Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Mensaje de Nuestra Señora

 

Queridos hijos, hoy los llamo una vez más a vivir el verdadero amor por Dios, por Mí y también por las almas que tanto necesitan conversión y salvación.

"Vivan el verdadero amor por el Señor, un amor que se demuestra con hechos más que con palabras, un amor que impulsa el alma a servir a Dios cada vez más, a dedicarse cada vez más a Dios y a inmolarse, a sacrificarse cada vez más por Dios para agradarle, para hacerlo mejor conocido y amado, para dar más y más Su Amor para probar a todas las almas.

El alma que verdaderamente tiene el amor de Dios, vive en este amor y vive este amor se conoce por su incansable vida de oración, trabajo, servicio y dedicación al Señor. El amor que está en esta alma la hace luchar cada vez más por el Señor y nunca cansarse de trabajar por Él.

El alma que tiene verdadero amor nunca se cansa de orar y aun después de haber orado mucho, quiere aún más orar para estar con el Señor para bendecirlo, para alabarlo, para pasar momentos, horas de intimidad y unión con Él para así dar al Señor: alegría, satisfacción y santo placer.

El alma que tiene el verdadero amor de Dios, se conoce por ser incansable en la práctica de las virtudes, por amar las cosas celestiales más que las cosas terrenales, por estar más preocupada con las cosas santas que con las cosas vanas, que con las cosas de la oscuridad y puramente terrenales.

El alma que verdaderamente tiene el amor de Dios, se conoce por estar siempre inmersa en Dios, es decir, en sus pensamientos, en sus deseos, en sus sentimientos e incluso en sus conversaciones todo tiende hacia Dios, todo la lleva hacia Dios, todo la acerca aún más a Dios.

El alma que verdaderamente tiene el verdadero amor de Dios, que vive este amor y difunde este amor se conoce por estar invariablemente unida a Dios por los lazos del amor, la oración, la meditación, el trabajo y la acción para el establecimiento del Reino de Dios en la tierra y en las almas. Mientras que el alma que no conoce el verdadero amor de Dios y no lo posee, que no está unida a Dios, ama las cosas vanas y terrenales más que las cosas celestiales. En las cosas celestiales, en las cosas santas solo siente aburrimiento, tedio y tedio, mientras que en las cosas de este mundo encuentra placer, se dedica al máximo e incluso si tiene que sufrir para obtener las cosas de este mundo, el alma está dispuesta a perderlo todo y a sufrir todo para lograr lo que desea de este mundo, mientras que para las cosas celestiales no está dispuesta al menor sacrificio, al menor esfuerzo, al menor trabajo.

El alma que ama el mundo más que a Dios siente placer y contento en conversaciones mundanas, sus pensamientos y deseos están llenos de cosas vanas y pecaminosas todo el día, mientras que todo lo que necesita es escuchar algo de Dios, algo concerniente al Señor, a Mí, a los Santos o a las cosas celestiales para pronto sentir sueño, aburrimiento, fatiga, tedio y tedio. Ella refuta críticamente todo llamado de la gracia a orar más, a meditar, a pasar más tiempo con Dios y conmigo en oración, en lectura, meditación o asistencia en cualquiera de mis apariciones, en mis mensajes, en el conocimiento de mis intervenciones maternales a lo largo de la historia y su corazón es siempre contrario y adverso a todo lo que puede mejorarla y santificarla, mientras que siempre está abierta a todo lo que puede envenenarla el alma y arrojarla al abismo de la perdición.

Los llamo Mis hijos, al verdadero amor, que los lleva a amar las cosas santas, a amar lo que es divino y celestial y a despreciar lo que es vano, pecaminoso y que envenena sus almas. Solo de esta manera serán señales de Mi amor y Mi presencia en el mundo, y entonces podré reflejar en ustedes la belleza y la luz de Mi Rostro de Madre, el rostro que hace tantos años les di aquí en mis APARICIONES EN JACAREÍ y que el último quince días celebraron la Fiesta con particular amor y alegría en sus familias y en sus corazones. Solo tendiendo y buscando más aquello que los purifica, los santifica, y los levanta de la tierra que aquello que los retiene y los prosterna en el polvo de este mundo, sus almas serán verdaderamente reflejos de Mi Rostro de Madre y entonces podrán difundir la luz mística de Mi Rostro amoroso por todo el mundo.

Por lo tanto, pequeños hijos, en este tiempo que se les da, que es único, singular: REY, AMA MÁS, dedíquense más al Señor y a Mí para que entonces su vida se convierta en un puente que lleve a todos Mis hijos a Dios, al Cielo, a la salvación.

Este lugar de Mis Apariciones Aquí, que amo tanto, que es tan querido a Mi Corazón, ha sido elegido para ser para todos Mis hijos una ESCUELA DE SALUD. Vengan todos aquí Mis hijos, con amor y un corazón abierto para que pueda transformarlos en grandes santos para la mayor gloria del Señor. Continúen con todas las oraciones que les he dado aquí. Continúen viniendo aquí para que pueda continuar su conversión.

A todos en este momento bendigo con amor PELLEVOISIN, MONTICHIARI y JACAREÍ.

¡Paz! ¡Paz a ti Marcos, el más dedicado de Mis hijos!".

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

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