Viernes, 17 de julio de 1998

Nuestra Señora viene como Refugio del Santo Amor. Ella dice: "Alabado sea Jesús. Mi ángel, hoy te invito a ver que la Verdad separa el bien del mal. Esto está en el corazón del Mensaje del Santo Amor. Nadie puede entrar en la Llama de Mi Corazón a menos que esté dispuesto a entregar su alma a la gracia del momento presente y a abandonar el mal."

"Además, por favor, entiende que Mi Amadísimo Hijo redimió al mundo, no porque sufrió y murió sino porque aceptó Su Cruz y se rindió a ella. Tantas personas, querida mía, permanecen en el Huerto de Getsemaní, sufriendo una y otra vez la misma angustia, porque se niegan a rendirse y aceptar las cruces que Dios les da."

"En este acto de orgullo rechazan la Voluntad de Dios para ellos. Nadie está sin una cruz. Cada cruz tiene un propósito. Cada cruz trae consigo una gracia especial."

"Dios no abandona a aquellos que sufren por Él en humildad. El orgullo no entiende la humildad ni la cruz. Mi venida a ti es para asistirte en tus pruebas a través del Solemn Refuge de Mi Corazón. Es la hora de la Verdad, la hora de muchas gracias, la hora de pruebas para las almas. Cree."