Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
domingo, 15 de mayo de 2016
Llamamiento Urgente de Jesús El Buen Pastor a la Humanidad.
El Día y la Hora de Mi Advertencia Ya Han Sido Acordados por la Corte Celestial. Lo Único que Falta para que Todo Se Cumpla por la Divina Voluntad Son Unos Momentos de Misericordia.

Ovejas de mi rebaño, mi paz sea con vosotros. Rebaño mío, no temáis, permaneced en mi amor, que vuestro corazón no se turbe ni se asuste. Preparaos con buenas confesiones de vida para la venida de mi Advertencia, que ya está llamando a la puerta de vuestras almas. Mi deseo no es veros sufrir en vuestro camino hacia la Eternidad, sino que os convirtáis sin tener que conocer el sufrimiento. Consagraos cuanto antes a nuestros dos corazones y consagrad a vuestras familias, para que nadie se pierda en el camino hacia la Eternidad y para que todos puedan volver a este mundo a cumplir la misión que les será asignada.
Os digo: todo mortal que tenga uso de razón cruzará a la Eternidad y será juzgado en función de su amor por el Tribunal Celestial. Os exhorto a perdonaros unos a otros, para que cuando lleguéis a la Eternidad, vuestras almas no conozcan el lago del Purgatorio, donde yacen las almas que murieron sin perdonar y sin ser perdonadas. Las almas que no supieron amar y perdonar en este mundo deben purgar por ello en la Eternidad. El Purgatorio para estas pobres almas es largo y doloroso; allí deben expiar toda la falta de amor y de perdón que no mostraron a sus hermanos en este mundo.
Muchas de estas pobres almas pasan muchos años de vuestro tiempo en este lugar, porque durante su vida en este mundo se negaron a perdonar. Su dolor es grande y necesitan vuestras oraciones, ayunos, penitencias y santas misas, ofrecidas por ellas, que les serán de gran ayuda en su prueba por amor. Rezad por estas almas amargadas; su falta de amor en este mundo les llevó a cerrar su corazón al perdón y hoy yacen en la Eternidad, sedientas y necesitadas de vuestras oraciones para poder expiar sus penas y reducir su estancia en el Purgatorio.
Tened presente, ovejas mías, esta instrucción que os doy, para que abráis vuestro corazón al perdón y hagáis las paces con vuestros hermanos, a fin de que, cuando llegue el día de mi Advertencia, vuestro paso a la Eternidad no sea de sufrimiento, sino de alegría y de paz. El día y la hora de mi Advertencia ya han sido acordados por la Corte Celestial. Lo único que faltará para que todo se cumpla por la Voluntad Divina serán unos instantes de misericordia.
¡Ay de aquellos necios e imprudentes que piensen que sus búnkeres subterráneos les protegerán en el momento de mi justicia! ¡Qué equivocados están, si no vuelven a Dios de todo corazón y se arrepienten, la furia de la Creación en el momento de mi justicia destruirá sus fortalezas y quedarán bajo el peso de sus búnkeres!
¡Necios, en el momento de mi justicia divina no habrá lugar seguro en la tierra donde esconderse! Volveos a Dios y obedeced Sus preceptos, ésa es vuestra mayor fuerza. No busquéis seguridad en las cosas de este mundo, porque este mundo pasará muy pronto y con él todos los que hoy me dan la espalda y no la cara.
Preparaos, rebaño mío, porque se acerca vuestra travesía hacia la Eternidad; consagraos a nuestros dos corazones, de nuevo os lo digo; reconciliaos con vuestros hermanos y haced justicia, para que en la Eternidad podáis ver la gloria de Dios y no el castigo del Purgatorio o el tormento del infierno. Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
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