miércoles, 8 de junio de 2016

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber - Fiesta del Castísimo Corazón de San José

Hoy ha venido la Sagrada Familia: Nuestra Señora con San José, que tenían al Niño Jesús en brazos. Nos mostraban sus Santísimos Corazones. Nuestra Señora nos dio el siguiente mensaje

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, vengo del cielo con mi Divino Hijo y San José para bendecir a vuestras familias y al mundo entero.

Rezad en familia. Sed mis hijos e hijas de la oración, los que interceden por el bien de la humanidad y el bien de la Iglesia. Sed del Señor, abriendo vuestros corazones a su llamada divina.

Se acercan tiempos difíciles y de prueba, pero la gracia de Dios estará siempre presente en la vida de los que le son fieles y obedientes.

El Señor ayudará a los suyos, a los que mi Esposo José y yo depositamos en nuestros Santísimos Corazones, así que sed obedientes a mis llamadas, hijos míos. Consagraos a nuestros Santísimos Corazones y poneos confiadamente en las manos del Señor. No tengáis vuestros corazones atados al mundo, sino abiertos al reino de los cielos. No permitáis que el pecado entre en vuestras vidas, a causa de vuestra desobediencia al no escuchar la voz de Dios.

Convertíos y pedid la fuerza del Señor para permanecer en vuestro camino santo, en cualquier prueba de vuestra vida. No desesperéis, no perdáis la confianza en su protección y en su amor.

Da testimonio de la verdad cueste lo que cueste. La verdad os libera de la ceguera espiritual y de todo mal. La verdad ilumina vuestras vidas y vuestros corazones. La verdad es mi Hijo y sus palabras son eternas y poderosas y son vida y luz para vuestras vidas.

Reza para que todos acojan las palabras de vida de mi Hijo Jesús. Rezad para que la humanidad deje de ser sorda y ciega y se decida a vivir la llamada que Dios le hace. Os amo y os bendigo con mi bendición maternal, unida a mi Hijo Jesús y a San José. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Durante la aparición, vi a San José caminando entre muchos lirios blancos. Estos lirios representaban a cada persona que se consagraba a su Corazón castísimo y le honraba. San José, por medio de Dios, cuida de estos lirios, bendiciéndolos cada día y concediéndoles su amor y sus gracias. Cuando San José pasó entre estos lirios y los tocó, una luz descendió sobre ellos y los hizo más luminosos y bellos. Estos lirios San José desea colocarlos ante el Trono de Dios. Todos los que se entreguen a su protección estarán bajo su santo manto y protegidos contra todo mal y peligro del alma y del cuerpo.