Martes, 3 de marzo de 1998

Nuestra Señora viene con una corona en Su Cabeza en azul y blanco. Su corazón está expuesto. Ella dice: "Hija mía, Mi mensajera, vengo alabando a Jesús. Te pido que hagas conocer estas palabras."

"Estos días se han vuelto críticos, ya que el hombre ha elegido ignorar Mis repetidas advertencias. Vengo trayendo un Mensaje de Amor, pero Mis hijos Me lo devuelven con desprecio. La arena del tiempo está pasando. En lugar de elegir la Llama Purificadora del Santo Amor, que ilumina Mi Corazón, Mis hijos están eligiendo las llamas de castigo y perdición. Se acerca el momento en que cada uno será obligado a mirar su alma con los ojos de Dios. Esperan pruebas mucho mayores aquellos que se aferrarán obstinadamente a sus pecados con posterioridad a esto."

"Aún así, te ofrezco Mi Corazón y te pido que atraigas a Mis hijos aquí. No rechazaré ni al último. He entregado toda la gracia a Mis hijos. Ahora, los invito a entregarse a Mí. Te bendeciré."