Segundo Servicio del Viernes para Orar por los Sacerdotes

San Juan Vianney está aquí. Tiene lágrimas en los ojos y dice: "Alabado sea Jesús."

"Mis hermanos y hermanas, hoy vengo a ustedes rogándoles sus oraciones y sus continuos sacrificios por la Santa Madre Iglesia. El alma de la Iglesia ha quedado expuesta, y lo que estaba oculto en la oscuridad ha sido traído a la luz. Y ustedes saben, mis hermanos y hermanas, que lo que ha sucedido en el pasado todavía está herido en los corazones de muchos en el momento presente. Por lo tanto, les pido que oren por las víctimas de estos crímenes. Los sacerdotes deben darse cuenta de que su vocación les fue dada para salvar almas a través de los sacramentos de la Iglesia."

"Y así esta noche me llevo todas sus peticiones al Cielo, y les estoy impartiendo mi Bendición Sacerdotal."