miércoles, 19 de noviembre de 2025
¡CUÁNTO TE AMO!!
Mensajes de Dios Padre a Luz De María el 17 de noviembre de 2025
Hijos míos, de vuestro Padre:
¡CUÁNTO TE AMO!!
TANTO QUE ENVIÉ A MI HIJO PARA DAR SU PROPIA VIDA EN LA CRUZ, PARA QUE CADA UNO DE MIS HIJOS SE RECONCILIARA CON ESTE PADRE POR LA VIDA ETERNA (Cf. Jn. 3:16).
Ante la desobediencia, raíz de todo mal, han rechazado aceptar esta gran Obra de mi Amor por la humanidad y continúan siendo presa del pecado.
Han pasado generaciones, y el pecado ha crecido con ellas. Es precisamente en esta generación que les he dado la oportunidad de subir al Arca de Salvación: Mi Hija Amada, Madre de mi Divino Hijo y Templo del Espíritu Santo Dios, para que, acunados por mi Virgen Hija y Madre, sean obedientes y, como mi Hija, cumplan ese Personal Fiat que cada uno debe pronunciar.
¿Por qué es, hijos míos, que tenéis tanto miedo de decir: "Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo" (Cf. Mt. 6:10)?
Mi Voluntad es el bien del género humano, es la salvación de las garras del mal, es que cada uno pueda elegir su lugar en mi Banquete Celestial.
Os amo, hijos míos, y ¿cuál ha sido la respuesta de la humanidad?
Crear una Torre de Babel, como ha sucedido en cada generación, siendo hoy los élites que creen poder sobrepasar mi Voluntad eliminando valores, yendo contra los límites en todos los aspectos de la vida, matando a los inocentes y causando muerte cuando quieran, y confundiendo las mentes de mis inocentes para que estén preparados para la llegada pública del Anticristo, perseguidor de mis hijos y terror para toda la humanidad.
Aquellos que creen poder vencerme, yo, el Todopoderoso, los haré caer por su propia voluntad libre.
La energía nuclear no se detendrá con una ciudad subterránea; será detenida pronunciando la Voluntad Personal, siendo mis hijos obedientes y dedicados a servir según los Mandamientos que di a Moisés para ser cumplidos por todas las generaciones hasta el fin de los tiempos (Cf. Ex. 20:3-17; Mt. 22:36-40).
Quien confiesa ser mi hijo debe cumplir Mi Ley, recibir a Mi Divino Hijo y confesarse portador del Espíritu Divino.
No tengo una ley para unos y otra para otros; le di la Ley a Moisés para todos los tiempos, razas, naciones, lenguas, y tanto para los pobres como para los ricos.
En este momento, Nuestra Santísima Trinidad se entristece por tantas ofensas recibidas de aquellos que se han entregado a Satanás con tanta desobediencia, la distorsión de los Sacramentos y la invasión del humo de Satanás que ha penetrado en la Iglesia de Mi Hijo.
Hijos míos, no deseo que la humanidad sufra. Vosotros habéis creado el dolor de la humanidad, y por eso sufriréis. Continuaréis sin poder detener el castigo que os habéis traído a vosotros mismos. Solo mis inocentes no serán presa del dolor que experimentará la gran mayoría de mis hijos.
La geografía cambiará en algunos continentes; no será lo mismo. La fuerza de los terremotos y tsunamis, así como los volcanes, transformarán la Tierra.
Donde reina el pecado con toda su lujuria, esa tierra y sus habitantes serán purificados a menos que ofrezcan una cadena de oración durante cuarenta días continuos y su arrepentimiento sea sincero y en estado de gracia.
Donde Satanás ha sido recibido e Yo soy desobedecido por la mayoría, serán purificados y la tierra se abrirá causando gran destrucción.
Veréis caer fuego del cielo, y el miedo vendrá a vosotros desde el universo, manteniéndoos en angustia. Los meteoritos se acercarán a la Tierra, y algunos penetrarán hasta que caigan al mar y a la tierra. Las nubes cambiarán de color, anunciando que viene el dolor.
El frío vendrá a la Tierra, un frío desconocido, un frío que cala los huesos, y con él enfermedades desconocidas, sin respetar edad ni rango ni estatus; por esta razón, Mi Casa os ha hecho conocer las plantas medicinales que sirven para detener estas enfermedades.
Mis amados hijos, así como el mal ha perseguido a mis fieles hijos y aquellos que se arrepienten, también serán protegidos mis fieles hijos por las Legiones dirigidas por San Miguel Arcángel y mandadas por Mi Hija, la Virgen y Madre de la Humanidad.
No perdáis la fe, porque es un gran tesoro en el camino espiritual.
Venid a recibir a Mi Divino Hijo debidamente preparados.
Usad los Sacramentales con fe; de lo contrario, no os protegerán.
Mantened un pequeño altar en vuestro hogar con las Sagradas Escrituras, un Crucifijo, agua bendita, el Rosario y el Escapulario, la imagen de Nuestra Trinidad y la imagen de Su Reina y Madre. Colocad todo esto sobre el altar y debajo del altar colocad lo que cada uno tenga de devoción.
Llega un tiempo en el cual no podréis comunicaros entre vosotros; sin perder la fe, permaneced callados por dentro, y mis Ángeles os harán saber lo que necesitáis entender, así como yo daré dones especiales a algunos de mis hijos en ese momento.
Los que debéis permanecer en un país extranjero porque no estáis en el vuestro, permaneced tranquilos y continuad con fe. Sin preguntar si debéis o no viajar, pedid discernimiento en este tiempo.
Mis instrumentos oran y ayunan por toda la humanidad. Sin pedir fechas, vivid con fe e incrementadla cada día más. Sed más espirituales para que vuestros sentidos se purifiquen y podáis ascender.
La Humanidad no ha sufrido antes como sufrirá ahora.
La Humanidad mirará a mi Virgen Hija y Madre repetidamente en el manto azul de la bóveda del Cielo. Mirarán a mi fiel San Miguel Arcángel, San Rafael Arcángel y San Gabriel Arcángel. Mis Ángeles permanecerán desde Mi Casa hasta la Tierra y desde la Tierra hasta Mi Casa, tanto que haré sentirles Mi Misericordia como un bálsamo refrescante de agua.
Orad, hijos míos, orad el Santo Rosario, el Credo; buscad el Sacramento de la Reconciliación, sed amor, asistid a la Celebración Eucarística y fortalecedvos con el Cuerpo y Sangre de Mi Divino Hijo; ayudáos mutuamente, es importante.
La guerra es inminente y sus consecuencias se sentirán por toda la Tierra, así que ahora os llamo a prepararos y ser generosos con vuestros hermanos y hermanas.
Sin guardar rencor hacia aquellos que te han herido, purificaos y vivid cerca de Mí. Ten en cuenta que Mi Divino Hijo os dejó la Ley del Amor (Cf. Jn. 13:34) y debéis hacerla crecer en cada uno de vosotros.
Como Padre, os protejo en todo momento. Sin dejar que los miedos os invadan y con confianza en Mí, seguid obedeciendo. Sin dejar que vuestras mentes os lleven a pensar lo peor, hijos míos, confiad en Nuestra Trinidad, en vuestra Bendita Madre y en San Miguel Arcángel.
Cuando Mi Pueblo sufre, Mi Consuelo es grande para que permanezcan firmes, conscientes de que sin fe no podrán pasar el momento de la prueba.
Mantened la paz y la ecuanimidad, sin desesperar ni vivir a medias con miedo. Estad seguros de que Nuestra Trinidad no os abandona.
Adelante, hijos míos, adelante por el camino sin miedo, pero confiados en Mi Protección!
Vuestro Padre Celestial
AVE MARÍA PURÍSIMA, CONCEBIDA SIN PECADO
AVE MARÍA PURÍSIMA, CONCEBIDA SIN PECADO
AVE MARÍA PURÍSIMA, CONCEBIDA SIN PECADO