Guerrero de la Oración

Mensajes de diversas orígenes

sábado, 27 de diciembre de 2025

Oren, hijos, oren con confianza y perseverancia, vivan en la oración, dejen que su vida sea oración

Mensaje de Nuestra Señora a Angela en Zaro di Ischia, Italia del 8 de diciembre de 2025

Esta noche, la Virgen María apareció vestida completamente de blanco. El manto que la envolvía también era blanco y ancho. El manto era fino y estaba adornado con destellos. El mismo manto también cubría su cabeza. En su cabeza llevaba una corona de doce estrellas brillantes. Madre tenía las manos unidas en oración y en sus manos sostenía un largo rosario blanco, tan blanco como la luz, que llegaba casi hasta sus pies. Sus pies estaban descalzos y descansaban sobre el mundo. Alrededor de la Virgen María había muchos ángeles pequeños y grandes cantando una dulce melodía. Una vez más, vi la campana, que estaba en el lugar habitual donde Madre me mostró desde la primera vez que me pidió que la colocara allí. ¡Estaba sonando festivamente! Madre tenía una sonrisa muy dulce.

ALABADO SEA JESÚS CRISTO.

Queridos hijos, vengo a ustedes como su Madre y Madre de toda la humanidad.

Hijos, mi corazón está desgarrado por el dolor debido a los pecados cometidos en el mundo y por todas las ofensas cometidas contra Mi Hijo Jesús. Queridos hijos, esta noche los invito a todos a convertirse y regresar a Dios. Deseo que se unan a Mí en oración y reparación, para pedir perdón por los pecados del mundo y ofrecerle a Dios su amor y sus sufrimientos.

La Virgen María suspiró profundamente y luego me dijo: “Hija, ora conmigo”. Oré con Ella durante mucho tiempo, entonces la Virgen María reanudó el mensaje.

Hijos, no tengan miedo, estoy con ustedes, soy su Madre y nunca los dejaré solos. Los apoyaré y protegeré en todas las pruebas y dificultades que enfrenten. Oren, hijos, oren con confianza y perseverancia, vivan en la oración, dejen que su vida sea oración. La oración es la llave que abre el corazón de Dios.

Hijos míos, esta tarde os invito una vez más a rezar por Mi amada Iglesia, no solo por la Iglesia universal sino también por la Iglesia local. Rezad por los sacerdotes, por los obispos, por el Papa, para que sean guiados por el Espíritu Santo y conduzcan a la Iglesia por el camino de la santidad. Rezad para que el auténtico Magisterio de la Iglesia no se pierda. Rezad por vuestras comunidades parroquiales y por vuestros sacerdotes.

Hijos, si un sacerdote cae, arrastra muchas almas con él. Rezad por los sacerdotes para que sean fieles a su vocación y guíen las almas por el camino de la salvación. Os amo, hijos, y esta tarde os doy muchas gracias.

La Madre extendió sus brazos y de sus manos salió una fina lluvia de luz que iluminó todo el bosque. Finalmente, bendijo a todos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Fuente: ➥ MadonnaDiZaro.org

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