miércoles, 19 de octubre de 2016

Llamamiento de Jesús El Buen Pastor a la Humanidad.

¡Mañana Tu Paso por la Eternidad!

Que Mi paz sea con vosotros, ovejas de mi rebaño.

La inmensa mayoría de esta humanidad ingrata y pecadora no ha querido aceptar mi amnistía de Amor, Perdón y Misericordia. Se niegan a entrar por la puerta del perdón; ¡Oh, qué tristeza siento en mi corazón al ver que tantos desdeñan mi don de misericordia! Pobres pecadores que no habéis querido acudir a mis llamadas; ¡pobres tibios de corazón que continuáis en vuestra tibieza espiritual! Hoy me dais la espalda y no me mostráis vuestro rostro y os decís a vosotros mismos que no os sucederá nada. Insensatos e imprudentes, la salvación de vuestra alma está en peligro; si no aceptáis mi amnistía de perdón, os aseguro que muchos no durarán hasta la llegada de mi Advertencia.

Este año de misericordia y perdón es la gracia que os concedo para que mañana podáis soportar vuestro camino hacia la eternidad. ¿A qué esperáis, humanidad acartonada, para volver a Mí? Si no aceptáis ahora mi misericordia, os aseguro que ya no la encontraréis. Estos son los últimos llamamientos que os hago antes de partir; no quiero vuestra muerte, mis pequeños rebeldes.

Os pido, rebaño mío, que compartáis este año de mi misericordia con todos aquellos de vuestra familia que caminan en el pecado o en la tibieza, para que mañana no estén perdidos cuando llame a la puerta de sus almas. Entrad por la puerta de Mi misericordia, rebaño mío, y haced lo que os pido, para que ganéis la indulgencia y la apliquéis a los que están más alejados de Mí. Pasad espiritualmente por la puerta de Mi misericordia, para que cuando llegue el día de Mi Advertencia, no estéis perdidos y podáis ser despertados y volver a Mí.

Volved a Mí, hijos rebeldes; no quiero vuestra muerte. Estaré esperando hasta el último segundo de mi Misericordia. No me dejéis esperando. No me dejéis con los brazos abiertos. Os amo y quiero que viváis y estéis conmigo en el Paraíso. Daos prisa, corred, no os demoréis; ved que el día declina y la noche se cierne sobre nosotros. Prepárate porque cuando menos lo esperes, el Hijo del Hombre llamará a tu puerta. Paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor.

Dad a conocer mis mensajes, ovejas de mi rebaño.