Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
domingo, 22 de mayo de 2016
Domingo de la Trinidad.
El Padre Celestial habla después de la Santa Misa del Sacrificio Tridentino en la iglesia doméstica de Gotinga a través de Su instrumento y de Su hija Ana.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén. La santa cena del sacrificio se celebró con toda reverencia en el altar del sacrificio de Göttingen. Todos los ángeles, querubines y serafines se trasladaron a esta iglesia doméstica de Gotinga y se agruparon en torno al sagrario y también en torno al altar de María. Las rosas florecieron en un resplandor dorado.
El Padre Celestial hablará en la Trinidad: Yo, el Padre Celestial, hablo ahora y en este momento a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está totalmente en Mi Voluntad y repite sólo palabras que proceden de Mí.
Mi amado pequeño rebaño, Mis amados seguidores, Mis amados peregrinos de cerca y de lejos y amados creyentes, hoy habéis celebrado la gran fiesta, la fiesta de la Trinidad. Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo están presentes. Ayer terminasteis el tiempo pascual besando por última vez las llagas de la estatua de Cristo. De esta estatua ha brotado una gran gracia. Todos los días has besado Sus llagas y nunca has faltado. Os quiero aún más por ello. No sólo estáis unidos en estas heridas, sino que seréis curados. Cree y confía especialmente durante este tiempo. Vosotros, Mis amados hijos, habéis celebrado esta fiesta adicionalmente a través de vuestra fiesta patronal en Mellatz, representando aquí a Göttingen. En realidad deberíais estar en este lugar Mellatz en este momento. Pero la enfermedad de Mi amada Katharina se ha interpuesto.
Yo, el Padre Celestial, os daré a conocer aquí lo que necesitáis, y no es poco. Se os saca de esta generalidad del modernismo. Estáis protegidos y resguardados de este modernismo, del ecumenismo y del protestantismo. Prestad atención, hijos míos, porque el maligno aún quiere apartaros de esta fe verdadera. Os volveréis vacilantes. Pero vuestro Padre Celestial os dará instrucciones y os recordará lo que el Espíritu Santo pone en vuestros corazones, porque a través del Santo Pentecostés habéis sido desbordados por el Espíritu Santo. La frecuencia de Pentecostés os ha aportado mucho. Nunca habéis flaqueado en la fe durante este tiempo tan difícil de la enfermedad de mi amada Catalina. Pero seguid creyendo y confiando, pues Yo, el Padre Celestial, soy el guía. Puedo curar cuando y donde quiera. En el momento en que diga «estás curada», ocurrirá. Pero todo sucede según mi voluntad y mi plan, no según tus deseos, y tampoco en el momento en que lo deseas. Por eso debes confiar ciegamente. Cuando no veáis nada ni oigáis nada, y todo os parezca imposible e incomprensible, sólo entonces podré surtir efecto. Puedo actuar en vuestras almas.
Puedo hacerte, hijita Mía, tan eficaz que cada palabra salga de tus labios. Porque no son tus palabras, sino las palabras del Dios Trino, hoy en este día Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo hablan desde ti.
Por eso esta fe católica es diferente de todas las demás comunidades religiosas. No son religiones. Sólo hay una religión y es la verdadera fe católica.
Mi Hijo Jesucristo instituyó este sacramento y os lo dejó como testamento. Podéis recibirlo vosotros mismos como deidad y humanidad diariamente en la Santa Misa Sacrificial. Qué gran alegría debe haber en vosotros, hoy, en este día especial. Habéis cantado jubilosos el Te Deum. Sí, regocijaos, regocijaos en las moradas eternas del cielo. Estad preparados en todo momento, incluso cuando os parezca imposible creer. Tanto más cuanto que Yo estoy en vuestros corazones y quiero estar con vosotros para confortaros, para sosteneros. Sois Mis seres queridos, especialmente vosotros, Mi amado pequeño rebaño. Qué grandes sacrificios habéis hecho en los últimos 12 años, y cómo sois perseguidos. Pero eso es exactamente así.
Si sois perseguidos, camináis tras las huellas de Mi Hijo Jesucristo, pues Él dijo: «Si a Mí me persiguen, también a vosotros os perseguirán». Y esa es la pura verdad. Seréis arrastrados ante los tribunales, seréis despreciados, vilipendiados y os quitarán vuestro honor. Pero tú perseveras en el amor, no en el amor humano, sino en el amor divino te fortaleces. Has demostrado que todo lo haces por amor.
Cuánto cuidas y nutres a mi hijita Catalina. Gracias, Mi querida pequeña Ana, porque especialmente tú lo has asumido todo. Has prometido hacer todo lo que Yo, como Padre Celestial, pueda exigirte. Desde que has recibido la Misión Mundial, podrás hacer los mayores sacrificios con el Poder Divino, nunca con tus propias fuerzas. Recuerda que estoy contigo en todo momento, que lo que haces y logras no es tu logro, sino el mío. Yo te dirijo y te guío y te doy instrucciones y conocimientos que tú no podrías tener. Eres humano y falible. Y toda persona comete errores y tiene debilidades en su humanidad. En el Poder Divino y en las instrucciones del cielo podrás hacer lo correcto, porque el Espíritu Santo te enseña y te guía.
También te doy las gracias, Mi pequeña alma de expiación Monika, por perseverar en tus graves sufrimientos, en este momento en que se necesita urgentemente tu ayuda. Lo habéis tomado todo sobre vosotros. Mi amado hijo sacerdotal también te ha apoyado, te ha dado valor. Cuando pensabas «es demasiado duro», él ha intervenido, te ha influido positivamente y te ha guiado en la dirección correcta.
Un alma femenina es siempre más sensible que un alma masculina. Como hombre, utilizo mi mente muy rápidamente y como mujer, el sentimiento suele ser lo primero. Por tanto, no te preocupes por lo que pienses y sientas. Está en la norma y está en la verdad. Eres especialmente amada por tu Padre Celestial, que te abraza en este día tan especial. Recuerda siempre que tú también apoyas a los muladianos, que se multiplicarán y que te devolverán el apoyo, en la oración, en el rezo perseverante del rosario y en el sacrificio y la expiación. ¿Cuánto han conseguido ya en la oración? ¿Serías capaz de lograr todo esto si no tuvieras a tus seguidores detrás de ti? Intervienen cuando es necesario. Te hacen regalos. Te quieren, sobre todo tus seguidores. De lo contrario, no resistirías en estos tiempos difíciles.
Y ahora te bendigo en estas dos iglesias, la capilla doméstica de Mellatz y la iglesia doméstica de Gotinga, en la Trinidad, con todos los ángeles, querubines y serafines, con tu Madre Celestial y Reina de la Victoria, la Inmaculada, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Te protege en toda situación. Ama y confía y resiste hasta el último aliento. Amén.
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