Domingo, 23 de septiembre de 2012

Domingo, 23 de septiembre de 2012:

Jesús dijo: “Mi gente, puse un niño frente al pueblo para mostrarles cuánto amo a los niños pequeños y a los niños por nacer. Mi gente debe saber que cada persona tiene un cuerpo y un alma, y cada persona es un templo del Espíritu Santo. Por eso cada persona es importante para Mí, y cada alma es igual a Mis ojos. Así que no discriminen entre algunas personas que quizás les gusten más por alguna diferencia en su ropa, su raza o su situación económica. Los llamo a todos a amar a todos por igual como Yo lo hago. Esto significa incluso amar a sus enemigos, lo cual es difícil de hacer, pero con Mi gracia pueden intentar hacerlo. En la visión estoy comparando a su Presidente poderoso con la persona más humilde de su país. Deben respetar cada vida por igual si quieren trabajar hacia su perfección. En su sociedad, los niños por nacer no están protegidos del aborto, pero sus vidas deberían ser tan importantes como la de cualquier otra persona viva. Oren y luchen contra el aborto en su país para que estas pequeñas vidas puedan ser protegidas.”