Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
sábado, 8 de octubre de 2016
Cenáculo.
Nuestra Señora habla después de la Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V. a través de su voluntaria, obediente y humilde instrumento e hija Ana.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Hoy, 8 de octubre de 2016, hemos celebrado el Cenáculo en la iglesia doméstica de Gotinga. Una digna Santa Misa de Sacrificio en el Rito Tridentino según Pío V precedió a la ceremonia. Ese día, el altar de María se adornó especialmente con una magnífica decoración floral. Estas flores deben decir a la Santísima Madre que te amamos. Queremos adorarte, porque muchas personas te desprecian en este momento. Vilipendian y ridiculizan a la Madre de Dios más querida, la Madre de Dios Portadora de Dios y la más pura de todas las puras. Por eso, en este día queremos dar a la Santísima Madre la alegría de seguir Su llamada.
Hoy hablará Nuestra Señora: Yo, vuestra queridísima Madre, hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está enteramente en la voluntad del Padre Celestial y repite sólo palabras que vienen de Mí.
Amado pequeño rebaño, amados seguidores y amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. Os amo a todos y os saludo por haber entrado en éste, Mi refugio seguro, la Sala de Pentecostés, para recibir Mis instrucciones que os estoy dando.
Amado pequeño rebaño, os doy las gracias por vuestra disposición a seguir voluntariamente Mi llamada. Celebráis este Cenáculo llenos de gratitud y os consagráis a Mi Corazón Inmaculado porque habéis experimentado a menudo la seguridad bajo Mi manto. Hoy recibís las instrucciones de vuestra Madre Celestial. Las obedecéis con obediencia. Por ello el Padre Celestial os da las gracias.
Vosotros, Mis amados, tenéis que soportar mucho sufrimiento, pero Yo, como Madre Celestial, os apoyaré en él. Mirad Mi sufrimiento, el sufrimiento que tengo que soportar hoy, en este tiempo de confusión y mentiras y desobediencia al Padre Celestial en la Trinidad.
Hoy dicen que desobedezcáis a estos obispos. ¿A quién debéis obedecer en última instancia? Por supuesto al Padre Celestial, sólo a Él debéis obedecer.
¿Qué significa realmente obedecer? Te llevarán por mal camino y te enseñarán la incredulidad. Tampoco debes obedecer a este Santo Padre actual, que quiere impartirte esta creencia errónea. Es un hereje y un anticristo. Desgraciadamente esta es la verdad.
Tú expías, sacrificas y rezas por él y por su arrepentimiento y, sin embargo, no ves ningún éxito.
Reza más y ten confianza. No cedas a la desesperación, pero ten siempre el deseo de sentir la voluntad del Padre Celestial. Sólo yo conozco vuestro sufrimiento y vuestra preocupación por la Iglesia actual. Deseo que os sometáis a la Voluntad Divina.
Toma el Santo Sacramento de la Penitencia y también la comunión oral digna. Celebra diariamente el Santo Sacrificio de la Misa en el Rito Tridentino, porque sólo esta comida sacrificial es válida. Si no te es posible acudir a una iglesia cercana donde se celebre esta Santa Misa, consigue el Dvd. (Sra. Winter, Kiesseestr. 51 b, 37083 Göttingen, teléfono núm. 0551/30 544 80. El DVD está disponible a un precio de coste de 5,- euros y el folleto que lo acompaña a 2,- euros) Pronto te darás cuenta de lo valioso que es para ti vivir la verdadera fe católica. Reza diariamente el rosario, escalera al cielo y arma contra el maligno. Rezadlo con fervor y gratitud. Yo, tu queridísima madre, lo rezo contigo.
Si tus fuerzas flaquean, pediré el Poder Divino al Padre Celestial. Él espera tu súplica, pues conoce tu debilidad. Él te fortalecerá de nuevo. Cuando te debilitas, el Poder Divino actúa en ti. A menudo no lo sientes, porque no escuchas lo suficiente dentro de ti y no buscas el silencio.
El Padre Celestial trabaja en vuestros corazones y espera que le demostréis vuestro amor hablándole. Puedes aprender a hablar este lenguaje en el Santísimo Sacramento del Altar, en la Adoración. Puedes recitarle todo a Mi Hijo. A Él le gusta que le pidas algo. Se cumple si es bueno para ti y está en la voluntad del Padre Celestial.
Yo, como Madre Celestial, estoy siempre contigo. Te abrazo si llamas «Padre» al Padre Celestial sólo una vez. Di: «Padre, hágase Tu voluntad, aunque no entienda nada, creo y confío. Sé que eres mi Padre, que sólo tiene reservado para mí lo mejor.
Mi voluntad no tiene por qué coincidir siempre con la tuya, porque tú eres incapaz de conocer la voluntad del Padre, pues no eres perfecto.
Huye, pues, a Mi Corazón Inmaculado que te reconforta. Se convertirá en un refugio seguro en tu vida, pues estás en un tiempo difícil y sin Dios.
El modernismo está pronto por los suelos. El Padre Celestial construye la Nueva Iglesia y esta Nueva Iglesia es la Iglesia de la Gloria. La casa segura es el refugio en Mellatz. Esto tú y todos los demás creyentes no podéis comprenderlo ni entenderlo.
Confía en el Padre Celestial que Él mismo ha construido Su casa. Él desea que encuentres tu refugio seguro en esta casa.
Obtén diariamente en el Santo Sacrificio de la Misa la fuerza para cumplir siempre la voluntad del Padre Celestial. No será fácil para todos vosotros, hijos de Mi amada María, y sin embargo la Fuerza Divina será eficaz en vosotros. Confiad en que el Padre Celestial lo dispondrá todo y que el procedimiento tendrá lugar pronto. Aunque será poderoso e incomprensible para todos vosotros, continuad expiando los crímenes y sacrilegios cometidos en este tiempo, especialmente por los numerosos hijos de los sacerdotes.
Habría sido bueno para todos los sacerdotes que se hubieran hecho marianos y se hubieran consagrado a Mi Corazón Inmaculado para encontrar un refugio seguro. Quiero rescatarlos bajo Mi manto para que el malvado no tenga ningún punto de ataque cuando crean que quiero ser su Madre Celestial, que ama especialmente a todos los sacerdotes de forma inexpresable. Quiero conducirlos al Padre Celestial en la Trinidad.
Amados sacerdotes, comprended por fin que vuestro Padre celestial os ama infinitamente y que tiene un anhelo insaciable por vuestros corazones. Entregaos a Él por completo, con todo lo que tengáis y os parezca querido. Todo le pertenecerá, porque Él quiere ser la cámara del tesoro de vuestro corazón.
Abandonad este altar popular, pues está concebido para el mal. Este modernismo, Mis amados hijos de los sacerdotes, quiere apartaros de la verdad y llevaros a los brazos de Satanás. ¿Por qué no Me creéis, Mis amados hijos de los sacerdotes, cómo esta iglesia modernista está sufriendo daño en vuestros corazones?
Estoy esperando que sintáis un profundo remordimiento por vuestras transgresiones en el Santo Sacramento de la Penitencia. ¿Por qué no creéis a vuestro Padre Celestial, que quiere salvaros de la destrucción eterna? ¿Por qué no Le amas lo suficiente? ¿Has olvidado tu promesa de sacerdote? El Padre celestial espera diariamente tu arrepentimiento. Tú le desprecias y le desdeñas. ¿No crees que es amargo para Él que no des testimonio de Él y no observes sus mandamientos? Cree y confía en su amor, entonces todo irá bien y se te revelará la verdad.
Te bendigo ahora con todos los ángeles y santos de la Trinidad como tu Madre Celestial y Reina de la Victoria y del mundo entero, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Pronto se alcanzará la victoria, Mis amados hijos de María. Huid bajo Mi abrigo seguro. Entonces estaréis a salvo, porque allí no os puede pasar nada, aunque el maligno intente disuadiros, Yo estoy ahí para vosotros como una madre. El Santo Arcángel Miguel apartará todo de vosotros. Amén.
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