Santa Gertrudis dice: «Alabado sea Jesús».
"Te recuerdo, querida hermana, que reces diariamente, como lo has venido haciendo, por las pobres almas del Purgatorio. Hay millones encarceladas allí que nunca creyeron en el Purgatorio, pero que ahora sufren mucho. Nadie reza por ellas. Se cree que muchas están en el Cielo".
"En el mundo protestante y también en otras religiones, si una persona llevó una vida relativamente decente, se presume que fue al Cielo al morir. Lo más frecuente es que no sea así".
"Es una fuerza espiritual rezar y sacrificarse por estas pobres almas que, a cambio, rezan por ti. Ninguna de tus intenciones se les escapa".