miércoles, 9 de noviembre de 2016

Ven Espíritu Santo y todo el Cielo con las palabras de Dios a Sus hijos

Mi hijo muy amado, diles a todos Mis hijos que les quiero mucho y les agradezco todas las oraciones de ayer. Se multiplicaron muchas veces con todo el Cielo rogando y rezando con vosotros. Di a todos Mis hijos que deben Seguir rezando por la protección de su nuevo líder y la conversión de sus antiguos líderes. Todavía tenéis un duro camino por delante, pero el primer avance llegó ayer. Este es el primer Presidente y Vicepresidente que han sido elegidos que vuestro Dios ha respaldado. Trump me recuerda a Pablo (el Apóstol), por eso le elegí como te dije antes. Él es el caballo que fue lo suficientemente fuerte para romper los muros de todo el mal en la Casa Blanca. Le dije a Mi hijo hace dos meses cuando su grupo de oracion pregunto a quien votar que Trump seria el caballo y Pence seria el hombre en el carro que sostenia las riendas con el bocado en la boca de Trump para controlarlo y Pence hizo un buen trabajo. También le di un versículo bíblico a Mi hijo para acompañar esto: Isaías 30:28 e Isaías 37:29.

Doy las gracias a todos los que se jugaron la vida para ayudar a ganar estas elecciones. Ha sido la primera alegría sobre vuestro país que el Cielo ha tenido en mucho tiempo. Esta elección significará la diferencia entre ser llevados a la esclavitud y al comunismo o poder vivir en libertad con la Constitución y los Diez Mandamientos. Seguid rezando y viviendo en los Diez Mandamientos y vuestro Dios os ayudará en todas las pruebas que os esperan. Los Diez Mandamientos tienen que estar en tu gobierno, en tus escuelas, en tus iglesias y en todas tus vidas para que tu Dios te ayude plenamente.

El mal se destruye a sí mismo. Todo lo bueno viene de Dios para Sus hijos y cuando lo bueno se utiliza para satanás de forma malvada, todo empieza a autodestruirse hasta que todas las gracias se agotan sin ganancia y con mucha agitación en las almas de las personas que utilizan Sus dones de forma equivocada. No funcionará, como poner agua en un coche en vez de gasolina para hacerlo funcionar. Tu Jesús de Amor y Misericordia.

Isaías 30:28 Su aliento es como un torrente que se desborda y sube hasta el cuello, para sacudir a las naciones en el tamiz de la destrucción y poner en las fauces de los pueblos un bocado que los extravía.

Isaías 37:29 Tu insolencia ha llegado a mis oídos, así que pondré mi garfio en tu nariz y mi bocado en tu boca, y te haré volver por el camino por el que viniste.