Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
martes, 6 de septiembre de 2016
Llamamiento de María Rosa Mística a la Humanidad.
Hijitos, al Final del Año de la Misericordia, ¡Comenzarán los Días de Tribulación para la Humanidad!

Hijitos de mi Corazón, que la paz de mi Señor esté con todos vosotros y mi protección maternal os acompañe siempre.
El año de la Misericordia está a punto de terminar y la inmensa mayoría sigue espiritualmente aletargada. Echarán de menos este año de gracia que el Cielo les ha concedido para ser perdonados y, cuando lleguen los días de la justicia, gritarán y clamarán al Cielo pidiendo misericordia y no habrá nadie que les escuche. Al final del año de la Misericordia, lo único que faltará será el Aviso. Por eso mi Padre os da este año de perdón, para que lo acojáis y podáis resistir así vuestra travesía hacia la eternidad.
Oh, humanidad, no sabéis lo que os espera; se acercan días de caos, desesperación y oscuridad espiritual; ¡todos los que no estén preparados espiritualmente correrán el riesgo de perderse! El Aviso llegará en medio de la tribulación y a la inmensa mayoría le pillará desprevenida. Qué tristeza siento en mi corazón de Madre al ver a tantos que hoy están aquí y mañana ya no estarán.
Esta humanidad no presta atención a los llamamientos del Cielo; piensan que es fanatismo y que Dios no castiga, porque según muchos, Dios es amor y misericordia. Hijitos, Dios es misericordioso, pero también es justo; misericordia y justicia son Su Santo Nombre. ¿Creéis que podéis seguir pecando y pecando y que vuestro lugar de descanso estará en el Cielo? ¡Oh, qué equivocados estáis los que pensáis así, porque de seguir con esos pensamientos, lo que os espera será la muerte eterna! Igual que en este mundo recibes un castigo cuando cometes un delito, lo mismo ocurre en la eternidad. Dios da a cada uno según sus obras, los malvados serán arrojados al fuego eterno y los justos irán a la gloria eterna.
Hijitos, al final del año de la Misericordia comenzarán los días de tribulación para la humanidad. Por eso, os pido que aprovechéis al máximo estos días de misericordia que el Cielo os ha concedido, para que recibáis el mayor número de indulgencias y las hagáis extensivas a vuestros familiares que caminan más lejos de Dios, para que cuando llegue el Aviso, sus almas no se pierdan en la eternidad. Rezad mi Santo Rosario y rogad por la conversión de esta humanidad ingrata y pecadora, porque se avecinan días de gran oscuridad.
Permaneced, hijitos, en la paz de mi Señor.
Vuestra Madre, María, Rosa Mística os ama.
Hijitos, dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
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