domingo, 14 de julio de 2013

A cada uno os espero con Mis brazos abiertos de Padre para estrecharos a Mi Sagrado Corazón.

- Mensaje nº 202 -

Hija mía. Mi querido hijo. Yo, tu Santa Madre del Cielo, quiero decirte hoy esto a ti y a todos Nuestros hijos: preparaos, purificad vuestras almas, porque la hora está muy cerca. Mi Santo Hijo, vuestro Jesús, vendrá a liberaros del poder maligno, y tomará y salvará a todos los que se lo permitan.

Así que preparaos, purificaos, arrepentíos y arrepentíos. Sólo así vuestros corazones volverán a ser puros, sólo así Mi Hijo podrá llevaros con Él, sólo así os salvaréis del poder oscuro que se extiende como la peste y contamina cada vez más corazones, hunde en el abismo a cada vez más hijos de Dios, corrompe cada vez más y causa daños en vuestro mundo y en vuestra alma.

Venid a Jesús, vuestro Salvador, y dadle vuestro Sí. Entonces, Mis tan amados hijos, se cumplirá la profecía y la Nueva Jerusalén será vuestro hogar.

Venid y arrepentíos de todas las malas acciones que hayáis cometido. Así os prepararéis para la Segunda Venida de Mi Hijo, y vuestra alma encontrará paz y amor. Seréis curados de todos los males que podáis tener. No os atormentarán más enfermedades, no os herirán más mentiras, no padeceréis más hambre ni os sobrevendrán más males. Vivirás en la dicha perfecta, con Mi Hijo a tu lado. La felicidad será vuestra compañera constante y la alegría celestial llenará vuestro ser. Seréis verdaderos hijos de Dios y comprenderéis por fin sus misterios. Estaréis verdaderamente bien y todos vuestros sufrimientos, dolores y heridas serán sanados y redimidos.

Os amo tanto, Mi rebaño de hijos tan amados por Mí.

Vuestra Madre del Cielo.

"Hija mía. Hija Mía. Grande será Mi alegría, porque el día en que Jesús venga a ti, serás liberada del mal y experimentarás una gran alegría. Te volverás «ligera», liberada de las cargas que llevas a lo largo de tu vida, y serás feliz, porque en el día de la gran alegría, cuando finalmente Mi Hijo salga victorioso sobre el adversario, entrarás en la Nueva Jerusalén, y Yo, tu Padre que tanto te ama, te recibiré con Mi amor divino. Cuidaré de vosotros y nada malo os volverá a suceder.

Os amo tanto, hijos Míos tan amados por Mí. Os espero a cada uno con los brazos abiertos de Mi Padre para estrecharos contra Mi Sagrado Corazón, cuando ese día haya llegado.

Mi alegría será grande, porque os amo.

Vuestro Padre del Cielo.

Creador de todos los hijos de Dios".

"Amén, os digo esto: Quien dé su Sí a Mí, su Jesús, no perecerá.

Quien honre a Mi Santo Padre, experimentará Su amor divino. Quien Me invite a su vida, a él Me apresuraré, y quien Me dé su vida, a él le daré la Mía, tanto os amo.

Así pues, ven a Mí, a tu Santo Jesús, y prepárate para el gran día de Mi Segunda Venida.

Os amo desde lo más profundo de Mi Sagrado Corazón.

Tu Jesús.

Salvador de todos los hijos de Dios".

"Hija mía, hija mía. Haz que esto se sepa. Nuestros hijos deben saber cuánto les amamos y que, si Nos dan su vida, Nosotros daremos la Nuestra por ellos. Esto es muy difícil de comprender, pero sabed que es así.

Os amo desde lo más profundo del corazón de Mi Padre.

Tu Padre que está en los Cielos.

Gracias, hija Mía, te quiero mucho".