lunes, 29 de agosto de 2016

Lunes, 29 De Agosto De 2016

Lunes 29 de agosto de 2016: (Decapitación de San Juan Bautista)

Nuestra Madre Santísima dijo: «Mis queridos hijos, me alegro de que todos vosotros vengáis como peregrinos a visitar el lugar de mis apariciones a San Juan Diego. Os dije en un mensaje anterior que derramaría sobre vosotros las gracias de mi Hijo para fortaleceros en la lucha contra vuestras tentaciones cotidianas. Quiero que disfrutes aquí de los hermosos jardines y basílicas que el pueblo ha construido en mi honor y a petición mía. También os muestro un signo de la próxima persecución de la Iglesia con este gran crucifijo en llamas. Conocéis a algunas personas que están en contra de vuestro país cuando profanan vuestra bandera quemándola. Así que en esta visión se acerca un tiempo en el que la gente malvada quemará el crucifijo de mi Hijo, y destruirán todo lo que sea sagrado. También quemarán o destruirán vuestras iglesias, e intentarán matar a todos los cristianos. En ese momento, los ángeles os guiarán a lugares seguros de refugio. En este santuario mi Hijo hará que los ángeles protejan a los fieles de esos malvados que quieren mataros. Dad gracias y alabad a mi Hijo porque os protegerá en todos nuestros santuarios. Rezaré por todos vosotros y por vuestra protección en vuestra peregrinación».

Nuestra Madre Santísima dijo: «Mis queridos hijos, doy mi bendición a todos los peregrinos y a todo el pueblo de México. También soy la Santísima Virgen de todas las Américas. Me visteis llorar lágrimas en la visión por todos los abortos de los no nacidos. Son como pequeños mártires que también están siendo decapitados como San Juan Bautista en su fiesta. Vine aquí hace años para impedir que los indios aztecas ofrecieran sus bebés a sus dioses. Se inspiraron en mi imagen de virgen azteca embarazada, que era un milagro en la tilma de San Juan Diego, y dejaron de matar a sus bebés. Hoy, pido a todos mis peregrinos que recen para que se detenga el aborto de vuestros bebés. Estáis haciendo el trabajo de Satanás cuando matáis a vuestros bebés. La vida es preciosa y este asesinato de los no nacidos ofende enormemente a mi Hijo, Jesús. Las mujeres que han abortado deben confesarse para que se les perdone este pecado. Las personas que apoyan y financian los abortos también necesitan confesarse por ayudar a estos asesinatos. Las mujeres que abortan a sus bebés adoran a sus dioses del dinero, la comodidad y el placer. Buscad el perdón de mi Hijo, y trabajad para que haya leyes contra el aborto. Protesta contra los abortos allí donde estén matando a los pequeños de Dios».