sábado, 28 de mayo de 2016

Sábado, 28 De Mayo De 2016

Sábado, 28 de mayo de 2016:

Jesús dijo «Pueblo mío, después de echar a los cambistas del Templo, dije a la gente que eran una cueva de ladrones en el lugar de culto de Mi Padre. Por eso los fariseos Me preguntaban con qué autoridad hacía Yo tal cosa. Yo les respondí con Mi propia pregunta sobre si San Juan Bautista hablaba desde un origen divino o terrenal. Esto formaba parte de Mi secreto mesiánico, que no proclamé que era el Hijo de Dios hasta Mi juicio antes de Mi muerte. Cada vez que proclamaba Mi Divinidad, el pueblo no Me creía y quería matarme por blasfemo. Pero en realidad Yo soy Dios Hijo, y Mi autoridad está sobre todos y sobre el universo, porque Nosotros creamos a todos y todas las cosas. Todos Me dais alabanza y gloria porque Yo os he creado, y estáis sometidos a Mi poder, que es mayor que el de los demonios creados. Aquellas personas que creen en Mí no necesitan ninguna explicación sobre Mi autoridad, porque Mi poder es evidente y se comprende. Todos fuisteis creados para conocerme, amarme y servirme, y ésta es vuestra misión».

(Misa de las 16 horas, Santísimo Cuerpo y Sangre de Jesús-Corpus Christi) Jesús dijo: «Pueblo mío, en esta iglesia sin las luces encendidas, Yo soy verdaderamente la Luz del mundo, igual que vuestras velas encendidas. Cuando Me recibís en la Sagrada Comunión, ilumino vuestra vida con Mis gracias celestiales. Esta fiesta del Corpus Christi es especial para todos Mis fieles que creen en Mi Presencia Real en Mi Santísimo Sacramento. Esos fieles, que tanto Me aman, vienen a adorarme en la custodia o en Mi sagrario. Tu diácono fue testigo de los muchos milagros de Mi Eucaristía a lo largo de los años, en los que algunos de ellos han visto sangre en la Hostia consagrada. He realizado tales milagros, especialmente para aquellas personas que no creen en Mi Presencia Real en la Hostia. Cuando mostré Mi Cuerpo resucitado a Santo Tomás, dijo: 'Señor mío y Dios mío'. Dije a Mis apóstoles que creyeron en Mi Resurrección porque me vieron en la carne después de Mi muerte, pero bienaventurados los que no me han visto en la carne y, sin embargo, creen. Alégrate del milagro en cada Misa, cuando el pan y el vino se transubstancian en Mi Cuerpo y en Mi Sangre».