domingo, 27 de octubre de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Castanhal, PA, Brasil

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz y la Reina de los corazones. Todos los corazones endurecidos deben abrirse a Mi Señor, pues Él desea hacer de todos los corazones Su morada habitual. Mi Hijo Jesús desea hacer de sus corazones el Cielo y el Palacio donde Él pueda morar y derramar incontables gracias sobre todos Mis hijos. Los llamo hijos, porque Yo soy la Madre afectuosa y amorosa de todos.

Mi Divino Hijo me dio a ustedes como Su verdadera Madre y a todos ustedes como Mis amados hijos durante Su Santa Pasión, cuando estaba a punto de entregar Su alma al Padre Eterno en Su dolorosa crucifixión en el Calvario.

Yo, queridos hijos, deseo tenerlos dentro de Mi Inmaculado Corazón. Difundan Mi Inmaculado Amor a todos Mis hijos a lo largo del mundo. Deseo invitarlos a vivir una vida santa, una vida de paz y amor entre sus hermanos.

Yo soy la Madre de Jesús, el Salvador del mundo entero y deseo concederles Mis gracias. Recíbanlas y distribúyanlas entre todos Mis hijos. Vengan siempre a los brazos de su Inmaculada Madre. Los amo. Oren, oren, oren. Oren todos los días el Santo Rosario. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén. Nos vemos pronto, Mis amados hijos.

A algunas personas que querían obtener una gracia y que le pidieron que les entregara sus peticiones a Nuestra Señora para su bendición, la Virgen respondió:

Díganles que oren para recibir las gracias deseadas. Mi Señor desea conceder a todos muchas gracias, pero a todos aquellos que oren con confianza y con sus corazones. Canten y oren al Espíritu Santo Mis hijos, pues quien tiene al Espíritu Santo lo tiene todo: todo y todas las gracias!