miércoles, 8 de junio de 2016

Llamamiento de María, Auxiliadora de los Hijos de Dios.

Hijitos Míos, ¡el Estandarte del Comunismo se extiende por muchas naciones y muy pronto llegará a Roma!

Hijitos de mi corazón, que la paz de mi Señor esté con todos vosotros,

Hijitos, permaneced unidos a mi Hijo y a esta Madre que tanto os ama; asistid a la Santa Misa cuanto podáis y alimentaos con el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo. Rezad todos los días mi Santo Rosario, rezad por la Iglesia y por la conversión de todos los pecadores del mundo. Consagraos a nuestros dos corazones y consagradnos a vuestras familias, para que ninguno se pierda en la Advertencia y pueda volver a este mundo, convirtiéndose para formar parte del rebaño de mi Hijo.

Una gran roca de fuego se acerca a la Tierra y nada ni nadie podrá detenerla, porque es la justicia de Dios quien la envía; el fuego del cielo caerá sobre la Tierra y castigará a las naciones malvadas. Hijitos, no seáis obstinados, corred a poner orden en vuestra casa porque los días de la justicia divina están a punto de comenzar y la inmensa mayoría de mis pequeños siguen desviados del camino que conduce a la salvación.

Vuestra Madre no se cansa de interceder por vosotros, mis hijos rebeldes; pero vosotros debéis poner de vuestra parte para que el cielo pueda actuar, porque de lo contrario, seréis vosotros mismos los que os condenéis. Recordad que respetamos vuestro libre albedrío, que el que viváis para siempre o perdáis vuestras almas depende de vuestro deseo de cambiar. Mi Padre es amor y quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. No seáis insensatos, volved a Dios cuanto antes; ved que el tiempo se acorta cada vez más y que si seguís como vais, caminando en pecado, lo que encontraréis muy pronto será la muerte eterna.

Me estoy apareciendo en muchos lugares y especialmente en aquellos donde la gente no me conoce. Quiero atraerlos a todos y llevarlos al amor y a la misericordia de Dios; como Madre de la humanidad, es mi deseo que todos se salven. Quiero reunir al rebaño de mi Hijo en un solo redil, para que seamos una sola familia unida en la fe, y juntos, de la mano, vayamos al encuentro de mi Señor.

Hijitos, el estandarte del comunismo se extiende por muchas naciones y muy pronto llegará a Roma. Esto provocará la pérdida de la fe y dará lugar a un pozo negro de pecado y apostasía. Muchos se perderán y rechazarán a Dios y a la Iglesia, por los escándalos que se producirán en su interior. Roma abrirá sus puertas a mi adversario, para que acabe sentándose en la cátedra de Pedro. La justicia de Dios la castigará y la ciudad de las siete colinas arderá como en tiempos de Nerón.

Preparaos, hijitos, porque se acerca el día en que el hombre de iniquidad aparecerá ante la humanidad. Rebaño de mi Hijo, guardaos de caer en el engaño, ya sabéis que éste es el hijo de perdición que planea suplantar a Dios y engañar a muchos, haciéndoles perder la fe y la vida eterna. Caminad, pues, hijos míos, como hijos de la luz, para que nada ni nadie se separe del amor de Dios.

Vuestra Madre, María, vuestra Auxiliadora, os ama.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.