Lunes, 10 de octubre de 1994

Nuestra Señora viene en dos tonos de azul. Ella dice: "Mira a Mi Hijo, siempre y verdaderamente presente en los tabernáculos del mundo aunque poco estimado. Commenda a Su Benevolente Corazón cada una de tus necesidades en el presente, así como, en el futuro." Ahora Nuestra Señora tiene flores blancas cayendo de Su Corazón. "Mi ángel, no ves las gracias que mereces con cada prueba cuando aceptas todo en el Amor Santo. Esta aceptación es tu paz. Es solo cuando el alma se opone a la Voluntad de Dios para él que pierde la paz. Así que es la humilde sumisión a la Divina Voluntad de Dios la que gana para el alma un paso rápido en el camino de la santidad y el avance hacia la perfección santa. Te enviaré cierta alegría pronto, que algunos considerarían una cruz pero tú reconocerás como Mi gracia. Convertirá a muchos. No especules sobre su naturaleza. La gracia no se anunciará a sí misma sino que llegará inesperadamente." Ella sonríe porque sabe que tengo curiosidad. "Estate en paz en el momento presente."