Guerrero de la Oración

Mensajes de diversas orígenes

domingo, 28 de diciembre de 2025

La Natividad de la Sagrada Familia

Mensaje del 5 de diciembre de 2018 a Valentina Papagna en Sydney, Australia, Republicado el 24 de diciembre de 2025

Después de terminar mis oraciones vespertinas, tuve una visión hermosa y maravillosa de la Natividad de la Sagrada Familia.

En la oscuridad de la noche, un resplandor brillante y radiante rodeaba el establo, que era una gran cueva abierta. La luminosidad plateada de la estrella era tan intensa que parecía como si la estrella del cielo hubiera descendido y brillara directamente sobre la cueva. Todo estaba muy iluminado.

Sentada en medio del establo se encontraba María, Madre del Niño Jesús, sosteniendo al Niño Jesús en su regazo. Estaba vestida con una hermosa túnica roja y un manto blanco que le llegaba hasta los codos. Se podía ver cómo su cabello estaba bellamente trenzado alrededor de la cabeza. El Niño Jesús iba todo de blanco. Vi a San José arrodillado junto a Ellas. Multitudes de ángeles brillantes las rodeaban, alabando y adorando al recién nacido Rey. Alrededor del establo, frente a la Bendita Madre y el Niño Jesús, también vi muchos pastores, arrodillados en adoración. Los santos pastores llevaban ropas con una combinación de tonos blancos y marrones.

Delante del establo, pude ver muchas ovejas y corderitos. Los pequeños corderitos se acercaron al Niño Jesús. Dormían pacíficamente y apoyaban suavemente sus cabecitas unas sobre otras, como si estuvieran descansando en la almohada más suave. Su lana era tan larga y hermosa.

Del otro lado, detrás de la Bendita Madre, vi un buey tumbado en el suelo y también un burro. Este burro fue el que llevó a la Bendita Madre y acompañó a San José hasta Belén.

Como hacía mucho frío en el establo, los animales rodearon a la Sagrada Familia para mantenerlos calientes. Todo se veía tan hermoso, colorido y real.

Había tantos ángeles presentes, y pude ver cómo se postraban ante nuestro Señor Jesús. Luego levantaron sus cabezas hacia el Cielo y, todos en armonía, comenzaron a cantar la divina canticle:

"Gloria Gloria Gloria"

"Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad"

Para que yo entendiera lo que estaban cantando los ángeles dijeron en voz alta, “Gloria a Dios en las Alturas y Paz a la gente de buena voluntad.”

La Bendita Madre, muy santa, estaba muy alegre y sonriente.

Esta escena me dejó sin aliento. Estaba alabando al recién nacido Rey y a la Sagrada Familia de Belén.

Dije, “Mi pequeño Jesús, que seas alabado y amado por todos en el mundo.”

Fuente: ➥ valentina-sydneyseer.com.au

El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.