Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
sábado, 10 de septiembre de 2016
Sábado, 10 De Septiembre De 2016

Sábado, 10 de septiembre de 2016:
Jesús dijo: «Pueblo mío, el Evangelio de hoy está lleno de buenos consejos para vuestras almas. Quiero que Mis fieles discípulos sean como el árbol bueno, y den fruto de sus buenas obras. Es verdad que se conoce a las personas por las obras que realizan en la vida. Si eres un verdadero discípulo, escucharás Mi Palabra y actuarás conforme a ella. Verás que la mayoría de las malas acciones proceden de una persona malvada, pero una buena persona realizará buenas acciones para su prójimo por amor a Mí. También hablé de construir una casa sobre roca, en vez de sobre arena, donde las tormentas destruirán la casa. Esto es cierto en cuanto a los cimientos que construyas para tu fe en Mí. Debes construir tu fe en torno a la oración diaria, y a la Misa diaria cuando puedas, para que siempre te alimente Mi Santísimo Sacramento. Mis gracias te sostendrán en las pruebas de la vida. La Confesión frecuente también mantendrá tu alma pura. Confiando en Mí como tu Maestro, Yo proveeré a todas tus necesidades. Aquellas personas que no tengan una relación de amor Conmigo, sufrirán el doble sin Mi ayuda, y podrían perderse».
(Misa de las 16:00) Jesús dijo: «Pueblo mío, el Evangelio de hoy ha sido bastante largo, pero hablaba de dos temas: el Buen Pastor y el Hijo Pródigo. Sabéis cuánto os quiero a todos, y dejaré a las noventa y nueve ovejas en el desierto para encontrar a la oveja perdida. Hay regocijo en el cielo por una sola alma que se arrepienta y se convierta. En la segunda parábola, el padre esperaba que su hijo perdido volviera a casa. Cuando el hijo pródigo regresó, el padre se alegró con una fiesta porque el hijo, que estaba perdido, ahora se había encontrado. Al segundo hijo le molestó que su padre tratara al primero con un banquete después de haberse gastado su herencia en prostitutas. El padre aseguró al segundo hijo su amor, pero el padre se alegró de tener de nuevo en casa a su primer hijo. Así es como Yo amo también a todos los pecadores, cuando espero a que busquen Mi perdón por sus pecados. En la visión estás viendo cómo Mi boca estaba cubierta para que no pudiera hablar. Esto es en referencia a ciertos lugares donde a la gente no se le permite pronunciar Mi Nombre, Jesús. Vuestras libertades religiosas están siendo atacadas, pero Mis fieles necesitan decir Mi Nombre libremente sin preocuparse de ser perseguidos. Gritad Mi Nombre desde los tejados, porque los malvados huyen de Mi Nombre y temen que se invoque Mi poder. Verás a los cristianos más perseguidos a medida que pase el tiempo, pero mantén la fe por mucho que te amenacen. No permitas que los ateos ganen manteniéndote en silencio. Debes decir la verdad para dar testimonio de tu lealtad a tu Señor».
Origen: ➥ www.johnleary.com
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