Anna Marie: ¿Mi Señor, me está llamando?
Jesús: Sí mi querida.
Anna Marie: Mi Señor, ¿puedo preguntarle por favor si es Padre, Hijo o Espíritu Santo?
Jesús: Sí pequeña mía, soy Yo, tu Señor Dios y Salvador, Jesús de Nazaret.
Anna Marie: Sí mi dulce Señor Misericordioso, ¿puedo también preguntarle si se inclinará y adorará a Dios su Eterno Padre Misericordioso, que es el Alfa y la Omega, el Creador de toda vida, de todo lo visible e invisible?
Jesús: Sí mi querida. Yo tu Divino Salvador, Jesús de Nazaret, ahora me inclinaré y adoraré a Mi Santo Eterno Padre Misericordioso que es el Alfa y la Omega, el Creador de toda vida, de todo lo visible e invisible.
Anna Marie: Por favor hable mi Señor Santo, porque su pecador servidor está ahora escuchando.
Jesús: Mi querida, sé que estás ocupada esta noche trabajando para Mi Madre y para Mí mismo, preparando más benditos Escapularios Verdes, pero por favor no olvides tus oraciones y Novenas del día.
Anna Marie: Sí mi Señor Santo, no lo olvidaré.
Jesús: Me gustaría hablarte sobre un posible ataque terrorista que tendrá lugar pronto, durante este mes santo. Por favor, recuerda a todos Mis Apóstoles continuar recitando Mi Madre’s Novena Dolorosa, Nuestra Señora de los Dolores, y la oración que has colocado junto a ella para la protección de tu nación. Necesito más oraciones para ayudar a mitigar este malvado ataque que está planeado para tener lugar en las próximas dos semanas. Sin embargo, mi Padre intervendrá si más Apóstoles y Guerreros de Oración rezan con más fuerza para evitar este ataque. También debemos orar para que tus Fuerzas Policiales puedan identificar, detener y arrestar a aquellos que están planeando este ataque.
Anna Marie: Sí querido Jesús. Mi Señor, ¿puede decirme dónde podría estar sucediendo esto?
Jesús: No lo haré, pero está planeado para una ciudad altamente poblada mi querida.
Anna Marie: Sí mi Señor. Entiendo. ¿Podemos ofrecer también la Novena de Nuestra Señora de Guadalupe para prevenir este ataque?
Jesús: Sí, Mi Madre es la Madre de las Américas y Ella desea que todos ofrezcan sus oraciones para mitigar este malvado ataque planeado.
Anna Marie: Sí mi Señor. Jesús, ¿es esto un mensaje público?
Jesús: Sí mi querida pequeña. Por favor compártelo con Mis amados Apóstoles de todo el mundo.
Anna Marie: Sí mi Señor. Gracias querido Jesús. Te amamos querido Jesús Misericordioso. Alabado seas siempre Jesús.
Jesús: Gracias mi querida y haz que todos Mis Apóstoles sepan que también los amo a ellos. Tu Divino Salvador, Jesús del Santísimo Sacramento.
Novena de Nuestra Señora de los Dolores
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
V. O Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Primera Aflicción: Profecía de Simeón
Lloro contigo, ¡oh María!, en el dolor de tu corazón tierno al escuchar la profecía del santo y anciano Simeón. Querida Madre, por tu corazón tan afligido, concédeme la virtud de la humildad y el don del santo temor de Dios. (Reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.)
Segunda Aflicción: Huida a Egipto
Lloro contigo, ¡oh María!, en la angustia de tu corazón tan afectuoso durante la huida a Egipto y tu estancia allí. Querida Madre, por tu corazón tan turbado, concédeme la virtud de la generosidad, especialmente hacia los pobres, y el don de la piedad. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria.)
Tercera Aflicción: Jesús perdido en el Templo
Lloro por Ti, ¡oh María, la más dolorida!, en aquellas ansiedades que probaron tu corazón atribulado al perder a Tu querido Jesús. Querida Madre, por tu corazón tan lleno de angustia, concédeme la virtud de castidad y el don del conocimiento. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria.)
Cuarta Angustia: Encuentro con Jesús
Lloro por Ti, ¡oh María, la más dolorida!, en el desconcierto de tu corazón al encontrar a Jesús mientras llevaba Su Cruz. Querida Madre, por tu corazón tan turbado, concédeme la virtud de paciencia y el don de fortaleza. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria.)
Quinta Angustia: María al pie de la Cruz
Lloro por Ti, ¡oh María, la más dolorida!, en el martirio que tu generoso corazón soportó estando cerca de Jesús en Su agonía. Querida Madre, por tu corazón así afligido, concédeme la virtud de templanza y el don del consejo. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria.)
Sexta Angustia: El Corazón de Jesús es Traspasado
Lloro por Ti, ¡oh María, la más dolorida!, en el herir de tu compasivo corazón cuando el costado de Jesús fue golpeado con una lanza y Su Corazón traspasado. Querida Madre, por tu corazón así traspasado, concédeme la virtud de caridad fraternal y el don de entendimiento. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria.)
Séptimo Dolor: Sepultura de Jesús
Lloro por Ti, ¡oh María la más dolorosa!, por los dolores que desgarraron Tu corazón amorosísimo en el entierro de Jesús. Querida Madre, por tu corazón hundido en la amargura del desconsuelo, consígueme la virtud de la diligencia y el don de la sabiduría. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria.)
V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen más dolorosa!:
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo
Oremos:
Haz, te rogamos, Señor Jesucristo, que por intercesión de la Bienaventurada Virgen María, Tu Madre, cuya Santísima Alma fue traspasada con una espada de dolor en la hora de tu amarga pasión, nos sea concedida ayuda ahora y en el momento de nuestra muerte ante el trono de Tu misericordia. Por Ti, Jesús Cristo, Salvador del mundo, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
(Indulgencia de 5 años o 7 años si se recita diariamente en septiembre: Pío VII, audiencia del 14 de enero de 1815, S.P.. Ap. Octubre 6, 1935.)
Salve a María (por San Juan Eudes)
¡Salve, María! Hija de Dios Padre,
¡Salve, María! Madre de Dios Hijo,
¡Salve, María! Esposa del Espíritu Santo Divino,
¡Salve, María! Templo de la Santísima Trinidad,
¡Salve, María! Rosa Celestial del amor ineffable de Dios,
¡Salve, María! Virgen pura y humilde, de quien el Rey del Cielo quiso nacer y ser amamantado con Tu leche,
¡Salve, María! Reina de las Vírgenes,
¡Salve, María! Reina de los Mártires, cuyo alma una espada traspasó,
¡Salve, María! Señora más Bendita, a quien todo poder en el Cielo y la Tierra es dado,
¡Salve, María! Mi Reina y mi Madre, mi vida, mi dulzura y mi esperanza,
¡Salve, María! Madre más Amiable,
¡Salve, María! Madre más Admirable,
¡Salve, María! Madre del Amor Divino,
¡Salve, María! Inmaculada; concebida sin pecado,
¡Salve, María! Llena de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús!
Bendito sea Tu Esposo, San José,
Bendito sea Tu Padre, San Joaquín,
Bendita sea Tu Madre, Santa Ana,
Bendito sea Tu Guardián, San Juan,
Bendito sea Tu Ángel Santo, San Gabriel,
Gloria al Padre Dios que Te eligió,
Gloria al Hijo Dios que Te amó,
Gloria al Espíritu Santo Dios que Te desposó,
¡Oh Virgen Gloriosa María! Que todos los hombres te amen y alaben.
Santa María, Madre de Dios! Ruega por nosotros y béndecenos ahora y en la hora de nuestra muerte en el nombre de Jesús, Tu Divino Hijo!
Oremos:
María, Virgen santísima y Reina de los Mártires, acepta el sincero homenaje de mi afecto filial. En tu corazón, traspasado por tantas espadas, acoge a mi pobre alma. Recíbela como compañera de tus dolores al pie de la Cruz donde Jesús murió para la redención del mundo. Con Tí, ¡oh Virgen dolorosa!, quiero sufrir gustosamente todos los trabajos, contradicciones e infirmidades que le plazca enviarme nuestro Señor. Todos se los ofrezco en memoria de Tus dolores, para que cada pensamiento de mi mente y cada latido de mi corazón sea un acto de compasión y amor hacia Ti. Y Tú, dulce Madre, ten piedad de mí en mi última agonía, para poder encontrarte en el cielo y cantar tus glorias. Amén.
Dulce Corazón de María, sé mi salvación! (Se concede una indulgencia parcial al recitarla.)
Promesas concedidas a quienes reciten esta novena
La Bendita Virgen otorga siete gracias a las almas que la honran diariamente diciendo siete Ave Marías y meditando en sus lágrimas y dolores. La devoción fue transmitida por Santa Brígida de la siguiente manera:
Les concederé paz a sus familias.
Serán iluminados sobre los misterios divinos.
Los consolaré en sus dolores y los acompañaré en su trabajo.
Les daré cuanto me pidan, siempre que no se oponga a la adorable voluntad de mi Divino Hijo o a la santificación de sus almas.
Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y los protegeré en cada instante de su vida.
Les ayudaré visiblemente al momento de su muerte, verán la cara de su madre.
He obtenido (esta gracia) de Mi Divino Hijo que aquellos quienes propaguen esta devoción a Mis lágrimas y dolores serán llevados directamente desde esta vida terrenal a la felicidad eterna ya que todos sus pecados serán perdonados y Mi Hijo y Yo seremos su consuelo y alegría eternos.
Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Oración para la protección de Nuestra Nación
Jesús dio esta oración a Anna Marie el 11 de mayo del 2016 a las 12:22 p.m.
"Por intercesión de nuestra Madre Celestial, Madre de Dios, y por la vida, muerte y resurrección de Jesús Cristo, el Salvador y Redentor de las almas; te pedimos, Padre Celeste, que detengas cualquier plan terrorista que esté siendo planeado y ejecutado por pecadores poseídos que odian a los hijos de Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén."
Jesús dijo: Esta es la oración que deben rezar. Pide a mis amados hijos Apóstoles que impriman y reciten esta oración antes de comenzar su Santo Rosario. Si no es un Rosario, entonces el Chaplet de la Divina Misericordia.
Puede leer todo el mensaje en nuestra carpeta de Mensajes Celestiales 2016 en nuestro sitio web: www.greenscapular.org.
Por favor, comparte esta oración con tus amigos y familiares. Necesitamos que todos recen contra estas personas malvadas que odian a los hijos de Dios.
Fuente: ➥ GreenScapular.org