domingo, 7 de agosto de 2016

Mensaje de María Santísima

(Promesas de Santo Domingo a quien el Rosario Meditado hecho por el vidente Marcos Tadeu y a quien se lleva el Escapulario Gris de la Paz)

(María Santísima): «Queridos hijos, hoy, 7º Aniversario de mis Apariciones Aquí, me alegro de veros de nuevo a mis pies.

¡Os amo, hijos míos! ¡Cada día que pasa los amo más! Y hoy les pido de nuevo Dilaten sus corazones por Mi Llama de Amor, para que finalmente la Paz que he venido a traer del Cielo como Reina y Mensajera de la Paz pueda entrar en sus corazones, crecer en sus corazones, fructificar en sus corazones. Y desde sus corazones se extienda y domine los corazones del mundo entero.

Dilatad vuestros corazones a Mi Llama de Amor, acogiendo esta Llama con amor y convertiéndoos vosotros mismos en una buena tierra que acoge Mi Palabra con amor como dijo Mi hijito Marcos, para que no os convirtáis en un desierto, en una tierra estéril que en el futuro será arrasada por el fuego de la Justicia de Dios.

Os lo digo hijos Míos: Mi hijo Jesús vendrá a exigir frutos incluso de la tierra donde no sembró, y mucho menos de vosotros, donde sembró tantas gracias, tantos Mensajes, tantas cosas maravillosas y dones que os fueron dados aquí.

Por eso, hijos míos, ensanchad vuestros corazones para que mi Llama de Amor os transforme en una tierra buena, fértil, viva, generosa, que produzca mucho fruto de mis Mensajes. Y para que os convirtáis en una viña abundante, fructífera y frondosa, para que pueda dar estos dulces frutos a Mi hijo cuando vuelva en Su Gloria.

Dilatad vuestros corazones por Mi Llama de Amor, para que al fin se realice Mi Plan tantas veces estropeado por vosotros. Y el Triunfo de mi Corazón Inmaculado venga a este país y a este mundo que ya ha tocado el fondo de su miseria y perdición.

Aquí, en este lugar Sagrado, donde me he manifestado durante 25 años en Jacareí en la persona, en el trabajo sobre la palabra de mi pequeño hijo Marcos, en toda mi vida, en todo su ser, muestro el poder de mi Llama de Amor. Que se volverá tan viva, ardiente, intensa y poderosa como más densas se vuelvan las tinieblas.

Felices los que creen felices los que escuchan a Mi hijo Marcos, pues quien le escucha a Él me escucha a Mí y quien le desprecia a Él me desprecia a Mí y a Mi hijo que me envió. Y por este pecado será castigado por toda la eternidad.

Ved, hijos Míos, que el tiempo de la conversión está llegando a su fin y se acerca el gran Castigo, cuando las tinieblas cubrirán toda la tierra y en esos tres días los demonios serán liberados y se llevarán a las llamas con ellos a todos aquellos que no quisieron escuchar Mis advertencias, que no quisieron obedecer Mis mensajes.

Tened con vosotros en vuestros hogares los Rosarios que Yo bendigo aquí. A los que Yo he tocado, pues estos Rosarios os liberarán de los demonios, no podrán agarrar a los que los tengan. Porque los que llevan estos Rosarios están cubiertos con Mi Manto y están siempre bajo Mi mirada, la mirada de Mis Ángeles, que guardan y protegen a Mis amados hijos.

Vivid una vida santa, pues sólo a través de la santidad seréis dignos de alcanzar un día el Cielo. Os amo a todos y no quiero que os condenéis. Por eso hijitos: rezad, rezad, rezad hasta que la oración se convierta en vuestra vida.

Os bendigo a todos con amor desde Lourdes, Fátima y Jacari».

(Santo Domingo de Gusmão): «Queridos hermanos míos, yo, Domingo, siervo de la Madre de Dios. Yo, Domingo de Gusmão, Domingo del Rosario de la Santísima Virgen me alegro de venir hoy una vez más para bendeciros y daros mis gracias.

Rompe tu corazón de amor por el Santo Rosario, rezándolo todos los días de tu vida, enseñándolo a aquellos que no lo rezan, que no lo conocen, que no comprenden su grandeza. Para que todos abran su corazón de amor al Santo Rosario, vivan las lecciones de santidad que Jesús y María dan en los Misterios del Rosario, penetren cada vez más en el poder y la gracia del Santo Rosario, para que hoy se salven miles y miles de almas como en Mi tiempo, cuando predicaba el Santo Rosario.

Rompe tu corazón de amor por el Santo Rosario, rezándolo cada vez más, cada día con más amor, El Rosario actuará con más o menos fuerza en tu vida según el fervor y el amor con que lo reces.

Si lo rezas fríamente, si lo rezas con sueño, con pereza, distrayéndote voluntariamente, el Rosario tendrá poca eficacia en tu vida. Pero si lo rezas con el corazón, con amor, con concentración, si lo rezas ardientemente con la llama de amor de la Madre de Dios, actuará tan poderosamente en tu vida que hará tantas maravillas en tu vida como hizo en la mía. Convertirá a los pecadores, a los herejes, realizará verdaderos milagros, que harán que miles de almas, con lo que multitudes se convertirán, se salvarán, acudan a la Madre de Dios y a través de ella lleguen a Dios.

Abrid, pues, vuestros corazones de amor al Santo Rosario, para que realice hoy verdaderamente en vosotros los mismos prodigios resonantes que ha realizado en mi vida. El Santo Rosario no ha cambiado, no ha perdido su poder.

Es esta generación malvada y perversa la que ha perdido su verdadero amor a Dios y a la Madre de Dios, la que no sabe rezar con el corazón, la que no dilata su duro corazón para recibir en él la Llama de Amor de la Madre de Dios.

Por eso vuestras oraciones son frías y por eso las gracias del Cielo ya no descienden sobre vosotros. Por eso los pecadores no se convierten, por eso el mundo empeora cada día.

La Madre de Dios vino aquí para formar a los nuevos domingos, que recorren cada hogar y cada camino encendiendo todos los corazones con el amor a su Rosario, como hice yo, porque el Rosario es el medio seguro de salvación. Cuando Ella se me apareció, me prometió que aquellos que la sirvieran, que la amaran rezando su Rosario cada día, no se perderían.

Y en verdad os digo: al pecador que rece el Rosario de la Madre de Dios al menos una vez en su vida con amor, a ésta, la Madre de Dios, la Señora a Nuestra Reina le promete todas las gracias necesarias para que muera en la amistad de Dios, en la gracia de Dios y así se salve antes de exhalar su último suspiro.

Por eso, difundid el Rosario, haced que todos recen el Rosario, porque el alma que lo rece al menos una vez con amor, a ésta, aunque esté lejos de la Madre de Dios y del Señor, Ella le dará a esta alma todas las gracias, incluso hará milagros para que esta alma antes de la muerte muera en estado de gracia convertida y unida a Dios en Su gracia, en Su amistad.

Por eso difunde el Santo Rosario, que es un camino seguro de salvación. Así como el Rosario es un medio seguro de salvación, de predestinación, el desprecio del Santo Rosario es un signo seguro de la reprobación de Dios y de la condenación eterna.

Por tanto, ama el Rosario y enseña a todos, en todas partes, que los que aman el Rosario se salvan y los que lo desprecian se condenan.

Yo, Domingo, aquí en este lugar que es el Santuario del Rosario por excelencia. Aquí en este lugar donde verdaderamente el Santo Rosario es rezado, amado, propagado con verdadera perfección, con sublimidad y belleza por Mi amadísimo Marcos, que es el Domingo de Gusmão de vuestros últimos tiempos.

Aquí donde el Santo Rosario es propagado por él con tanta belleza y perfección a través del Rosario Meditado grabado que hizo para vosotros. Aquí Satanás es aplastado cada vez más a los pies de la Virgen María por ese Rosario Meditado, que nuestro amado Marcos hace con tanto amor hasta hoy para la Madre de Dios.

En verdad os digo que dondequiera que esté uno de estos Rosarios Meditados grabados, allí estoy guardando, protegiendo y bendiciendo al alma que lo posee y sólo por el hecho de que una persona posea uno de estos Rosarios Meditados, en su casa no podrán entrar los demonios y en los días del Castigo estaré allí de guardia en la casa de esta persona para mantener alejados a Satanás y a los demonios y no le ocurrirá ningún daño.

Me atraen los registros de estos Rosarios Meditados y conmigo se sienten atraídos también muchos Ángeles y muchos Santos del Cielo. Así que difundid estos Rosarios Meditados a todos, para que verdaderamente pueda ir con los Ángeles de casa en casa, de alma en alma, derramando Mis grandes gracias sobre todos, tocando, convirtiendo los corazones y disminuyendo la presencia y la influencia de Satanás sobre las personas y sus casas.

Yo, Domingo, amo con especial amor a todos los que rezan el Rosario de la Madre de Dios y mañana en el día de mi fiesta derramaré sobre vosotros que rezáis el Rosario meditado con tanto amor, hecho por nuestro amado Marcos, derramaré copiosas gracias de mis Manos desde lo alto.

Y hoy, en nombre de la Madre de Dios, os prometo que todo aquel que traiga consigo el Escapulario Gris de la Paz de la Madre de Dios, recibirá cada día 7 de cada mes una indulgencia plenaria para sí mismo y para 7 personas de su familia de su elección.

También podrá elegir 7 ciudades desde las que descenderán las abundantes gracias de la Madre de Dios. Para que de este modo, este mundo verdaderamente desgarrado por el pecado pueda ser purificado, iluminado, convertido y santificado por las grandes gracias de la Reina y Mensajera de la Paz.

Que aquí nunca se canse de mostraros su amor, de beneficiaros y enriqueceros con las gracias del amor sin límites de su Corazón por vosotros.

A todos, bendigo con amor ahora desde Toulouse, París y Jacareí.

Paz mis queridos hermanos, cada Rosario Meditado grabado por Nuestro amado Marcos que deis a una persona, a cada Rosario le habréis disminuido un mes de fuego en el Purgatorio después de vuestra muerte.

Paz Marcos, Paz incesante llama el amor de la Madre de Dios, mi amigo y más querido hermano mío. Te bendigo y también a tu padre Carlos Tadeo a quien amo con todo mi corazón y a quien bendigo siempre que reza el Rosario Meditado contigo».

(Marcos): «Hasta pronto. Hasta pronto querido Santo Domingo, te quiero, ¡vuelve pronto!».