martes, 28 de junio de 2016

Martes, 28 De Junio De 2016

Martes, 28 de junio de 2016: (San Ireneo)

Jesús dijo: «Pueblo mío, este Evangelio es una buena lección de vida, porque mientras todo está tranquilo en el mar, hay poca preocupación. En cuanto puse a prueba a Mis apóstoles con una violenta tempestad, temieron por sus vidas al ahogarse, a pesar de que Yo estaba en la barca con ellos. Una vez que Me invocaron, calmé la tormenta y les dije que tenían poca fe en Mí. Mis apóstoles se asombraron de que Yo tuviera control sobre el tiempo, y no se dieron cuenta de Mis poderes como Hijo de Dios. En la visión os mostré un ataúd vacío porque muchas personas temen lo desconocido cuando mueren. Es cierto que tienes instintos naturales para preservar tu vida. Hay muchas pruebas en tu vida, y a veces puedes estar cerca de la muerte en accidentes, problemas de salud, clima violento o tiroteos. Puede que tengas un miedo natural a la muerte, pero también tienes fe en Mi protección. Tu alma vive para siempre, pero tu cuerpo y esta vida pasarán, pues todos estamos destinados a morir como consecuencia del pecado de Adán. Así pues, no temas a la muerte porque forma parte de tu experiencia humana. Si hay un temor o una preocupación por tu muerte, debería ser más bien por el juicio de tu alma. Hijo mío, has visto el cielo, el purgatorio y el infierno, así que lo que más debería preocuparte es la muerte de tu alma en pecado mortal. Por eso te doy la Confesión, para que mantengas tu alma limpia del pecado mortal. Lo que más te preocupa es ofenderme en tus pecados, pero también existe el temor de ser juzgado al infierno. Si mantienes un alma pura y sigues Mis Mandamientos, no debes tener miedo a la muerte, porque recibirás tu recompensa Conmigo en el cielo».

(Misa del Sagrado Corazón de Jesús)Jesús dijo: «Pueblo mío, cuánto anhelo estar con los corazones de aquellas personas que arden de amor por Mí constantemente. Son los corazones fríos los que rechazan Mi amor, o son indiferentes a Mi amor. Rezo para que todos los corazones se abran a Mi amor, porque deseo salvar a todas las almas. Pero no forzaré Mi amor a tu libre albedrío. Quiero que Mis seguidores Me amen por su propia elección. Manteneos cerca de Mí con corazones y almas puros, mediante vuestras oraciones diarias, las Misas y la Confesión frecuente.»