de los hombres con este fuego divino, que ya ha desaparecido de la faz de la tierra porque los hombres se han alejado de Dios, han enfriado y endurecido sus corazones y la caridad se ha apagado, la llama de la caridad se ha apagado en los corazones de muchos.
Y tú, junto con nuestro amado Marcos, reavivarás esta llama de la caridad en los corazones de todos los hombres, enseñándoles a amar a Dios y a su Madre recta y perfectamente con todo su corazón.
Amado, déjate guiar por Mí, déjate llevar por Mí en Mis brazos, porque cuando estés cansado te llevaré, cuando estés cansado descansaré, te tomaré de la mano y no permitiré que tropieces.
Yo mismo seré tu guardia, seré tu guía, seré tu compañero eterno y nunca, nunca te dejaré solo en tu caminar por la tierra. Permítete también, querido hermano, amar cada vez más a nuestro amado Marcos, porque en su amor sentirás a menudo el mío y también el de nuestra Madre, el de nuestra Reina Bendita. Porque él te ama con su propio amor por ella, y en ese amor sentirás cuánto te amamos todos los que estamos en el cielo, y tu corazón se regocijará de alegría, y sentirás una paz y un amor nunca antes sentidos en toda tu vida.
Hoy te digo que tu padre también está con nosotros en el Cielo, está muy contento y muy orgulloso de ti. Porque verdaderamente habéis dado a Nuestra Santa Reina mucha gloria, mucho honor, mucho amor y consuelo. Habéis traído a su corazón a muchos de sus hijos que han llegado a amarla más, a rezar más. Y esto le ha dado a ella y a Dios una gran alegría, por eso tu padre es uno de los padres más felices del Paraíso al verte servir a la Madre de Dios con tanto amor y produciendo ya frutos de verdadero amor por ella en las almas.
Por eso debes sentirte feliz, porque cuando vino aquí y le fue revelado, cuando supo lo que serías. Cuando supo que estabas destinado a ser el padre de nuestro amado Marcos Tadeo, que estaba destinado a ser junto con él Aquí en estas Apariciones, una llama incesante de amor, un sol, un faro luminoso de amor, de oración, de belleza y de santidad para el mundo.
Si tu padre hubiera podido morir por segunda vez, habría muerto de alegría. Por eso, querido hermano, alégrate en Dios, porque Él y la Madre de Dios por tu futura fidelidad, por tu futura unión espiritual con nuestro amado Marcos, por los futuros méritos, por los méritos de nuestro amado Marcos que por filiación espiritual te corresponden, tienes parte en ellos.
Por todo ello muchos de tu linaje ya se han salvado y otros aún lo harán. Alabad, dad gracias, bendecid a Dios y a la Madre de Dios que os miró con tanta predilección y amor. Debéis sentiros felices porque este gran amor que Dios y especialmente nuestra Bendita Reina os tiene es mucho mayor que el que ella tuvo por muchos reinos y generaciones juntas.
Alegraos, regocijaos, cantad de alegría, porque en verdad todo el Cielo os ama, está con vosotros, os acompaña y os protege.
Yo, Judas Tadeo, cada 28 de cada mes te daré una bendición particular y especial junto con Mi Mensaje. Y cada día, mi amado hermano, a las 16:00, que fue la hora de mi martirio, te daré también una bendición especial diaria. Porque fue el momento en que llegué al Cielo y mi alma fue coronada de gloria y victoria por mi Martirio y también por mis méritos.
Ahora os bendeciré y os hablaré más de mi devoción en vuestra ciudad, pues cuanto más me hagáis amar, más amarán las almas a la Madre de Dios, Nuestro Señor, y al mismo Dios que me santificó, que me preparó y me hizo vuestra abogada y poderosa mediadora, de mi amadísimo Marcos Tadeo primero y después de todos mis hermanos.
¡Id y no temáis! No tengáis miedo de anunciarme, porque Yo haré maravillas y confirmaré con muchas gracias la devoción a Mí que predicáis, con ella destruiréis el poder del infierno, destruiréis todos los errores, todas las herejías. Y traeréis de vuelta a la casa del Padre a muchos de Sus hijos que están lejos de Él.
Id porque Yo iré con vosotros, lucharé y lucharé por vosotros. Cada día que pasa os amo más y más, me amo más y más a mí misma y a nuestro amado Marcos, y veréis en este Nuestro Amor, en este Nuestro como unidad de Amor, sentiréis y veréis una gran alegría. Porque somos tres corazones unidos por Dios y la Madre de Dios en una Llama de Amor.
Y así, juntos, Nuestros tres corazones, el tuyo Marcos y el Mío juntos latirán y harán que esta Llama ardiente de Amor irradie para toda la humanidad y la transforme verdaderamente en un intenso horno de Amor.
Querido Hermano Mío, te amo y el próximo mes, el 28 de Septiembre, volveré para darte un nuevo Mensaje.
A todos ahora bendigo a todos los que oran contigo en los Cenáculos que haces y por los que tengo un especial cuidado y afecto.
Y a ti, mi amado hermano, te bendigo ahora con todo mi amor desde Jerusalén, Nazaret y Jacari.
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.