Queridos hijos, María Inmaculada, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Auxilio de los pecadores y Misericordiosa Madre de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.
¡Todos los pueblos, no dejéis que la estupidez se convierta en parte de vosotros!
Sí, habéis entendido bien, así como la inercia no debe ser parte de vosotros. Sed activos, luchad por las cosas que os conciernen y que son parte de todos vosotros, no corráis tras futilidades, porque para vosotros se convierten en una gran distracción, no las necesitáis, tenéis otras cosas que hacer: dedicaos contra los conflictos de la tierra, contra las injusticias sociales, mirad a vuestro alrededor y ayudad a quienes lo necesitan.
¡Hijos, dedicad vosotros a la caridad, que es importante para Dios!
En esta temporada de Adviento, haced buenos propósitos entre vosotros mismos, especialmente cuidar de los más necesitados y estar unidos. No me cansaré de repetir esto: la unidad os hará fuertes y libres.
Apresuraos y nunca olvidéis que la mirada de Dios el Padre Celestial está sobre vosotros. No procrastinéis, nada escapa a los ojos de Dios, y no olvidéis que tendréis que responder ante Dios!
ALABANZA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO.
Hijos, Madre María os ha visto a todos y amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.
Os bendigo.
REZAD, REZAD, REZAD!
LA MADONNA ESTABA VESTIDA DE BLANCO CON UN MANTO AZUL. LLEVABA UNA CORONA DE DOCE ESTRELLAS EN LA CABEZA Y HABÍA UNA LUZ AZUL BAJO SUS PIES.
Fuente: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com