Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

martes, 11 de octubre de 2016

Maternidad de María.

Nuestra Señora habla después de la Santa Misa Sacrificial Tridentina según Pío V. a través de su voluntaria, obediente y humilde instrumento e hija Ana.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Hoy, 11 de octubre de 2016, hemos celebrado la Fiesta de la Maternidad de María. Una digna y santa misa sacrificial en el rito tridentino según Pío V precedió a la ceremonia.

El altar de la Virgen María estaba ricamente decorado con flores. La Santísima Madre apareció toda de blanco y sostuvo varias veces un rosario blanco durante la Santa Misa Sacrificial. La Santísima Madre y el Niño Jesús también nos bendijeron.

Nuestra Señora hablará hoy: Yo, vuestra queridísima Madre, hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está enteramente en Mi voluntad y repite las palabras que hoy vienen de Mí.

Mi amado pequeño rebaño, Mis amados seguidores, Mis amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. A Mí, vuestra queridísima Madre, se me ha permitido celebrar hoy mi maternidad. Muchas personas ya no reconocen y confiesan que me he convertido en la Madre del Hijo de Dios. Fui elegida para ello. Muchos creyentes me llaman hoy María. No reconocen mi maternidad. Afirman que soy una del pueblo, pero nunca la Madre Celestial, la más pura de las puras, la elegida del Dios Trino.

He recibido al Hijo de Dios del Espíritu Santo. He permanecido pura antes, durante y después del nacimiento. Esto es insólito e incomprensible para todos. Y, sin embargo, yo, como Portadora de Dios, he estado destinada a ello desde la eternidad como Madre del Hijo de Dios.

Mi maternidad es disgustada y negada por muchos sacerdotes y también creyentes. Creen que el catolicismo y el protestantismo son una sola fe. El protestantismo ha sido introducido en la Iglesia católica. No se ha intentado educar a los protestantes sobre la verdadera fe católica. Sólo hay Una Santa Iglesia Católica y Apostólica, que es la verdadera Iglesia.

Se ha deshonrado al sacerdocio en la fe católica quitándoles el breviario y también la vestimenta sacerdotal por no estar actualizada. El Santo Sacrificio de la Misa fue desfigurado y modificado. Hoy, según el Ii. Vaticanum, en todas las iglesias debe haber un altar del pueblo y en él el sacerdote celebra la comida comunitaria. Esto no corresponde a la verdad de Mi Hijo Jesucristo. Y, sin embargo, tantos creyentes creen en la mentira, a la que llaman verdad. Yo, como Madre Celestial, dependo de Mis hijos de María, que Me adoran y Me aman como Madre Celestial, y no como cualquier María.

Os doy las gracias, Mi amado pequeño rebaño y seguidores y también a vosotros, peregrinos creyentes. Os doy las gracias por reconocer Mi maternidad.

Quiero ser vuestra madre en cualquier situación. Debéis dejar padre, madre e hijos por el bien del cielo si está en la voluntad del Padre Celestial y sois despreciados por Su nombre. Entonces podrás incluso ser feliz. Si no te permiten vivir la fe en tu familia, sepárate, aunque te resulte difícil. Yo estoy contigo y conozco tu sufrimiento. Seré tu madre y te consolaré. Entrega a tus hijos al Padre Celestial. Él los educará y los conducirá por el buen camino. No sois capaces de hacerlo en esta época. No tenéis ninguna oportunidad en esta era modernista. No podéis enseñar a vuestros hijos la verdadera fe porque están influidos por el entorno. Se orientan hacia la amplia corriente del mundo y no encuentran la verdad. Los deseos mundanos y las muchas posibilidades de este mundo les alejan de la fe.

Yo, como Madre Celestial, sé de vuestro sufrimiento y de vuestros corazones sangrantes por los hijos que anheláis. No quieren obedecer al Padre Celestial. Vosotros sabéis, Mis amados, lo que significa la verdad.

Pero vuestro objetivo es volver a ver a vuestros hijos en la gloria eterna. Creed que el Padre Celestial toma todo en Sus manos amorosas y guía y conduce a vuestros hijos. Lo que vosotros no podáis hacer, lo arreglará el Padre Celestial. Él se ocupa de todo, especialmente de vosotros, Mis amados hijos.

Tened fe y separaos de vuestros hijos cuando os impidan vivir la verdadera fe, incluso cuando no estén en la verdad, es decir, cuando no reconozcan el Santo Sacrificio de la Misa y lo celebren con verdadera reverencia. Hoy es posible para todos los creyentes celebrar una Santa Misa digna y válida en el rito tridentino según Pío V después del DVD. (Encargar: Dorothea Winter, Kiesseestr. 51 b, 37083 Göttingen, Tel. Nº 0551/30 544 80) Existe esta posibilidad, que está al alcance de todos los que quieran vivir la verdadera fe católica, no hay excepción. Te amo especialmente como Madre de la Trinidad, como tu Madre Celestial.

Hoy, en este día, quiero subrayar que quiero ser vuestra Madre más querida en cada situación. Sólo de Mí, vuestra Madre Celestial, recibís el verdadero consuelo.

A vosotras, amadas madres, a las que ya se os ha muerto vuestro hijo en el seno materno, Yo os daré el verdadero consuelo y os conduciré al Padre Celestial. Haced una Santa Confesión digna, pues todo sacerdote está llamado a daros este Sacramento de la Penitencia. Es importante que te arrepientas de querer confesar tus pecados ante Jesucristo, que te espera. Comenzarás una nueva vida. Yo estoy aquí para ti, pues te consolaré. No quiero dejarte sola en tu gran sufrimiento.

Sé bendecida por la Trinidad y tu Madre Celestial con todos los ángeles y santos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Esta fiesta de hoy es para deciros a todos que fue instituida para todos vosotros. Yo soy la Madre Celestial y quiero estar a vuestro lado para consolaros en cualquier situación. Amén.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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