Solemnidad de la Santísima Trinidad

Nuestra Señora viene como María, Refugio del Amor Santo. Ella dice: «Alabado sea Jesús».

"Hoy vengo una vez más a hablar a los Fieles Remanentes. Sois vosotros, queridos hijos, los que debéis permanecer fieles a la Verdad de los Diez Mandamientos y al Amor Santo, encarnación de los Mandamientos. No apoyéis a los políticos que no apoyan los Mandamientos. Sus políticas presagian más degeneración moral de la que ya hay en esta nación. Las leyes no deben diseñarse para apoyar el pecado y hacer que el pecador se sienta cómodo con su estilo de vida pecaminoso. No comprendéis cómo hiere esto al Corazón Doliente de Mi Hijo. Debes alentar la sana razón con las elecciones que hagas».

"La autoridad desordenada ha confundido las elecciones morales de tantos. Por eso debéis discernir correctamente a quién seguís y a qué obedecéis. Si tienes normas morales sólidas, es la sociedad la que se retira de ti, dejándote como un Fiel Remanente que se aferra a la Verdad. Estoy a tu lado ofreciéndote el Refugio de Mi Corazón Inmaculado».