sábado, 4 de junio de 2016

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy, la Santísima Madre se apareció de nuevo trayendo al Niño Jesús en sus brazos maternales. Los dos se alegraron de vernos reunidos en oración y nos bendijeron, concediéndonos el amor de sus Santísimos Corazones.

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, os amo y deseo llenar vuestros corazones de este amor maternal mío, que es el amor que procede del Corazón de mi Hijo Jesús.

Jesús os ama, hijos míos, y desea la salvación de toda la humanidad. Que nunca falte la oración en vuestras familias, sino que se haga con amor y fe, para que vuestras familias sean iluminadas por Dios y reciban en profundidad las gracias y el amor del Señor.

¡Italia! ¡Italia! Os llamo a Dios. Vuelve, Italia, porque ya es hora de ser obedientes al Señor y de dar ejemplo a todos.

Hijos míos, ¿por qué no me escucháis todavía? ¿Por qué aún no os habéis decidido por Dios? No perdáis el tiempo. Llevad mis llamamientos maternales a todos vuestros hermanos y hermanas. Acoged la petición que hoy os hace vuestra Madre: ¡convertíos y perteneced a Dios!

Los pongo en mi Corazón Inmaculado y les digo que tomaré sus peticiones para ponerlas ante el Trono de Dios.

Rezad, rezad, rezad. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.