Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil
jueves, 13 de octubre de 2016
Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Itapiranga, Am, Brasil

¡Paz mis amados hijos, paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para concederos mi amor y la paz de mi Hijo Jesús. Abrid vuestros corazones, hijos míos, abrid vuestros corazones. Os lo he pedido muchas veces, y muchos no me escuchan, porque sus corazones están endurecidos, no creen lo que les digo, dudan de mi presencia y persiguen a los que he elegido. Ay de los que no se convierten y no se deciden por Dios. El tiempo pasa, la vida pasa, y llegará el día en que deberán comparecer ante el Trono de Dios.
Dios te llama ahora a la conversión, a través de mí. ¡No perdáis el tiempo! Cambiad vuestras vidas para ser dignos de Sus gracias y bendiciones. El Señor pide el arrepentimiento sincero de cada uno de vosotros.
Itapiranga es el lugar elegido por el Señor para manifestar a la Amazonia y al mundo su amor y su perdón. Rezad por la Iglesia, pues pasará por su peor momento y sufrirá grandes persecuciones como nunca antes.
Ofreced vuestras oraciones para detener la acción de los hombres poseídos por el espíritu del mal. Con el rosario en vuestras manos y la oración del Ave María pronunciada con fe y amor, venced al demonio y a todo mal.
Os amo, hijos míos, y os concedo muchas gracias esta noche: gracias de conversión, de paz y de curación de vuestros corazones y de vuestras almas. Os bendigo y os doy mi protección maternal, poniéndoos bajo mi Manto Inmaculado. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Un gran mal hará que muchos pierdan la fe y muchos no sabrán qué hacer. La Iglesia será atacada como nunca antes. Nuestra Señora pide oraciones intensas por la Iglesia, por la salvación y la conversión de los pecadores. Ayudemos a Nuestra Santa Madre rezando diariamente nuestro rosario con fe y amor. Los que recen el Santo Rosario todos los días se mantendrán firmes en los tiempos difíciles que llegarán a la Iglesia.
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