martes, 1 de noviembre de 2016

Mensaje de Santa Irene

(Santa Irene): Queridos hermanos, yo, Irene, me alegro hoy de venir a la fiesta de Todos los Santos para bendeciros y deciros: ¡Sed santos!

Sed santos como vuestro Padre que está en los cielos es santo. Sed puros apartándoos de todo lo que mancha la pureza y la inocencia de vuestra alma.

Sed humildes y mansos para que podáis poseer verdaderamente el Reino de los Cielos, poseer la tierra que Dios prepara para vosotros, que vendrá con el Triunfo del Corazón Inmaculado de María.

Sed buenos como el Padre del Cielo es bueno, haciendo buenas obras, obras santas, que muestren verdaderamente la virtud de la bondad en vosotros, para que seáis verdaderamente hijos de Dios.

Bienaventurados los que son puros y se apartan de todas las cosas mundanas que manchan la pureza del alma y del corazón.

Bienaventurados los que son verdaderamente mansos, que buscan la paz y procuran sembrarla difundiendo los Mensajes de la Madre de Dios, porque no sólo poseerán el Cielo, sino también la Tierra.

Bienaventurados los que son perseguidos por la Verdad, el Señor, la Madre de Dios, Sus palabras, Sus mensajes. Porque grande será su recompensa en el Reino de los Cielos, como grande fue la mía, que fui perseguido por causa de Cristo, que fui martirizado por causa de Cristo. Y por no renegar de mi fe he heredado una gran corona de gloria en el Cielo.

Hoy, Día de Todos los Santos, os invito a ser bendecidos, a ser santos. Llevad una vida santa, lejos de todas las cosas mundanas, que os alejan de Dios, de la Madre de Dios, que debilitan vuestra vida de oración, que debilitan la vida de la gracia interior, de la gracia santificante en vuestros corazones.

Perseverad en el rezo del Santo Rosario, continuad en el camino de la oración y de la santidad, no miréis a este mundo que tiene ya sus días contados. Mirad siempre a la Mujer vestida de Sol, la Madre de Dios, rezad el Rosario, vivid sus mensajes y entonces heredaréis verdaderamente el Reino de los Cielos.

Mira la vida de los Santos, medita en la vida de los Santos, en Nuestra vida están contenidas para ti las grandes gracias y luces que necesitas para alcanzar el Reino de los Cielos.

Desde este lugar bendito y sagrado que amo con todo mi Corazón os bendigo ahora a todos con Amor».

(Marcos): «Querida Santa Irene, te pido hoy, que tengas la bondad de bendecir y tocar especialmente este rosario que mi padre Carlos Tadeo me pidió que te presentara...

Hasta pronto».