Viernes, 25 de enero de 2002

"Soy tu Jesús, nacido Encarnado. He venido a decirte cuánto deseo la conversión de cada alma. Tengo un lugar especial en Mi Corazón, y un lugar especial en el paraíso para cada alma. Es el alma misma la que elige a favor o en contra de lo que deseo para ella."

"Cuando el corazón se vuelve absorto en sí mismo, abre la puerta a los enemigos de su alma. Es entonces cuando se ciega a sus propios errores, y busca defectos en los demás. La marca distintiva de tal persona es la autojustificación. Sigo enseñándote sobre esto, porque hoy la mayoría de las almas son arrancadas de Mí por este camino de amor propio desmesurado, apatía y arrogancia. Doy a las almas la gracia de despojarse del orgullo y ver sus corazones como Yo los veo cuando Me lo piden. La mayoría, sin embargo, nunca lo piden. La mayoría carecen de sinceridad en su búsqueda de santidad. Esto se debe a que un esfuerzo sincero surge de un corazón humilde, no de un corazón autosatisfecho."

"Mi venida al mundo para traer este mensaje no es tu salvación. Es la respuesta de cada alma al Amor Santo la que lo salva. Hazlo saber."