miércoles, 15 de junio de 2016

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

Cuando estaba en el Santuario de San Miguel Arcángel, el Serrone, vi a Jesús, que estaba sentado en un hermoso trono. Tenía una corona en la cabeza y una túnica roja y un manto blanco con bordes dorados. Junto a Jesús estaban San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Comprendí que su presencia allí junto a Jesús era: San Miguel para defendernos de todo mal, dándonos fuerza y protección en las batallas de la vida, San Gabriel para acoger nuestro sí y ayudarnos a hacer más perfectamente la voluntad de Dios y San Rafael para curar las heridas de nuestras mentes, cuerpos, corazones y almas, liberándonos de las influencias negativas de los espíritus malignos. Jesús me dijo

Yo soy la Paz y el Amor. Vengo a este lugar para convertirlo en un Tabor donde pueda transfiguraros con mi amor divino, del que está lleno mi Corazón.

Deseo curar las heridas de vuestras almas, deseo dar fuerza a los corazones debilitados y sin esperanza, deseo dar vida y luz a los que están en el pecado y la oscuridad.

Llamo a todos a venir a mí, pues os daré a beber de la fuente de agua viva, gracia plena de Dios, que reanima vuestras almas y os libera de todo mal.

Orad, sed los que vivís unidos a la voluntad del Padre Eterno, dedicándoos al bien y a la salvación de las almas de aquellos a quienes Él quiere conducir a la gloria eterna.

Aquí estoy para acogeros en mi Corazón misericordioso, fuente de toda vida. Os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.