martes, 19 de abril de 2016

Iglesia Parroquial la Transfiguración del Señor. Cali - Colombia. Llamamiento de San Miguel al Pueblo de Dios.

Herederos de Mi Padre, manteneos firmes en la Fe, porque se acercan los días en que seréis probados y pasaréis por los fuegos de la Tribulación.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad. Hermanos, alabad la Gloria y la Misericordia de mi Padre porque grande es su amor y su bondad.

Hermanos, no os alarméis por las pruebas que se acercan a vosotros; si permanecéis firmes en la fe, nada os sucederá. La creación de mi Padre ha comenzado a trastornarse; id acostumbrándoos a vivir con temblores, porque todo forma parte de la transformación que dará nacimiento a una nueva creación.

En muchos lugares se verá llanto y sufrimiento, el agua de los mares subirá y muchas ciudades y pueblos costeros, quedarán cubiertos por la furia del mar. Preparaos porque pronto se oirá el sonido de las trompetas; esta vez anunciarán la llegada de la advertencia y el comienzo de los días de la gran purificación.

Semilla de mi Padre, ¡despierta, porque la justicia de Dios llama a tu puerta! Los días de la purificación están cerca y la inmensa mayoría de esta generación sigue aletargada, sin querer oír la voz de mi Padre. Los pecados del aborto, la sodomía, los matrimonios entre parejas del mismo sexo, la injusticia social y la sangre derramada por los mártires cristianos han acelerado la llegada de la justicia divina antes del tiempo señalado por la voluntad de Dios.

Hermanos, el tiempo de la misericordia se acaba; insensatos, ¿a qué esperáis para volver a Dios? Os digo que, cuando menos lo esperéis, llegarán los días de la justicia y no vais a tener tiempo de poner en orden vuestras cuentas.

Se acercan los días del Calvario de la Iglesia de Cristo aquí en la tierra; muy pronto la abominación de la desolación se apoderará de las iglesias de mi Padre y no sé qué será de vosotros, que aún no os habéis definido. El caos, la desolación y la muerte se acercan y muchos de vosotros seguís con vuestra vida cotidiana, sin prestar atención a las señales que el Cielo os está dando. ¿Cuántos planes están haciendo muchos sin tener en cuenta la voluntad de Dios? ¿No sabéis, insensatos, que nada en esta vida es seguro? ¡Despertad, ved que vuestra vida está en juego y que, si seguís como vais, lo que encontraréis es la muerte eterna! No planifiquéis más vuestro futuro; preocupaos más bien de salvar vuestras almas y de volver a Dios, porque lo demás es vanidad de vanidades.

Heredad de mi Padre, manteneos firmes en la fe, porque se acercan los días en que seréis probados y pasaréis por el horno de la aflicción. En esos días, parecerá que mi Padre os ha abandonado, y por eso debéis permanecer firmes en la fe, leyendo la Santa Palabra de Dios para que nada ni nadie os separe de Él. Por dura que sea la prueba, no perdáis nunca la fe, la esperanza y la confianza en Dios. Nuestra Señora y Reina y nosotros los Arcángeles y Ángeles del Reino de Mi Padre estaremos contigo para ayudarte si clamas y pides nuestra protección. Recordad que respetamos vuestro libre albedrío y sólo acudimos a vosotros si nos llamáis y pedís nuestra ayuda.

Así pues, hermanos, estad preparados, porque los días de la gran tribulación están a punto de comenzar. Mantened la calma y no os asustéis cuando la creación de mi Padre empiece a moverse y a gemir con sus últimos dolores de parto. Recordad que todo sucederá como en un sueño, si permanecéis unidos en la oración, la fe y la confianza en nuestro Padre.

Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios. Aleluya, aleluya, aleluya Tu Hermano y Siervo, Miguel Arcángel

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